La risa es un placebo para el alma. Ya lo decía Aristóteles en su célebre libro la Poética, la risa es un atributo humano y no hay nada mejor que el buen humor para afrontar la rudeza del camino de la vida. Skottie Young debe conocer bien este mantra pues se ha especializado en traer el buen humor a la producción que realiza en la Casa de las Ideas. Conocidas por todos son sus portadas variantes con versiones infantiles, las célebres baby variants, que comenzaron como un juego y ya son toda una tradición en la editorial. Y es que estos adorables bebés Marvel son como los videos de gatitos tan recurrentes por internet, no puedes dejar de mirarlos. Fuera de la aparente simpleza de las representaciones, el dibujante aplica toda su fuerza narrativa para contar y transmitir infinidad de detalles en una sola ilustración. Todo un prodigio al que muy pocos pueden acceder y Skottie lo consigue en cada una de sus numerosas portadas.
Qué Young es un maestro del dibujo no es algo que el que escribe estas líneas vaya descubrir al respetable a estas alturas. Los Premios Eisner que tiene en sus vitrinas son suficiente referente. Sus características al tablero de dibujo, el marcado carácter cartoon, lo hacen el indicado para representar el tono paródico e irreverente que a veces se hace necesario para afrontar la gravedad del cómic del superhéroes. El artista ha seguido expandiéndose en el proceso creativo hasta el punto de ser el máximo responsable de una serie regular Marvel, Rocket Racoon, en la que se ha alternado al dibujo pero siempre manteniendo el control del guión. Por tanto, el camino hacia el autor completo con éxito no es algo nuevo para él. Ahora afronta su mayor reto al poner en solfa a todas sus variantes de bebés superhéroes al amparo del nuevo panorama creado en Secret Wars. Y para ello se sirve de un concepto que se hizo popular gracias al crossover de 2012, Avengers vs X Men, que despojado de su contexto, no puede resultar más ridículo. El enfrentamiento entre mutantes y Vengadores ha sido una constante desde los tiempos de Stan Lee, aunque fue llevado al paroxismo por la editorial en fechas recientes. El autor se sirve de la idea en bruto para traernos diversión a raudales. Y eso que de momento solo ha contado con apenas veinte páginas.
La serie es una genialidad, llena de auténticos puntazos que te hacen sacar desde una sonrisa facilona hasta una sonora carcajada. Quizás con esto debiera ser suficiente para que todos fuésemos en cascada para hacernos con ella pero mejor explicamos un poco el panorama para aquellos que aun anden indecisos. Comenzamos con un idílico paisaje de suburbio americano situado en el territorio de Battleworld llamado Marville. Fuera de las luchas de poder se encuentra este luminoso enclave presentado por Young a ritmo de pegadiza melodía. En esta zona confluyen dos calles, la vengadora y la de los X Men, y los conflictos entre la chavalería de ambos lados es una constante, hecho que se va a reforzar con la llegada de unos inesperados vecinos. El autor no se queda recluido en un limitado número de personajes que representan a cada a franquicia sino que se da el lujo de traer a colación a villanos o caracteres de nuevo cuño (como Spider-Gwen), con lo que intuimos que va a involucrar a la mayor cantidad del Universo Marvel posible, versión tiernos infantes.
En el aspecto gráfico poco que añadir, Skottie Young sabe muy bien lo que hace y despliega sus planchas con una narrativa ágil, totalmente desenfadada y con una sutileza expresiva digna de elogio. Su capacidad de transmitir en cada viñeta es particularmente envidiable. Para el tratamiento de color se hace acompañar por su colaborador habitual, Jean-Francois Beaulieu, que aplica en cada página una explosión de tonalidades que acoplan como anillo al dedo al dibujo. Talento, talento y más talento.
Si todavía no está claro si a un servidor le gustado el número en cuestión solo queda decir lo siguiente: Skottie, eres un genio. Has conseguido insuflar una vida a tus babies que ya intuíamos en las portadas pero que ahora nos han maravillado en movimiento. Así que aplauso total a este Giant Size Little Avengers vs X Men, donde Skottie Young, como cual Guillermo de Baskerville, nos ha vuelto a recordar lo importante que es la risa y lo bien que sienta simplemente pasar un buen rato. A su pies, maese Young.
Secret Wars está acogiendo multitud de proyectos relacionados con antiguas sagas o crossovers. Algunos son reinvenciones que poco tienen que ver con el original, pero otros son secuelas que parten de un final diferente. Este es el caso de X-Tinction Agenda, título que los lectores hispanohablantes conocerán como El Proyecto Exterminio. Una saga donde los diferentes grupos de la franquicia mutante unían fuerzas para derrocar al tirano Cameron Hodge, el cual oprimía a los mutantes de la nación de Genosha. Alex Summers y Rahne Sinclair se quedaron en la isla para supervisar las tareas de recuperación y la instauración de un sistema democrático. En algún momento un editor dio marcha atrás, y Kaos y Loba Venenosa volvieron a los X-Men en tiempo récord. Es aquí donde la nueva serie de Marc Guggenheim difiere de los hechos oficiales. En X-Tinction Agenda el guionista se propone relatar la historia de Genosha en un universo donde Kaos y Loba Venenosa no se marcharon.
La historia transcurre diez años después de la caída de Hodge y mucho ha cambiado. Un terrible y letal virus asola la nación mutante. Las hambrunas y las rebeliones son el pan de cada día. El gobierno mutante solo puede ver con impotencia cómo el virus se extiende por toda la isla mientras intentan preservar el orden. Quieren ayuda externa, pero la nación de Genosha ha sido puesta en cuarentena por las regiones más cercanas, ya que la líder de los X-Men teme que el virus se extienda más allá de Genosha. Los mutantes de la isla, incluido su líder, no ven con buenos ojos la decisión de los X-Men, y, conscientes de que han sido abandonados, elaboran un plan desesperado y con fatales consecuencias si fallan. El argumento básico podría pasar por una historia al margen de Secret Wars, y la única página dedicada al mundo de Battleworld podría haberse sacado sin problemas.
Si el lector está dispuesto a obviar la obligatoria referencia al evento de turno, encontrará un número escrito con oficio. Siendo un universo alternativo, Guggenheim se toma la libertad de escribir unos héroes diferentes a los que conocemos. Su Kaos es ahora un líder resoluto y valiente, igual que su hermano en sus mejores moments; Loba Venenosa no difiere mucho de su contrapartida original, pero es fácil detectar cierto salvajismo en el campo de batalla; y ciertos X-Men aquí son mucho más taciturnos que de costumbre a causa de todo lo que han debido de vivir. Hay quien argumentaría que también son un poco hipócritas en este cómic, pero tampoco es que sea una cualidad nueva. El escritor resalta bien las diferencias entre la Genosha actual, un escenario de batalla post-apocalíptico, y la zona de los X-Men, mil veces más idílica. A esto contribuye el dibujante Carmine DiGiandomenico, cuyo dibujo encaja perfectamente con el guión de Guggenheim. Ya sea batallas masivas o los X-Men jugando al beisbol, el dibujante cumple con nota. Un dibujante que se merece más reconocimiento, sin duda.
Es el primer número de una nueva serie y como tal, centra sus esfuerzos en introducir al lector y preparar el escenario de juego. No quiere ser una obra maestra, como casi cualquier cómic de superheroes actual, pero demuestra ganas de entretener y amor hacia el material de referencia. Queda por ver cómo mantendrá el interés de los lectores, pero la impresión es buena. Serie recomendada sobre todo para quienes sueñan con cómo hubiera sido la franquicia mutante si Rob Liefeld y sus amigos no hubieran sido los sucesores de Chris Claremont.
Secret Wars
Ultimate End
Planet Hulk
A-Force
Old Man Logan
Inferno
Inhumanos: Attilan Rising
M.O.D.O.K. Assasin
Infinity Gauntlet
Secret Wars 2099
Future Imperfect
Years of Future Past y Armor Wars
Secret Wars: las 41 tierras de Battleworld
Quién es quién: Los Thors de Secret Wars
Secret Wars. Revisitando el Mundo Batalla Original
Secret Wars#2 en diez viñetas
Secret Wars Semana 3 en diez viñetas
Tribuna Secret Wars. A-Force y la cuestión de género en el Universo Marvel
Secret Wars Inferno. La vida de Illyana en el Limbo
Secret Wars Semana 4 en diez viñetas
Phantom Eagle, historia del piloto que vuela en Secret Wars
La vuelta a lo asombroso de Dan Slott
Creía que los peque-vengadores y los mini-mutantes me iban a cansar, y es cierto que tenerlos en las portadas de cada nueva serie Marvel desde hace años empiece a hartar un poco, pero este número es una delicia encantadora, hasta el punto de querer tener peluches de los pequeñajos, o serie animada al estilo de aquél Superhero Squad. Skottie ya ha escrito la letra para su sintonía, y estoy deseando que le pongan música.
El Little AvX ha sido una pequeña delicia de número.
Es que ya Mapache Cohete es una pequeña maravilla.
En dibujo. En guión es una chorrada llena de clichés que no le hace gracia ni al propio Young
Se me olvidaba felicitar a todos los redactores por el trabajo con las reseñas de este año new now de Marvel. (A los de DC ya les felicito en su post.
Me interesa esta serie de un mundo -o isla- apocaliptico al borde de la extinción pero dudo que la pueda leer viendo como la prioridad de Marvel-Disney es otra.