El año pasado pudimos disfrutar de uno de los crossovers más celebrados e interesantes que recordamos: Batman y las Tortugas Ninja, cuya edición de ECC reseñamos en su momento. Una historia convencional y poco profunda que, aunque no consigue que te acuerdes en detalle, sí que te deja un buen sabor de boca cada vez que acude a tu memoria. Por lo general estos crossovers son así, olvidables pero interesantes y entretenidos, especialmente si eres fan de los universos que se cruzan, como es por fortuna el caso que nos ocupa.
He sido fan de las Tortugas Ninja desde niño, especialmente de la serie animada y las películas noventeras, siendo mi favorito Michelangelo, del que además poseía uno de los míticos muñecos de Bandai. Pero he de confesar que la fiebre de las tortugas en mi caso se quedó en los noventa, y nunca me acerqué a ninguno producto suyo más, salvo a la primera de las recientes películas producidas por Michael Bay. Fue con esta última precisamente, y con la lectura del primer crossover con Batman publicado por DC Comics e IDW que me volví acercar a estas cuatro adorables y carismáticas tortugas. Sobra decir que debido al factor nostalgia, la conexión con la historia fue inmediata y la lectura liviana y placentera. Tanto es así, que en algún momento me he planteado ponerme con los cómics originales de Kevin Eastman, a los que nos les he hincado el diente antes por ser demasiado underground para mi gusto. Por ello, con un servidor lo tienen fácil para seguir atándome como lector en la segunda parte del crossover, cuyo primer número se acaba de publicar en USA, y que sirve de excusa para la reseña de hoy.
En esta segunda miniserie, también de seis números, repite el mismo equipo artístico, con
Lo cierto es que, más allá de villanos, la historia comienza con una interesante reflexión de Donnatello sobre sí mismo y sobre su papel en el grupo de ninjas justicieros que conforma con sus hermanos. Tynion IVexplora ligeramente en este primer número la psicología del personaje, sus demonios y complejos, planteando una historia interesante que sin embargo al final del número parece convertirse en algo más convencional, e incluso paralela a la historia anterior, en tanto en cuanto parece que va a existir una vez más una confluencia/rivalidad de villanos de ambos universos. Aunque ya veremos, habrá que esperar cómo el guionista decide continuar la historia, bien siguiendo un rumbo mainstream sin nada más que aportar, o bien por algo más intermedio con algunos aspectos interesantes que le den cierta profundidad a la historia, como el tema de Donatello que comentábamos antes. Aunque teniendo en cuenta que las Tortugas Ninja son un producto bastante enfocado al público infantil, no espero que la historia vaya por esos derroteros, y nadie podría culpar demasiado al pobre de James Tynion IV.
En el apartado artístico tenemos a Freddie E. Williams II en el dibujo y entintado, y a Jeremy Colwell al color. Ambos repiten en el apartado artístico porque, como reza el dicho: si algo funciona, para qué cambiarlo. He de decir que he visto una leve mejoría en Williams II, que se me antojaba un tanto caótico y sucio en la anterior miniserie, y que aquí parece haber pulido un poco su trabajo, sin traicionar su estilo y el homenaje artístico que en buena parte se hace al cómic original de Eastman. Es de destacar precisamente ese toque underground y tosco de Batman, las Tortugas, Bane y los ninjas del Clan del Pie, así como la solidez física de los personajes, que encaja muy bien, y que se consigue gracias al trabajo en el color de Colwell. Como punto débil se pueden señalar los fondos, que siguen siendo muy planos, y además hay cierto margen de mejora en el entintado de algunos personajes.
Guión - 7.4
Dibujo - 7.5
Interés - 7.3
7.4
Buen camino
Digna secuela de uno de los crossovers más entretenidos de los últimos tiempos, con una trama que empieza muy bien y que sin embargo se vislumbra al final como algo más convencional, pero que también puede resultar atractiva.
Interesante. Como fanático de los quelonios, ya en su día me quedé con las ganas de hacerme con primer crossover. Veo que toman como personalidad de las tortugas la de las series de animación y las películas (ese cowabunga y esos skates) en lugar del carácter más oscuro de los cómics originales (aunque no sé si en la colección de IDW toman uno u otro concepto).
Pinta bien. Ahora faltará ver si la edición española la publicará ECC o Norma Editorial (que es quién tiene los derechos de la serie de IDW en nuestro país).
La anterior miniserie la publicó ECC, así que imagino que esta en el caso de que se haga también será ECC.
A veces los derechos de este tipo de crossovers son compartidos y en otros casos pertenecen al 100% a una de las dos editoriales.