El precio de la fama
«Black Canary knows my name»
Naomi es un personaje creado por Brian Michael Bendis para DC y su sello Wonder. Una de las condiciones por las que el guionista firmó por la editorial.
Naomi McDuffie se llama así en homenaje al guionista Dwayne McDuffie, un pionero de la diversidad y la inclusión de las minorías en los cómics de superhéroes, que como sabemos todos están bastante infrarrepresentadas. El guiño no es casual, Naomi es la protagonista, es mujer y de raza negra.
Se caracteriza también por ser adoptada. Circunstancia muy común entre los superhéroes. En este caso, la adopción tiene un toque diferente y es un aspecto mucho más central y personal. Bendis aprovecha para proyectar su experiencia como padre adoptivo.
En la primera temporada vimos la presentación del personaje. Una historia con guerras extraterrestres, espionaje, agentes durmientes y mesianismo. Todo ambientado en una ciudad de tamaño medio, en un suburbio caracterizado por el aburrimiento y un único hecho destacado, una pelea entre Superman y Mogul.
Poco a poco vamos conociendo la identidad de Naomi de los McDuffie, la del misterioso Dee hasta le eclosión de una Naomi superheroica como cierre de la primera temporada y fin de la presentación. Una gestación de seis números. Una historia muy “nada es lo que parece”, que va dando salto hacia delante cada vez másgrandes.
A partir de allí, la heroína se desplegó por el univeso DC. Pasó a formar parte de Young Justice y de la Liga donde Aquaman le dio el nombre de Powerhouse.
De forma, extracomiquera, ha tenido además su debut en una serie televisiva homónima.
Tras todo este recorrido nos situamos en el primer número (de seis) de esta temporada. La estructura del episodio es prácticamente la misma. Una primera página con 12 viñetas iguales, en cada viñeta habla un adolescente sobre un hecho extraordinario que veremos en la página siguiente. La última viñeta es para Naomi. Las dos siguientes páginas conforman una splash page espectacular del duelo entre Black Adam y Naomi, en lugar del de Superman y Mogul de la temporada anterior. Luego pasamos a Naomi hablando con su terapeuta, sobre su lugar en el mundo y su identidad. Antes se centraba en los padres ausente y la adopción, ahora tratan sobre el nuevo rol como superheroína. Vemos después que el distanciamiento familiar de la primera temporada es ahora más profundo.
La estructura nos permite valorar como ha cambiado Naomi, su vida, su familia, su entorno, el impacto que ha supuesto en su ciudad la presencia de un superhéroe. Es un juego de espejos. Un antes y un después.
Bendis, acompañado otra vez por David F. Walker (Ciborg), no es el guionista que transformó la industria pero aún tiene su toque, sus diálogos punzantes, sus giros. Su marca de la casa. Sorprende menos pero aún es identificable. Se le nota oficio y aquí lo pone al servicio del lanzamiento del personaje, pero sobretodo de profundizar con sinceridad sobre la adopción, el abandono, la identidad personal y comunitaria. Bendis se pone serio y puede que sea el mejor Bendis, o al menos el más maduro. Es menos guay, menos original, menos epatante pero más personal.
Todo depende de las expectativas ante la lectura y de la situación personal de cada uno. La historia tiene jugo y contenido. Tiene intención y pone el énfasis de manera muy honesta en aspectos que muchas veces quedan por debajo de la acción superheroica, los legados y la continuidad.
El dibujante es Jamal Campbell (Sector Lejano). Aquí realiza un trabajo más destacado que en la primera temporada (al menos en este número inicial). El contorno del dibujo sobresale más por encima del color. Es un dibujante con toques manga. Tiene buena mano para la caracterización de los personajes y la acción. Los complementos como peinados y ropa cotidiana tienen mucha personalidad (es hipnótica la textura de las trenzas de Naomi). Original en la narrativa, seguramente condicionado por el guion, pero a veces la contorsión de los planos complica la lectura y puede llegar a ser confuso.
El color es brillante en exceso y le da un toque demasiado digital al tebeo, tapando parte del dibujo y dando la sensación de estar consultando un libro de concept Art de un videojuego. Aunque está mejor tratado que en la primera miniserie.
Naomi continúa la estela de la primera temporada. Volvemos al pueblo después de su presencia en la élite. Vemos el impacto que ha tenido el rol superheroico de Naomi y como afecta en todos los ámbitos de su vida. Es un cómic que nos habla de la presión de la fama, de la identidad personal, los conflictos familiares, los problemas de comunicación, los afectos, los compromisos, la paternidad, la amistad y la soledad. Un comic que aporta una visión diferente, más en el plano personal que en el divertimento. En Young Justice, la Liga y otras colecciones DC vemos una Naomi de puertas a fuera, más espectacular y aventurera. En su propia colección, Bendis y Walker nos muestran a la heroína de puertas hacia dentro.
Es un cómic que gana si se lee más como lectura introspectiva. Quien busque distracción y chiribitas puede encontrarlo insulso y le provoque un bostezo.
Lo mejor
• La manera de tratar la sensibilidad de la historia.
• La caracterización de los personajes.
• La originalidad narrativa y la frescura de los diálogos.
Lo peor
• La confusión en algun momento del dibujo.
• Falta ver un poco más si se mantienen los puntos fuertes del cómic.
• Si no te gustan Bendis o las historias de corte «intimista», no es tu cómic.
Abre el apetito
Guion - 7
Dibujo - 7
Interés - 8
7.3
Historia superheróica con acción y giros de guion pero de corte intimista. Un respiro en el frenesí habitual de las colecciones de superhéroes.