Reseñas DC: Batman – Elmer Fudd Special #01

 

Edición original:.
Edición nacional/ España:.
Guión: Tom King.
Dibujo: Lee Weeks.
Entintado: Lee Weeks.
Color: Loverns Kindzierski.
Formato: 32 páginas, grapa, color.
Precio: 3,99 $.

 

Nuevo especial de la tanda dedicada a cruzar a los personajes de DC Comics con los Looney Tunes. En esta ocasión estamos frente a un número que no solo nos trae a uno de los principales personajes de DC, Batman, sino también a uno de sus guionistas más en forma, Tom King, con la intención de hacerlo coincidir con Elmer Fudd (Elmer el Gruñón) en el que sin duda alguna es uno de los mejores, por no decir el mejor, de todos los especiales de estos peculiares crossovers.

Elmer es, de nuevo, una creación de Chuck Jones, cuya primera aparición se remonta a 1940 en un episodio titulado Elmer´s Candid Camera. Sus aventuras, o más bien desventuras, giran siempre alrededor de la figura de Bugs Bunny y el Pato Lucas, en una persecución sin fin aparente donde Elmer intenta dar caza a los dos escurridizos animales antropomórficos, sin mucho éxito.

Vestido de cazador, con escopeta en mano, recorre los bosques… al menos hasta esta historia en la que la acción se traslada a Gotham City y la cacería se convierte en una historia de novela negra.

Cada especial ha gozado de su propio enfoque en cuanto a agrupar a dos franquicias tan aparentemente alejadas la una de las otra. King y Weeks, no obstante, optan por la fusión de forma cruda, directa y sin anestesia, de tan particulares universos a fin de construir una relato profundo y arenoso donde los criminales de la ciudad de Batman son versiones humanoides de personajes tan reconocibles como Porky, el Demonio de Tasmania o el propio Bugs Bunny.

Elmer busca al asesino de su novia de forma intensa, rebuscando en los bajos fondos, hasta conseguir un nombre, Bruce Wayne. Ciego por el ansia de venganza, emprenderá su cacería más peligrosa al desconocer a quien se va a enfrentar en realidad.

Una historia oscura. ¿Verdad?

Sin embargo, King, logra impregnar esta atmósfera enrarecida de un humor más que patente, reforzado por el trabajo de Lee Weeks que, con su estilo de línea gruesa y sombras plomizas, se solidifica en una historia mucho más ambiciosa de lo que puede parecer a simple vista. King trabaja la caracterización de forma magistral para añadir peso emocional a una trama que discurre de forma aparentemente inocua. El guionista no se ha limitado a escribir un guion para cumplir el expediente y nos regala un especial que realmente hace honor a su nombre.

La historia es desgarrada y permite que dos personajes tan distintos tengan un punto en común en su desgraciada existencia. Puede parecer simpático tener a Elmer enfrentándose al Hombre Murciélago, mientras le grita con su característica forma de hablar, pero lo cierto es que lo que King ha logrado con este especial tiene un mérito enorme.

King arrastra cada página de forma que podamos impregnarnos de cada gota de lluvia, de que sintamos el áspero sabor del alcohol barato que se consume en Porky´s y notemos el desagradable olor del humo de los cigarrillos de tabaco de importación mezclado con el caliente aroma de la pólvora. Todo ello conforma un manual perfecto de una historia noir en la que uno queda irremediablemente atrapado. King hace uso de los tópicos de forma magistral y los integra con precisión quirúrgica para que, a modo de finas astillas, perfilen y apuntalen mejor una historia que ya de por si se muestra extraordinariamente eficaz.

King da la sorpresa con este trabajo, en el que podría haber optado por cumplir con una historia menor, cobrar y seguir centrado en sus trabajos más lucrativos, pero sin embargo, opta por darlo todo y construir una historia donde la tristeza, la melancolía y la oscuridad de dos personajes como Batman y Elmer chocan para brillar más y mejor juntos, sin que el conjunto resulte ridículo. La elegancia de este trabajo es soberbia y el buen gusto con el que está escrito, donde el humor es humor de calidad, sin chistes fáciles, sutil, inteligente, arraigado dentro de la viñeta de tal forma que no entorpece y si enriquece lo que Weeks nos está ilustrando de forma magistral.

Lee Weeks puede que no aparezca en una lista de nuestros diez dibujantes favoritos, pero lo que hace en este número es pura poesía narrativa. Su trabajo es una lección de estilo depurado adaptándose a la perfección a lo que se quiere contar, sin estridencias, sin lucimientos innecesarios, para centrarse en lo que importa de verdad: la perfecta sintonía entre guion y dibujo. El tándem es perfecto y bien podría ocuparse Weeks de dibujar alguna de las historias de King en Batman, pues a buen seguro iba a demostrar por qué lo clásico nunca muere.

Un especial que es toda una bofetada en la cara y que hace que despertemos del posible sopor en el que nos podíamos encontrar. Un especial que deslumbra por si mismo y que viene a demostrar que en este tipo de propuestas, aparentemente sin sentido, pueden encontrarse grandes historias. Un especial intenso y profundo que merece de toda nuestra atención.