Después de cinco números, volvemos a la normalidad (por llamarlo de alguna manera), con el equipo creativo habitual, Brian M. Bendis y Alex Malaeev.
Mucho podemos hablar de la lentitud con la que Bendis avanza en el argumento y de que no es tan genial como se comenta por ahí, pero hay que reconocerle un mérito, y es que pocas veces hemos visto al “Superhéroe Ciego” en situaciones como las que últimamente está viviendo.
Como en cada comienzo de una nueva trama, en este primer cómic no ocurre casi nada, pero se ponen las bases para desgranar el argumento. Es un cómic “trampa”, ya que, subsisten en él distintos conflictos que, bien van creciendo conforme avanza la etapa de Bendis, bien surgen en este nuevo número.
Al dibujo, y siempre perfecto para el tono de la serie, Alex Malaeev. Nada que decir u objetar; Casi me atrevería a decir que, a ratos, parece mas “limpio” y menos “confuso”, pero habrá que ver si es sólo puntual o una evolución.
En fin, que, Bendis no da síntomas de cansancio y tiene las ideas muy claras. No deja nada a la improvisación y eso se agradece.
Un último consejo; Es mejor que esperéis a tener el arco completo para disfrutarlo y saborearlo mucho mejor.