Reseñas DC: Batman Eternal #1

Si tu personaje de cómic favorito es Batman estás de suerte. En realidad, llevas estando de suerte unos cuántos años pues su presencia en el universo de la editorial americana DC Comics es muy amplia. Aunque para muchos excesiva, no cabe duda de que esta amplitud en su frecuencia se debe al gran poder de convocatoria que Bruce Wayne arrastra consigo y que aúpa sus colecciones a los puestos más altos de las listas de venta con infinidad de series y personajes secundarios. En este caso llega Batman Eternal, una serie semanal que llega justo para celebrar el 75 aniversario del personaje, con Scott Snyder, James Tynion IV, Tim Seeley, Ray Fawkes y John Layman a los guiones y autores como Jason Fabok, Andy Clark o Scott Eaton a los lápices. Muchos de ellos ya han estado la órbita editorial del superhéroe gothamita y la mayoría de ellos de forma reciente. ¿Estarán a la altura?

Valoración:

Se presumen sentimientos encontrados cuando uno comienza a leer una serie como Batman Eternal. Buenos porque aún en nuestro paladar quedan trozos del exquisito sabor que dejó 52. Malos, por otra parte, puesto que Batman comienza a estar demasiado sobreexplotado en este Nuevo Universo DC. Vale que siempre ha sido un personaje con tendencia a aparecer en buena parte del Universo de la editorial desde que Tim Burton se pusiera tras las cámaras para narrar su historia, pero parece que el reinicio no ha sido tan exitoso como esperaban y a la mínima de cambio tiran de Bruce Wayne para que les arregle los diversos desaguisados. Si nos evadimos de estos sentimientos y ponemos todas nuestras ganas para leer el cómic descubriremos en él un gran potencial, aunque es complicado sacar conclusiones del número 1 de una serie semanal ya que dentro de dos meses tendremos 8 números y las cosas pueden haber ido por un número infinito de cauces diversos.

Parece que Batman Eternal va a ser la fiesta del murciélago. Por las declaraciones que han ido dejando sus responsables en todos los medios y por lo que se puede ver en las solicits, toda la rica variedad de secundarios y villanos del personaje tendrán su momento de protagonismo en la serie, que servirá para afianzar a buen seguro su lugar en el universo editorial y muy posiblemente dejar las cosas bien ordenaditas a su conclusión con un gran número de cambios respeto del status quo actual. Da la sensación de que la serie está aquí para dar la vuelta al mundo del murciélago ya que es cierto que éste necesita un buen revolcón pues entre tanto evento y quiero-y-no-puedo sus viñetas transcurren por los mismos cauces que hace 20 años. En el cómic que nos ocupa el protagonismo recaerá sobre el principal secundario del hombre murciélago, Jim Gordon (consideraremos a Alfred como un “primario”), quién disparará una bala que no debía, y sobre un policía recién llegado de Detroit por recomendación del propio Gordon, Jason Bard, un viejo conocido de la editorial que hace su primera aparición tras el reinicio y que verá como sus primeras horas de trabajo serán todo un infierno. Si no viviéramos entre tanto inmovilismo comiquero me atrevería a decir que podría aspirar a sustituir a Jim Gordon en el futuro.

Lejos quedan los monólogos de Scott Snyder y sus grandilocuentes diálogos repletos de pretensiones. Si su nombre no apareciera en los créditos como coguionista la verdad es que no lo echaría en falta en ningún momento. Batman Eternal está definitivamente enfocado a la acción y desde la primera viñeta tendremos la oportunidad de asistir a un gran despliegue pirotécnico: fuego, explosiones, tiroteos, persecuciones… todo eso en 20 páginas que se nos pasarán volando y que culminan con un final a la altura que seguro muchos querrán continuar. No sabría decir cual ha sido el guionista de más peso en este cómic en concreto de entre todos los que aparecen como acreditados, pero mi sentido arácnido (¡!) me dice que este cómic tiene más de James Tynion IV y John Layman que de Scott Snyder o Tim Seeley. Probablemente nunca lo sabremos.

De lo que no caben dudas (y más que nada porque es el único que aparece en los créditos como dibujante) es del arte de Jason Fabok. Rutinario sería la palabra que usaría para describir su dibujo. Efectista si me apuras. Todos sabemos del buen hacer de Fabok en los dibujos pero lo que es la innovación parece que no va consigo. Y no me malinterpretéis, su arte no rechina en ningún momento y la acción es narrada de una forma trepidante y sin concesiones pero da la impresión de que el poco tiempo transcurrido desde su recién concluida etapa en la decepcionante Detective Cómics no le hace ningún bien pues no se me quita de la cabeza el estar leyendo un capítulo más de ésta donde John Layman comenzaba sus arcos deliciosamente bien para acabarlos de forma calamitosa. Dejémoslo en correcto, si bien es cierto que alguna explosión parece menos explosión de lo que realmente debería haber sido, puede que respondiendo a una fantasmada desproporcionada pero buscada o a un sinsentido en toda regla (aquellos que lean el cómic sabrán a que explosión me refiero).

Estamos, en definitiva, ante un buen cómic de Batman. De esos de acción y algo previsibles en el que si mi intuición no me falla el propio Batman cederá el protagonismo a u enorme abanico de secundarios y a un malvado plan urgido por un gran villano que pondrá su mundo patas arriba. Sobrarán las emociones, lo que no se es si lo hará la paciencia.

Valoración:

El primer número siempre es muy importante. Si no has cautivado lo suficiente al lector, es difícil que venga a por más. Pero a veces no basta con hacer las cosas muy bien, y tener un final potente que te hagan venir ganas de ir a por más el siguiente mes. O en este caso, la siguiente semana. A veces, también necesitas algo potente de inicio para atraer la lectura, de aquellos que posiblemente no tenían intención de leer el cómic. Las previas de internet son de unas pocas páginas, seguramente las mismas que ojearías con un dedo, dentro de una tienda de cómics o lugar de venta de los mismos. Y en Batman: Eternal #1, no gastan páginas para atraer la atención. Con la primera, se bastan y se sobran. Poniéndonos hacia el final de la serie semanal – Batman #28 estaba ubicado al final del segundo tercio de la historia -, vemos como Gotham City está en llamas, y Bruce Wayne está crucificado, en la señal rota y con el símbolo en sangre del murciélago en su pecho, mientras el malo se regodea de sus maldades. Un servidor no lo puede evitar, si es un enemigo de Batman el villano de la historia, me puede encantar. Pero si el villano no es por Batman, sino pro Bruce Wayne, siempre tienen ese factor que haga que lo pueda disfrutar más si cabe. Este, entre otros muchos otros aspectos, es por lo que disfruté tantísimo de la etapa de Grant Morrison. Supongo que es por el hecho, que jamás he congeniado con la idea de que Batman es la persona, y Bruce Wayne la máscara. Y por ello, toda historia que intercambie esa concepción, o al menos equipare por igual Batman con Bruce Wayne, bienvenidas sean – lo mismo me pasa con Superman/Clark Kent, salvo que en ese caso, adoro si el villano es por Clark Kent y no por Superman o Kal-El -.

Tras esta carta de presentación, la acción se traslada inmediatamente al principio de toda esta historia. Jason Bard, quien los aficionados recordarán por su relación con Barbara Gordon, en obras como Batgirl: Year One de Scott Beatty, Chuck Dixon y Marcos Martin, debuta en el nUDC en su llegada a Gotham City. Quien lo recibe no es el Comisario Jim Gordon, sino Harvey Bullock. El motivo, es que Gordon está intentando detener al Profesor Pyg. Afortunadamente, Scott Snyder y James Tynion IV han hecho los deberes, y tenemos al Pyg de Morrison, y no un villano genérico con sólo su aspecto. Son detalles importantes, que a uno pueden hacer sumergir más en la lectura, o sacarte completamente. Batman entra en acción para ayudar a su compañero y amigo Jim, pero acaba siendo un secundario en este primer número. El protagonista es James Gordon, y en extensión, el Departamento de Policía de Gotham City. El cual, todo hay que decirlo, varios de sus miembros más destacados han venido de fuera – Jim Gordon de Chicago, Maggie Sawyer de Metropolis y ahora Jason Bard de Detroit -. La historia también nos presenta al Jefe de Policía Forbes, que tiene tanta pinta a que será malo, que podría ser simplemente un capullo – a veces lo que parece maldad, es pura ignorancia/estupidez. Todo transcurre normal, como en otro número más de una serie de Batman… hasta que Jim Gordon aprieta el gatillo. Y no ocurre lo que tendría que haber ocurrido, y el infierno se desata. No el que vemos en la primera página, pero como bien indica el misterioso villano, aquí empezó su gran plan.

En la primera doble página, se nota que Scott Snyder pasaba por allí. Aunque está junto a uno de sus aprendices, el monólogo rimbombante, especialmente si es sobre Gotham City, es muy marca de la casa. Es algo que esperemos, no terminen heredando sus alumnos. Quizás sea de lo poco genuinamente suyo, ya que más allá de los primeros números, su nombre se diluirá completamente, más allá de ponerlo para que el cómic venda más. Por su lado, también se nota que James Tynion IV trabaja junto a su mentor. Sus mejores trabajos han sido conjuntamente con él, aunque se marcó un gran número en el Mes de los Villanos, con el número dedicado a Ra’s Al Ghul. Desafortunadamente, eso no se tradujo en una mejoría en su estancia en Capucha Roja y los Forajidos. Pero en este sentido, el tener que trabajar conjuntamente, y renunciar a arcos demasiado extensos, seguramente haga que podamos tener la mejor versión del escritor. Y sobre el arte, un servidor está encantado con Jason Fabok. Espero que esta serie semanal sirva para elevar el nombre del artista, ya que supera con creces a su mentor David Finch en muchos aspectos. Quizás lo único que se le podría pedir, es que ya se trabajase en alguna linea argumental más, aparte del misterioso enemigo, y todo lo relacionado con Jim Gordon. Pero dado que es un cómic de 20 páginas, y además de formato semanal, es más un deseo que algo negativo. Es un cómic muy completo, visualmente espectacular – esa imagen de Batman y Gordon a la caza de los villanos, es para tenerla colgada en la habitación -, en que no sólo te satisfecho y con ganas de más. Te hace replantear, con lo visto y lo que han comentado los autores que podemos esperar, cual es el verdadero significado de Batman: Eternal. Yo desde luego, tengo intención de llegar hasta el final para descubrirlo.