Los héroes regresan
Brian Michael Bendis, otrora responsable principal del devenir del Universo Marvel, en compañía de uno de los principales colaboradores de su extensa carrera, David Márquez, arranca su etapa sobre el grupo principal de DC Comics. Como con cualquier colección del de Cleveland, arrojar conclusiones excesivamente precipitadas con una mera grapa puede ser un acto atrevido, tanto por su estilo como por la ambición depurada que siempre pretende ir trabajando pasados varios meses, sin que la inmediatez o espectacularidad instantánea hayan sido su principal preocupación en este último tramo de su carrera. Parece más centrado, en esta ocasión, en el conjunto, en ir descubriendo con pulso de cirujano lo que la colección puede dar de sí, en lugar de proponer una visión más rupturista como la que pudo tener en el pasado, sobre todo en la primera década de los 2000.
No obstante, si hemos de evaluar esta primera aproximación, el número resulta insulso, carente de emoción en la presentación de temas y, sobre todo, en lo referente a Naomi. Un personaje así, todavía desconocido por una parte del conjunto de aficionados de DC Comics, requería de algo distinto que individualizara sus virtudes a la hora de ser introducida en la colección. El motivo termina por ser peregrino, vacío de interés y, a la espera del resto del arco, puede ser un problema tanto a corto como a medio plazo.
En segundo lugar, la acción no termina de funcionar. No porque haya multiplicidad de espacios (reducidos fundamentalmente a dos) o por los propios personajes, sino por la vacuidad de lo que se cuenta y la nula conexión a la hora de exportar ideas por parte del escritor de Superman.
El dibujo de David Márquez, alejado no obstante de la espectacularidad que ha podido desarrollar en otras series, resulta refrescante, perfecto en el diseño de ciertos protagonistas como el propio Superman o Black Adam. Las limitaciones del guion hacen que no contemos con secuencias especialmente enrevesadas en las que un talento tan particular como el suyo alcanzara un nivel superior, pero exhibe personalidad y buen juicio a la hora de resolver mediante el diseño de página ciertas cuestiones creativas. El color de Tamra Bonvillain ayuda, por supuesto, aportando matices a la historia y entendiendo a la perfección el rumbo que esta ha de tomar, sobre todo en las escenas de acción con Black Adam.
No es este, por lo tanto, un número de presentación a la altura. Ni culmina con lo que ha de contar ni sabe presentar a los personajes de un modo convincente. El nombre de sus creadores y la innegable atención que reciben en el conjunto de colecciones hacen que sea necesario una mayor concreción de ideas en futuras grapas para dar con una conclusión más esbozada de lo que hemos visto.
Como complemento, Xermánico y Ram V nos ofrecen un primer vistazo a lo que vendrá en la colección Justice League Dark. Tanto en los números guionizados por James Tynion IV (acompañado de, entre otros, Álvaro Martínez Bueno) como en los últimos por el propio escritor de Costas Salvajes, el nivel de la misma se ha mantenido por encima del notable, con creatividad y estilo, así como una idea clara de lo que ha de ser la magia en el Universo DC, dándole a personajes como WW un nuevo horizonte y responsabilidad en el devenir de los acontecimientos para el mundo del azar y la hechicería.
Con monólogo interior, tan presente en sus obras, Ram V desarrolla un par de cuestiones que hacen que el interés se mantenga en el camino correcto, con las mismas virtudes que ya pudo esbozar con anterioridad a Future State en la cabecera. Xermánico resulta el dibujante adecuado para un nuevo viaje que se promete atractivo, inquietante y distinto a la mayoría de colecciones de la editorial. Pura Liga de la Justicia Oscura, en definitiva.
Lo mejor
• El dibujo y color de David Márquez y Tamra Bonvillain
Lo peor
• La historia carece de interés y resulta anodina.
PRIMER NÚMERO INSULSO
Dibujo - 7.5
Guión - 5
Interés - 8
6.8
Un primer número poco acertado para una colección destinada a sentar las bases de DC Comics en el futuro.
Un comienzo algo regular, pero no tan malo como otras series de grupos de Bendis, que es su punto débil. Mi principal queja es la caracterización de Aquaman, que Bendis no parece entenderle para nada.
La historia de la JLD ha estado mejor, pero ya estoy harto del trato que recibe Zatanna. Parece que cada guionista que la escribe lo primero que hace es nerfearla para que no pueda usar su magia, y es en plan de, ¿que puto sentido tiene Zatanna es una serie de magia si no puede lanzar hechizos?
No subestimemos la sola presencia de Zatanna en medias de rejilla, pero sí, los magos siempre necesitaron de cierta inventiva para medir el alcance de sus poderes
Pero es que parece que siempre tienen que nerfear a Zatanna y hacer que sea incapaz de usar magia es frustrante de narices, sobre todo para los fans del personaje.
Es cosa mía o Black Adam ahora que es Adam y es más guapete y más… caucásico?
Pensé justo lo mismo, si te digo la verdad jaja.
Parece mas que Shazam se a cambiado la ropa por la de Black Adam