Vuelve Gotham City Sirens por todo lo alto, una aventura semanal por todo lo alto
«I have some questions, Jaina»
Llevamos un tiempo en el que el protagonismo de las villanas de Gotham ha ido un aumento, sobre todo en lo relativo a la que menos cómics solitarios había tenido: Hiedra Venenosa. Tini Howard nos amplia el mundo de Gotham y nos habla de la dicotomía moral en las series principales de Harley Quinn y Catwoman, las cuales han tenido unas muy buenos momentos; pero sin duda Willow Wilson con Pamela ha conseguido una repercusión muy merecida, siendo nominada varias veces a los Eisner. Es con la condición de sus propias series, Harley como heroína, Selina como líder importante de los bajos fondos de Gotham y Hiedra con su faceta investigadora, donde nace el germen del planteamiento. Para volver a traer esta legendaria agrupación, necesitamos también un buen motivo, y la excusa en esta ocasión puede ir por un lado más heroico gracias a todos los nuevos estatus, así que en cuanto Gotham se juntan un robo y hackeo de información, una crisis simbiótica con carne artificial y el maltrato animal, tenemos la combinación que da pie a cooperar a nuestras protagonistas.
Gotham es una ciudad llena de oscuridad, misterio y perversión. La sombra del murciélago es larga y consigue iluminar en la oscuridad, dar la esperanza suficiente para que nuevos héroes puedan alzarse de la misma manera que antiguos villanos pueden encontrar su camino a una vida más virtuosa. En esta historia de villanas intentando hacer el bien tenemos la aparición de dos personajes que no estuvieron durante la etapa original y que tendremos que ver el papel que juegan a futuro: White Rabbit y Punchline. Esta primera a pesar de aparecer por primera vez en los Nuevos 52 en la serie de The Dark Knight, ha tenido un renacer editorial gracias al Batman y Robin de Williamson donde ya hace más de antiheroína, en cuanto a Punchline todo parece que la ex compañera del Joker será la villana principal de esta miniserie.
El guion de Leah Williams es evocador, nos recuerda a las historias de Paul Dini mientras nos plantea una Gotham viva que es consecuente con las historias de los últimos años. Sabe aprovechar las dinámicas de Catwoman y Harley Quinn, así como es consecuente con la mitología viva detrás de cada protagonista. Revivir una serie que lleva quince años en el imaginario popular nunca es una tarea fácil, ser capaz de ofrecer algo a la altura para los fans y a la vez construir algo que se sienta totalmente nuevo, en tan solo un número, era complicado y lo ha conseguido notablemente.
Matteo Lolli es un dibujante bastante prolífico, pero donde ha demostrado su gran capacidad narrativa en los últimos años ha sido con Merodeadores en Marvel y con la serie de Harley Quinn. La capacidad que tiene de demostrar la imponencia y lo guapísimas con las poses de los personajes del cómic superheroico es una cualidad única, dando a Catwoman, Harley e Ivy una apariencia semidivina. Le falla algo más la acción, que a veces se siente un poco confusa, aunque no sea algo prioritario en este cómic, lo compensa con escenas como la mirada que le echa Ivy a Harley. Tener detrás a la colorista Triona Farrell, una titana del color desde hace años, hace un trabajo tan increíble como en Blackbird, el tándem en conjunto sabe dar una atmósfera especial y a la vez conocida, se siente como un cómic de Dini y Timms salvando las distancias.
En resumen, estamos ante un cómic que sabe ser una bocanada de aire fresco en una Gotham de guerras y solemnidad, a la vez que evocador a una cabecera clásica con una gran cantidad de fans por detrás.
Lo mejor
• Un cómic que consigue lo que se propone: que te de intriga y disfrutes.
Lo peor
• La acción del dibujo.
Las sirenas de Gotham regresan
Guion - 8
Dibujo - 7
Interés - 7.5
7.5
¿Se mantendrá el nivel los cuatro números?
