La magia es ciertamente un concepto clave de la cultura popular del siglo XXI. No solo gracias a la saga Harry Potter, elemento central del género en literatura y cine incluso en la actualidad gracias al lanzamiento de la precuela Animales Fantasticos y Donde Encontrarlos. En las editoriales de cómics también hay grandes exponentes de superhéroes que han disfrutado de gran popularidad en años recientes tales como el Dr. Extraño de Marvel, que ha llegado a contar con adaptación cinematográfica con Benedict Cumberbatch como portador del Ojo de Agamotto o la Bruja Escarlata, también encarnada en el celuloide por Elizabeth Olsen. Incluso el gran villano de Marvel, el Doctor Muerte, contaba con poderes nutridos de la inusual unión de ciencia y magia. DC Comics también cuenta con su cosmos de lo oculto con personajes como la hechicera Zatanna Zatara, Madame Xanadu, el mago Shazam, Raven, el inglés John Constantine, villanos como la Encantadora…
Hace 20 años, DC tenía la intención de devolver a la palestra a varios de los personajes de su entorno mágico. El escritor J. M. DeMatteis (Liga de la Justicia Internacional, Spiderman: La Última Cacería de Kraven) iba a ser el que escribiese esta historia junto a ilustradores tan destacados como Dave McKean, Kent Williams o Jon J. Muth.
Sin embargo, todos los autores acabarían por dejar el proyecto, por lo que DC decidió recurrir a Neil Gaiman como encargado del cómic. Gaiman entonces concebiría una historia protagonizada por un joven de 12 años llamado Timothy Hunter, cuyo amor por los libros e interés por la magia le motivarían para tratar de alcanzar su sueño de convertirse en el mejor mago del mundo en un proyecto que se llamaría “The Books of Magic” (Los Libros de la Magia).
Gaiman escribió la historia como una miniserie de cuatro números ilustrados cada uno por un artista diferente. Los elegidos serían John Bolton, al que se conocería sobretodo por su trabajo en X-Men Classic, la serie mutante que contaría historias adicionales de los mutantes de Chris Claremont, Scott Hampton, Charles Vess (que años más tarde crearía junto a al escritor britanico el cuento fantástico Stardust) y Paul Johnson. La serie cumplió su finalidad y en ella aparecieron la gran plana de personajes del universo fantástico de DC: Constantine, Fantasma Errante, Zatanna, Deadman, Etrigan, Eclipso… Tres años después vería la luz un segundo volumen de la historia, concebido ya como serie regular que constaría de 75 números y dos Annuals comprendidos entre los años 1994 y 2000 con el autor Peter Gross (Lucifer y especialmente ilustrador de una de las últimas grandes obras de la linea Vertigo, The Unwritten, con guión de Mike Carey), como principal impulsor.
Coincidiendo con el trigésimo aniversario de Sandman, DC Comics anunció este año el lanzamiento de la línea The Sandman Universe, un sello supervisado por el propio Gaiman y en el que darían comienzo cuatro series regulares ambientadas en el universo creado por el escritor: Lucifer, The Dreaming, The House of Whispers y el regreso de The Books of Magic como serie regular. En el equipo creativo están la escritora Kat Howard, autora especializada en género fantástico y “protegida” de Gaiman, con el cual ya colaboró en la antología Stories, y que ha publicado su primera novela, Roses and Rot, en el 2016. Por otro lado, en la parte gráfica está el dibujante canadiense Tom Fowler, que ha trabajado para DC previamente así como para Marvel o Valiant en colecciones como Green Arrow, Venom o Quantum & Woody.
En este número vemos como Tim Hunter, huérfano de madre y con una penosa relación con su padre, está en el instituto y sueña con usar la magia. Tal es su obsesión con ella que está condicionando sus estudios así como las relaciones con sus compañeros. Sin embargo, una profesora sustituta le ofrece ayudarle a despertar todo su potencial. Es un número uno bastante básico para comenzar esta colección donde solo se presenta al protagonista, a una parte de su entorno y poco más.
Realmente tiene pinta de que el ritmo de la serie será lento y de que se irán introduciendo más secundarios, antagonistas y conceptos poco a poco. Eso no suele ser malo si está bien hecho. El problema es que el número que hacen Howard y Fowler parece demasiado genérico para un título de esta línea. Es difícil conectar con Hunter y este número no logra crear interés por el. Los secundarios un arquetipo demasiado conocido: un matón del instituto que cree que el protagonista está como una cabra, el interés amoroso, situación familiar desestructurada o el mentor misterioso. También hay que resaltar la controversia sobre la similitudes de Tim y del gran mago de la cultura popular contemporánea, Harry Potter. Aunque Tim Hunter es anterior a la creación de J.K. Rowling, Fowler en su dibujo acentúa un look muy “potteresco” para el protagonista, más aún con su uniforme del instituto, al cual le faltaba tener el color rojo en algunas partes para ya ser un alumno de Gryffindor. Kat Howard presenta un guión típico y intrascendente mientras que el dibujante hace un buen trabajo a los lápices y a las tintas pero sin embargo su dibujo también es genérico para esta historia, a la cual le iría mejor con un trazo similar al de Bolton o Vess que debería hacer énfasis en lo fantástico del entorno de Tim Hunter.
Quién sabe cómo seguirá la colección en el futuro pero de momento Books of Magic carece de la verdadera magia, o en general, la inventiva y imaginación de la que gozan las obras de Neil Gaiman. El tiempo dirá si esta obra vuelve a sus orígenes o si simplemente se tratará de otra de tantas historias protagonizadas por jóvenes magos.
Un regreso nada fantástico
Guión - 5
Dibujo - 7
Interés - 5
5.7
Kat Howard y Tom Fowler narran el regreso de una de las obras más destacadas de Neil Gaiman en DC pero lo hacen de una forma tan genérica y con un desinterés impropio del universo creado por el escritor británico que hacen que Books of Magic no tenga un futuro esperanzador.
Si no recuerdo mal tengo en la estantería otra serie o miniserie de Los libros de la magia posterior a la serie de 75 números que en su momento edito Planeta. Creo que se titulaba Los libros de la magia: Vida en tiempos de guerra.