Los superhijos más malos y siniestros han llegado, arrodillaos ante los Sinister Sons
«My hope and dream is to build my own reputation, make my own mark»
Sinister Sons es un cómic que pretende evocarnos un poco a los Superhijos, pero en este caso siendo sus padres supervillanos. Guionizado por Peter J Tomasi, dibujo del asturiano David Lafuente y color de Tamra Bonvillain empieza una nueva miniserie que pretende sacarnos muy buenos momentos y adentrarnos bajo el cosmos del Universo DC.
Estamos ante dos superniños, el primero siendo el hijo de Zod, Lor-Zod, el cual ha huído de Nueva Kandor tras los eventos del primer número de Kneel Before Zod; el otro es el supuesto hijo de Sinestro, Sinson, quien siendo un huérfano en el planeta Xela ha formado un pequeño ejército revolucionario de huérfanos para poder escapar y encontrar a quien cree que es su padre. Es posible que a este segundo integrante no le tengáis ubicado, sus primeras apariciones han ocurrido en una historia anexa del Green Lantern de Jeremy Adams, también escritos por Tomasi y dibujados por Lafuente.
Este primer número ha sido una presentación de los dos personajes, nos han introducido un poco de sus pasados y nos han movido la acción hasta su primer encuentro. No es hasta la última página que hemos podido ver a estos dos ¿proyectos de villano? interactuar. Al contrario que con los superhijos los protagonistas no estaban tan establecidos y tenían ya una personalidad muy definida, lo que ha hecho que los añadidos de las grapas del caballero esmeralda sean necesarias (que han servido para presentarnos y debutar al hijo del dictador).
Peter Tomasi tiene el punto exacto cogido a este tipo de cómic juvenil, ese espíritu gamberro y divertido con unos diálogos muy graciosos. Sus cómics son mares en calma que te calientan tu corazoncito y sabes que lo pasarás bien. Se le suma su amor a Superman y su amor a la franquicia cósmica por excelencia de DC. Es una pena que se hayan tenido que reservar tantas páginas de presentación para estos personajes, porque una vez acaba este primer número sabes que se viene lo divertido y te deja con muchísimas ganas de seguir leyendo.
El arte de David Lafuente consigue que este cómic trascienda y se conviertan sus páginas en un lugar reconfortante y seguro. Su trazo simple siempre viene cargado de una capacidad narrativa única. Su acción y dinamismo encajan muy bien con los dos niños alborotadores, los diseños alienígenas y el macarrismo del joven kryptoniano le sientan como un guante, recordando un poco a Radiant Red.
Este tipo de líneas juveniles a los que nos tiene acostumbrados últimamente Tomasi encajaban muy bien con Gleason, pero la personalidad que está dotando Lafuente al cómic, tanto en los backups como en este primer número, consigue un conjunto simbiótico que atrapa y funciona a la perfección. Es difícil concebir un mejor dibujante para esta propuesta. El color de Tamra Bonvillain es el ingrediente final para cerrar con broche de oro este maravilloso equipo artístico.
En resumen, estamos ante un primer número que sirve sobre todo para darnos contexto y que flipemos con David Lafuente, pero que nos deja con ganas de más y sabe jugar muy bien sus cartas.
Lo mejor
• David Lafuente. En general todo él.
• Peter J. Tomasi haciendo una historia entrañable
Lo peor
• Una presentación algo larga.
Es el momento de propagar el miedo
Guion - 7
Dibujo - 8.5
Interés - 8
7.8
Y de arrollidarse ante ellos.
Esta claro que es un homenaje a los Super Sons pero así y todo me parece muy divertido y creo que el equipo creativo cumple muy bien con la terea.
Hablando de eso, todavía me indigno cuando pienso como rompieron una buena serie como la de Super Sons al arruinar a un personaje como Jon Kent, cosas inentendibles de la editorial.
Las decisiones extrañas de Bendis
Las decisiones extrañas de DiDio para el 5G. Bendis fue el ejecutor, pero DiDio dio la orden. Ahora, el cómo, eso fue culpa de Bendis.
No se bien si es culpa de uno o de ambos, pero si tengo claro que fue un error tremendo, tenía un potencial enorme como niño y la manera en que lo hicieron evolucionar es un absurdo.