Hoy celebramos en Zona Negativa el Frank Miller Day y desde la sección encargada de DC Comics queremos reseñar una de las obras que ha dedicado a Batman. Son mundialmente conocidos su Batman: Año Uno y Dark Knight Returns, dos de las mejores obras del cómic universal, traspasando las fronteras del cómic de superhéroes, encuadrándose en la categoría de obras maestras según la crítica tradicional. Hay poco que decir sobre esas joyas que no hayamos dicho ya, por ello, revisando su bibliografía, hemos recordado una obra de título interesante de la que merece la pena hablar: All Star Batman & Robin: The Boy Wonder, una controvertida mini-serie de diez números que levanta ampollas entre los lectores.
El #1 salió a la venta el 1 de septiembre de 2005, con la premisa de re-visitar el origen de Dick Grayson, la muerte de sus padres y su primer encuentro con Batman. Se entendía que la serie estaría dedicada a ese proceso en el que terminara por convertirse en Robin. Sin embargo, el devenir de las entregas fue virando hacia terrenos inesperados, en los que Frank Miller demostró su ingenio como escritor, tal vez su sentido del humor y algunas de sus ideas más estrambóticas acerca de la mitología del Hombre Murciélago.
Sabemos cómo es Batman dentro de los cómics de Batman, con su propio punto de vista. Sabemos que si extrapolamos ese pensamiento al mundo real podemos encontrarnos con interpretaciones como la que el propio Frank Miller daba en Dark Knight Returns o Christopher Nolan en su fantástica trilogía cinematográfica. En la obra que nos ocupa, Miller ofrece ese pensamiento desde el punto de vista de un niño de doce años que acaba de quedarse huérfano. Por ello podemos entender la interpretación de la personalidad alocada y maniática de este Batman como una alteración de la realidad de un Dick niño que está en shock, asustado y totalmente desorientado sobre qué está pasando a su alrededor.
Es esta una serie muy diferente a las cabeceras habituales del Hombre Murciélago. Frank Miller nos da una visión del personaje distorsionada, mucho más brusca, menos heroica de lo que realmente es, o debería ser. Con infinidad de momentos en los que uno duda si Batman es una persona cuerda. Vive en la batcueva, apenas se deja ver en público como Bruce Wayne, odia al resto de superhéroes y se considera el único que sabe lo que hay que hacer para combatir el crimen. Sus métodos son entendidos solo por él mismo, ya que ni Alfred llega a entender realmente por qué hace lo que está haciendo. Podemos interpretar esta serie poniendo sobre la mesa los puntos más paródicos, pues son muchas las páginas en las que aparece burlándose de las características que habitualmente lo ensalzan. Es como si, indirectamente, rompiera la cuarta pared y hablara como si fuera un lector. O podemos verla como una historia que se aleja inexplicablemente del Batman que conocemos.
Es una serie que promete mucho, que podría haber dado mucho más de sí, pues acaba sin sentido. Abre arcos argumentales que no desarrolla, presenta personajes que no implica en ninguna trama, como la reportera Vicki Vale, Jim Gordon y su hija Barbara Gordon con su transformación en Batgirl, una Black Canary reinterpretada con bastante buen resultado, Catwoman, el Joker, y una Liga de la Justicia sin cohesión formada por una Wonder Woman que detesta a los hombres, un Superman fanfarrón, un Green Lantern parodiado y un Plastic Man tan payaso que es mejor olvidar. Más allá de dedicarles a cada uno sus páginas de protagonismo, no tienen apenas trascendencia en la trama y figuran como un desfile de celebridades. Al terminar de leer uno llega a preguntarse si no se ha saltado ningún número o si realmente no hay más entregas para ver cómo termina todo. Al hacer repaso de todo lo leído uno se pregunta ¿de qué va este cómic realmente?
La revisitación del origen de Dick Grayson queda en segundo plano. La investigación del asesinato de sus padres queda contada muy superficialmente. No hay un villano al que perseguir, porque enseguida es capturado. Hay un caso que resolver, el motivo del asesinato, pero no se lleva a cabo. Tampoco se muestra del todo la convivencia entre Bruce y Dick, ni la creación de Robin más que con unas pocas viñetas. Aparecen muchos secundarios que finalmente no hacen casi nada. ¿Cuál era el objetivo de Frank Miller en esta obra? Darnos un punto de vista diferente al que conocemos del universo de Batman. Es en ese aspecto donde realmente gana valor All Star Batman & Robin.
No estamos ante una aventura de Batman al uso. Frank Miller, después de haber recreado el personaje en dos ocasiones, le da al lector un puñetazo en el hígado y lo deja doblado ante esta nueva visión. Podemos encontrar los valores clásicos del mejor detective del mundo: no se fía de la corrupta policía de Gotham, no quiere trabajar con otros héroes preocupados por amenazas de otros mundos, se considera el único que sabe lo que ocurre en su ciudad y que sabe cómo protegerla, no está integrado como un ciudadano más en la sociedad, vive aislado en su propio ideario. Sin embargo, su actitud es tan agresiva y sus comentarios tan violentos que uno pierde la noción de estar ante el verdadero Batman. Disfruta haciendo daño físico a los criminales callejeros, se encuentra en su elemento patrullando de noche en busca de nuevas víctimas a las que atemoriza con su estridente risa, como hacía en Batman: Año Uno, donde emitía sonidos para asustar antes de su llegada, incluso llega a afirmar que envidia a Green Lantern por su anillo de poder, del que él haría un uso mucho mejor dominando a sus rivales, incluso provocando guerras.
Encuentra en Dick un nuevo aliado, aunque duda de él en algunos momentos. La idea puede funcionar mal porque se ve cómo lo secuestra realmente, metiéndolo en el batmóvil y no dándole la oportunidad de elegir si quiere ser su pupilo. O, simplemente, puede que esa sea la visión que el lector percibe a través de los ojos del niño, como decía al principio. El proceso de Dick en convertirse en Robin, como también he señalado antes, queda algo desdibujado entre tanta marabunta de situaciones chocantes y capítulos dedicados a otros asuntos que poco aportan a la historia troncal. Es ahí donde falla esta serie. Pero el proceso está ahí, lo podemos disfrutar con pequeñas dosis. Y el resultado es tan abrumador que nos quedamos con las ganas de ver más acerca de este Robin.
Podemos ver a Dick como Robin en dos ocasiones, una brillante y la otra impactante. En la primera, antes de abrazar su destino como discípulo de Batman, éste le lleva al asesino de sus padres y le pide que decida si va a ser un vengador o un detective. Puede matarlo directamente o intentar llegar al fondo del asunto que ha terminado con su tragedia personal. Se decanta por esta segunda opción. En la segunda ocasión, le da una severa paliza a Green Lantern para demostrarle su dones y el porqué está del lado de Batman y no del de los héroes populares. Esta violenta escena casi desemboca en un asesinato, con un niño prodigio desatado, apalizando a un héroe adulto. La consecuencia es bastante interesante, pero el motivo es bastante impopular, pues puede gustar a poca gente.
En ZN ya hay dos reseñas de esta obra: una del 7 de julio de 2009, de Iván Martínez Hulin y otra muy reciente del 16 de enero de este 2017, de Raúl López. Iván afirmaba que había que tomarse esta historia como un Elseworld, una idea que comparto al cien por cien. All Star Batman & Robin es una serie que será mejor entendida si el lector asimila antes de leerla que no va a encontrarse con los personajes que conoce de la manera que se espera, ni en la presente continuidad. Así podrá disfrutarse en completa extensión. O no. Como le pasó a Raúl, que no conecta con esta lectura. Las dos opiniones son, por supuesto, totalmente válidas y entendibles.
Aunque estamos celebrando nuestro particular homenaje a Frank Miller, no quiero cerrar esta reseña sin hablar del dibujo de Jim Lee. Es impecable. Es un virtuoso. Es de mis dibujantes favoritos y por ello no hago más que deleitarme con cada viñeta. La obra parece una exhibición suya en muchos aspectos, de hecho, hay quienes opinan en muchos foros y comentarios que parece una obra gráfica de Lee para su lucimiento con un guión inservible. Y también hay quienes le achacan carencias a la hora de narrar, pero en mi opinión no tiene ningún defecto. Cada página, cada dibujo me parece espectacular, con escenas de acción tremendas y un estilo inconfundiblemente único.
Así, no quiero alargarme más y recomiendo a todo el que no haya leído All Star Batman & Robin que lo haga. Pero que lo haga con un punto de distancia del héroe tradicional, con la mente abierta y que cuando terminen, que se desahoguen si es necesario. Y al que lo leyera y odiara en su día, que le dé otra oportunidad entendiéndolo como una perspectiva diferente. Creo que, después de que Frank Miller firmara unos trabajos tan brillantes con Batman, es de ley entender que quisiera enfocar esta historia de otra manera, siendo más socarrón, macarra, despreocupado por la crítica y sus consecuencias. De hecho, para él esta historia está dentro del universo de Dark Knight. Aunque, a lo mejor, fue demasiado arriesgado en su concepción.
Diferente
Guión - 7.7
Dibujo - 10
Interés - 7.5
8.4
Una obra polémica, arriesgada, innovadora y diferente de un Frank Miller muy alejado de su versión en Batman Año Uno y Dark Knight Returns.
Esto es una broma o va en serio??? Respeto gustos, interpreto la reseña como un gusto personal del autor, pero…. en serio me cuesta creer que no sea una broma. Decirle a los pobres incautos que tras leer esta reseña les haya picado el gusanillo, que se planteen seriamente dejarse 25 euracos en esto, si puede ser que se informen mejor o incluso lean algún capítulo por internet. Esta obra no hay por donde cogerla, se lea con la mente abierta o no. Un despropósito narrativo total que describe totalmente el declive de uno de los mejores autores de superhéroes de la historia y probablemente el mejor guionista que ha tenido Batman. Un intento de macarrada que hace aguas por todas partes y que el único interés reside en ver con que estupidez nos deleita Miller al pasar la página. Solo recomendado para completistas del Batman de Miller o para quien le encante Jim Lee, que siendo un dibujante que para mí ni fu ni fa, aquí se luce.
En fin, mucho cuidadito con el jodido Batman que no está la cosa para tirar a la basura 25 euros.
Me he quedado igual. Una obra que me ha recordado los peores comics de los noventa, tan innovador como el Youngblood de ROB!
Fijaos en cualquiera de las otras joyas que estan reseñando del señor Miller antes de compraros esto.
Muy buen comentario
¿Príncipe Valiente tiene una nota más baja en dibujo que este engendro? No entiendo nada.
Desde luego para gustos están los colores. Yo soy de los que tengo la obra en papel, y después de haberla leído sin comprarla. Esto es, que me gasté 25€ en una obra como ésta que previamente había leido.
Lo que la reseña trata de decirnos es que es consciente de que la obra no es para tirar cohetes, de que la visión de Batman que se da no tiene nada que ver con aquella a la que estamos acostumbrados, pero que le da valor en cuanto a la innovación que supone tratar de esa forma al personaje.
Este maldito cómic debería tener un 10, es el maldito Batman!!
Ahora en serio es muy disfrutable si uno no se la toma muy en serio. Divertidos los pensamientos y reflexiones de este Batman y magistral Lee en el dibujo, tuvo que gozar como un enano con tanta splash page
¿Gozar? Pero si dibujar splash page el lo único que hace en todos sus cómics.
Ah, y por supuesto no puedo por la obra… lo peorcito que he leído de Miller… y pensar que había hecho Año Uno…
Pille este comic con el coleccionable de ECC,antes ni me acerque debido a las malas criticas y esperaba un mal comic. La cosa es que si lees el comic desde el punto de vista de Dick y de un Batman primerizo que quiere impresionar a su nuevo compàñero todo tiene sentido.Vamos que no es Año Uno,tampoco Dark Knight,pero no es el mal comic que esperaba. El problema de Miller es que ha escrito Dark Knight y Año Uno,asi que todos esperaban algo parecido y esto es otra cosa.
La verdad es que el guión, por llamarlo de algunamanera, es un truñaco, a la altura de Holly Terror, de lo peor de Frank Miller, el dibujo es puro Jim Lee, con posturitas y splash-pages a tutiplén. Una compra totalmente prescindible…
Creo es la primera vez que pienso totalmente lo opuesto al que escribe la nota.
Para mi este cómic es infumable.
Ni siquiera pensándolo como un Otros Mundos me gusta.
Batman no es Batman. Las mujeres súper sexualizadas en los dibujos. Robín casi convertido en un asesino. La Liga de la Justicia cualquier cosa. Green Lanter…mejor no empiezo.
Asco. Asco de cómic, y me duele escribirlo siendo que esto esta echo por Frank Miller. El mismo Frank Miller que hizo «El Regreso…»
Tenia el tomo y lo vendí.
Recomiendo a todo el que no lo haya leído, que siga así, y se olvide de que existe este cómic.
8.4 para esto? bueno, cada quien :p
como curiosidad y perdona si lo mencionaste en tu articulo/reseña pero este Batman es el mismo que el de Dark Knight Returns
La aparición de Wonder Woman aquí es pa potarla. Y ya ni hablo de Hal Jordan.
La única obra de Miller que me asquea de verdad… que casualidad que esté dibujada por Jim Lee (a quien por cierto jamás le daría más de un 4)
El problema de este comic es que Miller se lo toma totalmente de coña (la habitación pintada de amarillo para recibir a Green Latern, por dios) y Jim Lee (que debe ser la primera vez en su vida que se marca una narración decente gracia a Franky la buena parte del público se lo toma en serio.
¿Habéis leído Batman vs Spawn? Pues es lo mismo, Miller presentando a Batman como un psicópata enajenado que no te puedes tomar en serio(desde luego, no creo que sea casualidad que ambos tebeos fueran con los Image Boys y no dice mucho de la opinión de Miller de las capacidades narrativos de ambos, teniendo en cuenta que él llevaba desde los tiempos de Elektra Assasin adaptando sus guiones a los puntos fuertes de su colaboradores).
Pues eso, un chiste. Si hace gracia o no ya depende de cada uno.