Una nueva ración de terror, violencia y charcos de sangre.
«There was something in the water… something glowing.
El sello de terror de Joe Hill creado bajo el paraguas de Black Label y DC Comics regresa para publicar la secuela de Cesto lleno de cabezas . Esta vez el escritor de Locke & Key solo ha realizado labores de coordinación.
Los autores de esta miniserie son el dibujante Tom Fowler (Green Arrow) y el novelista Rio Youers (Sleeping Beauties). Ambos realizan un trabajo que mantiene la misma pauta y estructura que su previa.
Este primer número empieza con un flashback a 1983, en el que vemos un asalto a una familia con el objetivo de robar una poderosa daga. Se trata de un asalto violento y sanguinario que acaba en masacre. Seguidamente, pasamos al presente de la historia, 1984, en el que vemos como una joven pareja llega a la isla de Brody y enseguida toma con problemas y una misteriosa hacha vikinga. A partir de allí la acción se precpita.
No se trata de un cómic original ya que sigue la pauta de la precuela que tal y como se explicó en la reseña correspondiente ya tenía una dinámica repetitiva. Lo que no se puede negar, es que se trata un número de acción trepidante y violencia explícita que es lo que promete. Youers va al grano y escribe una historia muy dinámica y veloz.
El trabajo de Tom Fowler encaja a la perfección con la celeridad del guión. Se trata de un dibujo muy «suelto», que transmite movimento y acción incluso en las viñetas más estáticas gracias a sus encuadres y sus picados. Tiene cositas de Frank Robbins y de MAD, un tono alegre y colorido. Contrasta con la cantidad de violencia y de alguna manera la suaviza. Al estar bajo el sello de Hill House, la casa del terror de Black Label, parece que haya que cubrir una cuota sobre la sangre.
El estilo de Fowler es barroco, detallista y contorsionado. Parece como si el autor quisiera demostrar todas sus capacidades. Los planos, la originalidad de la composición de página, la veriedad de recursos narrativos y la intensidad pueden llegar a empachar un poco. En algunas ocasiones, lleva su estilo a tal extremo que parece que el dibujo se rompa y cometa errores de simetría, como alguna mirada estrábica o alguna mano demasiado flexible.
Al igual que en la precuela, la etiqueta de terror le queda grande. Se trata de un cómic de acción, de violencia explícita, pero las expectativas de la portada y el título quedan diluidas. La maldad implícita de algunos personajes y las escenas de casquería son muy poco para poder etiquetar este tebeo como terror. No es mayor que la violencia que podemos ver en The Boys o en los primeros cómics de Lobo. Aquí os dejo el enlace del podcast sobre terror en el que se debatió de los límites de este género en el cómic.
Refrigerator full of heads recuerda a esas peliculas de terror de los ochenta, por el estilo de dibujo y por la acción pero es un tipo de historia que rinde diferente en formato cómic ya que los «sustos» y la tensión (tan característicos de ese cine) son casi imposibles en un tebeo.
Nada comparado con lo que se puede leer en manga, por ejemplo, donde sí hay ganas de bucear en un terror enfermo e incómodo.
En este caso, se trata de un cómic entretenido, muy dinámico con un apartado gráfico destacado y un guion más convencional pero cumplidor, siguiendo la estela e ideas de Joe Hill
Lo mejor
• El dinamismo que consigue plasmar Fowler.
• Entretenimiento sin complejos.
Lo peor
• No va a pasar a la historia.
• Puede paracer engañoso que se le etiquete como un cómic de terror.
Guion - 6
Dibujo - 7.5
Interés - 6
6.5
Cómic para fans de Joe Hill, entretenido y con una buena dosis de sangre por viñeta.
