Imagino que ya habréis leído la reseña del Batman #50. En caso negativo, si bien os lo recomiendo, ya os adelanto algo: no es necesario. Otra cosa es que pueda tener mucha influencia en ciertas personas en valorar este cómic, y que esta reseña no estará libre de spoilers. Pero si teníais la idea de haceros con esta nueva serie, independientemente de lo que está haciendo Tom King en su propia serie, de momento podéis hacerlo sin problemas. Con todo esto, una breve opinión del Batman #50 por mi parte. La página final me ha dejado con el culo torcido, pero no me molesta en absoluto. No seré de los que se bajarán del carro de la serie de Tom King, en realidad ha captado y mucho mi interés. Y además, si entiendo bien la lectura, sólo hay un final posible en Batman #100. Pero vamos, muchas cosas pueden pasar, quien nos iba a decir que iba a ser la montaña rusa de emociones, tramas y giros. Sin duda, y mucha gente no será capaz de ponerlo en valor molesta con DC Comics, lo mejor de su etapa es que hoy estamos reseñando este Catwoman #1 de Joëlle Jones. La dibujante y guionista colaboró con King en los números con Talia Al Ghul, Wonder Woman y el traje de boda de Selina. El mismo que vemos en la portada de este primer número. Después de un trabajo magnífico en Supergirl: Being Super, publicado en España como Supergirl: Fuera de lo común.
Tras esta introducción y repaso a los antecedentes de la autora y del personaje, vayamos a por lo que ocurre en las páginas del Catwoman #1. Selina Kyle ha abandonado Gotham City, y ahora se encuentra en Villa Hermosa – un nombre suficientemente genérico para ser cualquier punto del continente americano -, donde lleva una semana sin dormir. Si esto le podría pasar factura a Batman, imaginaros a Selina. Aún así, sus problemas no vendrán por la falta de sueño. Quizás el nombre de Selina Kyle quedó limpio en Gotham City, pero si una Catwoman asesina a 2 policías, la principal sospechosa es la señorita Kyle. A fin de cuentas, se encuentra en el mismo lugar, y Holly Robinson está encerrada – o no… – en el Arkham Asylum por el asesinato de 237 personas.
No será la primera vez en los últimos años que alguien intenta tomar el manto de Catwoman, cuando Selina intenta dejar atrás dicha vida. Esto nos llevó a una breve etapa a cargo de Genevieve Valentine. Ahora otra mujer, en este caso Joëlle Jones, repite la misma jugada. Con la salvedad que no es Eiko Hasigawa, intentando hacer el bien. Esta copiona – literalmente una copycat – está al servicio de una misteriosa mujer llamada Raina Creel, quien oculta mucho bajo su rostro de afable primera dama. Una copiona, pese a todo, no debería ser mucho problemas para Selina Kyle. Si pudo derrotar a Talia, pese al estado de su mente y de su corazón, no debería ser un problema. 13 problemas, quizás ya sea otra historia. Pues hay más de una docena de copionas, tan o más sorprendidas por la llegada de otra Catwoman, con un traje distinto y sin gafas. De la llegada de la verdadera Catwoman. Pero, ¿porqué necesita la señora Creel tantas Catwoman? ¿Era una idea que ya tenía en mente, y justamente ha llegado Selina para desbaratarle los planes? ¿O fue por la llegada de Selina, que vio un objetivo para encubrir sus crímenes? Y sobretodo, ¿guardará relación con la última página del Batman #50?
Visualmente cada página es una gozada, si el trabajo de Joëlle Jones se podía mejorar, era con los colores de Laura Allred, una de las mejores en colorear. Esto era algo que a veces sigue descuidando DC Comics, pero desde que reconoce el trabajo de los coloristas en la portada, puede llegar a tener a varios de los mejores artistas en plantilla. La trama, el guion, no será el punto más fuerte de este primer número. Hay ocasiones donde un gran dibujo enmascara una pobre historia, intenta salvarla. Hay otros casos donde lo que hace es elevar la calidad de la historia. Aquí nos encontramos en el segundo caso, y solo queda esperar que la cosa vaya a más, y no tengamos que rectificar diciendo que era el primer caso. Y sobretodo, olvídate del Batman #50 en caso que no hayas salido satisfecho, y deja que este Catwoman #1 te cautive y te robe el interés para seguir al menos la vida de Selina Kyle.
Guión - 7
Dibujo - 9
Interés - 8.5
8.2
Independiente
Un primer número muy interesante, que si logra sobrevivir a la polémica generada en Batman #50, puede generar una de las mejores etapas protagonizada por Selina Kyle.
Sin ser un mal cómic (le da mil patadas al Batman #50) no es ni deja de ser nada del otro jueves. Es más, está a años luz de la magnífica y sobresaliente etapa de Brubaker. Aunque como inicio, y enfoque, no es malo; va en la línea de lo que ya se ha visto de Joëlle Jones en Lady Killer. En fin, aún no puede decirse si va a ser una colección a seguir, pero Jöelle Jones es de las mejores dibujantes que tiene DC en plantilla, y sólo por ello valdrá la pena la lectura.
El dibujo de Jones se me hace muy similar al de Paquette en cuanto a estilo, con líneas gruesas y ese entintado tan potente