Que las grandes editoriales americanas lo tengan tan fácil para publicar cómics en Estados Unidos supone dos cosas. La primera, buena, que es sencillo arriesgarse y publicar en este medio productos que en otros medios lo tendrían mucho más complicado. La segunda, mala, que a la mínima chorrada que se les ocurra a los editores y que pueda captar unas pocas ventas en cuatro números antes de la cancelación de la serie va a ser publicada sin ningún tipo de tapujo.
Bloodlines #1 encaja en este segundo grupo. Para los lectores más jóvenes –entre los que me incluyo–, Bloodlines fue una historia publicada en 1993 que supuso un crossovers sin demasiada importancia en la que una raza de xenomorphos atacaban la tierra mediante una mutación y varios humanos normales se convertían en superhéroes gracias a ésta. Ahora, a algún editor de Burbank se le ha ocurrido la idea de, en plena transición a Rebirth y sin un mínimo contexto que lo justifique, publicar una miniserie llamada del mismo modo y que supone un remake o actualización de aquella historia dentro del contexto del Nuevo Universo DC.
El cómic está escrito por un J.T Krul que, se encarga en este primer número de presentar diversos personajes que responden a distintos tópicos de manual: la chica youtuber que cuenta su vida (este comienza a ser un tópico moderno) y el chaval minusválido que es marginado y se lleva muy bien con uno de los chicos popular del college son el mejor de los ejemplos. Más allá de ellos, el resto de personajes se nos presenta en una página en diferentes situaciones cotidianas que no aportan demasiado y que despiertan un nulo interés en quien lo está leyendo. Y sí, hay una gran fiesta en el bosque al final donde todo sale mal y el chico minusválido se convierte en una mole ultra fuerte que defiende a su mejor amigo de unos ciervos mutantes.
Y si J.T Krul da pereza de la buena (que alguien diga un cómic bueno de este señor) no da menos el dibujante V Ken Marion que debuta en la editorial tras su paso por pequeñas editoriales independientes americanas y que hace aquí lo posible para que DC Comics vuelva a contar con él en un futuro: copiar lo más que pueda a Brett Booth, un dibujante en alta estima en la editorial. Sin embargo, su trazo desigual y unas tintas y colores que no le hacen ningún bien hacen que Brett salga ganando en un duelo donde el veterano guionista de estilo noventero no tiene rival.
Intento pensar en alguien a quien le pueda interesar este tebeo y no se me ocurre nadie. Me gustaría preguntar a los más que posibles diez mil compradores de este cómic en Estados Unidos cual es su motivación: ¿Revivir un crossover indiferente del 93? ¿Conocer nuevos personajes? ¿Leer un nuevo cómic de su ídolo J.T Krul? Preguntas sin respuesta para un cómic condenado a nadar en la marea de un mundo en el que arriesgar es demasiado barato. Otra vez será.
Guión - 4
Dibujo - 4
Interés - 1
3
Un cómic innecesario que cuenta con personajes tópicos y una historia con muy poca originalidad que poco tiene que ver con la de 1993
Muchísimas gracias Tomas por la reseña, en verdad no solemos agradeceros el tiempo y dinero que nos hacéis ahorrar por obras que aunque no tienen nuestro interés, por unas cosas y otras al final podemos terminar por picar.
Lo dicho gracias por la desrecomendacion, porque salvo que alguien comente algo bueno sobre este número, será un cómic que no leeré.
Esto se ha sacado para conservar los derechos de poder usar Bloodlines en la portada, no os engañéis. Por eso cada X tiempo se suele sacar algún comic que no cuadra con lo que se hace en la editorial para poder tener los derechos sobre el titulo.
Si, huele a eso, de hecho ultimamente parece como si en las editoriales estuvieran acechando que personaje o marca esta cerca de caducar para renovar derechos, ademas huele a que estan marcando el terreno porque en Netflix tiene una serie con ese titulo
Serie mala,horrible,insultante. En la actualidad,sacar este tipo de comic es tener 0 criterio y conocer poco el mercado y lo que la gente pide. Guionista infumable y dibujante malo. En serio,quien edita esto demuestra tener nula fe en su producto. Y quiero pensar que es eso,que sacan un comic donde no importe quemar a sus autores con tal de mantener licencias con previsión a futuros formatos televisivos,si es que esta parida es exportable. Pero hacerlo con tan poca gana y sin pretensiones escogiendo a ese dibujante que es de juzgado de guardia en los tiempos que corren me parece un cachondeo,y más cuando DC no está para echar cohetes. Sumemos mas mierda a la pila. Su estilo noventero rancio,sumado a su limitación narrativa y a problemas acusados de proporicones (En esa cama duermen 5 y su despertador es del tamaño de un PC) hacen de el una presa fácil para un título que no importa una mierda y que al dibujante proporcionara curriculum y evitará quemar la reputación de culaquier otro que esté en plantilla y «si» importe. Brett Booth o Norm Rapmund están en DC por Jim Lee,ni mas ni menos. Esta gente hace tiempo que vive en otra realidad creativa o visual.
El comentario sobre la cama y el despertador me hizo el dia XDDDDDD , debo decir que concuerdo con la critica.
Por no hablar de la mochila «saco de dormir» y las muletas,que bien podrían ser zancos. Pero es que ese tipo de tonterías solo demuestran la falta de atención que este título ha tenido por parte del editor o staff. Se resolvía haciendo más grande al crío,ni mas ni menos. Hacer un slasher juvenil superheroico suena interesante,el problema viene cuando pones gente que está fuera de onda y no tiene bagaje narrativo ni escuela como el dibujante elegido. Solo mirad las caracterizaciones,Youtuber negra que lleva rastas,para demostrar que es afroamericana,ya que todos los personajes tienen la misma cara,y cuyo teléfono parece un alcatel de finales de los 90. Tipologías de cuerpos super noventeras sexistas. Una niña de 16 años gasta el mismo sujetador que otra de 25,bravo,en la época «Batgirl» volvemos a esteroetipos rancios. Poner piercings y tatuajes no hace «moderno» a un personaje si no lo acompañas de un estilismo acorde. Estlismo poco cuidado,falta de documentación,a quien va dirigido esto??? Haces un comic de instituto y visten como en la primera temporada de Buffy?? Solo mirad el trabajo de vestuario de David Lafuente o Sara Pichelli,eso es un comic del siglo XXI. Género de terror y luces y sombras brillan por su ausencia. Cójete un Creepy cualquiera y verás más atmósfera de terror en una viñeta que en todo este número….Aunque claro,si va de terror,quizá pro eso cojieron a ese dibujante,miedo da,MUCHO. Y más mierda que podría sacar. Esta serie,aún con ese guión lamentable,le pones un dibujante acorde,que trate bien el género de terror y juvenil y tendrías algo interesante. Un Francavilla,Duncan Fegredo o un Lafuente levantarían esto. Jim Lee fuera de DC,por favor. No aprovecha los personajes y licencias de wildstorm pero se trae a los artistas MALOS de sus antiguas franquicias. Para matarlo. Y luego Didio es Satanás??? Apuntad bien,que el mal de DC es asiático. Justamente donde menos mano puede meter ,la línea Batman es lo mejor de DC,por algo será.
No es exactamente un remake de Bloodlines, sino un reboot de los personajes que nacieron a partir de Bloodlines, como es el caso del «hulk azul de DC», el no muy célebre Loose Cannon (ese de la portada).
No he leído nada previo sobre esta miniserie, pero sí este primer número (justamente anoche) y comparto la crítica: no aporta nada de nada ni genera ningún interés; pero me parece que sí está claro por qué lo sacaron antes de Rebirth: justamente para revivir no sólo a Loose Cannon, sino -supongo- a algún otro salido de aquella miniserie de 1993 (¿Ánima, quizás?).
Saludos!
PD: En defensa de Bloodlines de 1993 (que fue horrible y sólo sirivió de pretexto para crear nuevos personajes a-la-Image, casi todos ellos horribles), fue allí donde nació Hitman. Ojalá lo resuciten también para este nuevo no-universo DC; pero dudo mucho que lo hagan en esta mini.