Reseñas DC: Relanzamiento de la franquicia Green Lantern

El pasado mes de Junio supuso un punto de inflexión en el Universo Green Lantern: nuevos guionistas y dibujantes entraban de golpe en todas y cada una de sus series. El anterior Comandante en Jefe, Geoff Johns, dejaba un cargo desde el cual había marcado el destino no sólo de su serie sino de todas las demás. Otros veteranos en la materia como Peter Tomasi también dejaban pasa a los nuevos “arquitectos”, los cuales tienen mucho trabajo por delante para hacer olvidar una etapa para muchos brillante. Así pues, llega la hora de evaluar los resultados de todos esos nuevos comienzos.

Green Lantern #21

 

Guión: Robert Venditti
Dibujo: Billy Tan
Tinta: Richard Friend
Color: Alex Sinclair & Tony Avina
Portada: Billy Tan
Editorial: DC Comics
Formato: Grapa, 30 páginas
Precio: 2,99 $
Valoración:

 

El magnífico legado de Geoff Johns en la serie regular de Green Lantern podrá resultar casi inabarcable para muchos autores que vendrán después de él, un auténtico reto pero también una verdadera bendición, porque todos los elementos y la mitología trabajada a lo largo de los años por este guionista ofrecen ahora una infinidad de posibilidades y caminos por explorar o descubrir de la que pocas cabeceras y personajes del Universo DC pueden presumir. De todas maneras, la transición debía ser difícil de necesidad, dejando sonadas bajas en el camino como la de Joshua Hale Fialkov, hasta que el grupo creativo de la nueva etapa de Green Lantern quedó finalmente definido y encarnado por el guionista Robert Venditti y el dibujante de origen malayo Billy Tan. Para el primero la oportunidad le llega después de su aplaudido paso por X-O Manowar y Demon Knights siendo Green Lantern su primer gran trabajo de envergadura, con el vértigo y la ilusión que eso supone, pero también con la ilusión intacta, y con la intención, según cuenta él mismo, de plantear algo realmente ambicioso y espectacular. «Estamos tomando una gran cantidad de riesgos”, comentaba Robert Venditti al hablar de la cabecera, “y espero que la gente responda de manera positiva». El primer número de esta nueva andadura de Green Lantern, en la que Hal Jordan sigue siendo el protagonista absoluto, se puso a la venta hace unos días y ya podemos sacar nuestras primeras y precavidas conclusiones al respecto. Este primer contacto nos presenta, como era de esperar, un trabajo continuista con los planteamientos de Geoff Johns, Robert Venditti, como buen alumno aventajado suyo, intenta minimizar los posibles daños de la ruptura lográndolo de una forma bastante efectiva y natural.

Para ello Robert Vendetti empieza metiéndonos desde un primer momento en la acción, aplicando la famosa máxima de Cecil B. DeMille de empezar tu historia con un terremoto y seguir a partir de ahí, para pasar posteriormente a detenerse en la nueva y presente situación de los personajes. Este primer relato persiste en el tono cósmico de sus aventuras, con algún pequeño y puntual pasaje terrestre, manteniendo así la que ha sido la premisa de la serie en sus últimos años de la mano de Geoff Johns, perseverando en la caracterización de sus personajes principales y construyéndolos a través unos diálogos ágiles y llenos de humor. De primeras, Robert Vendetti demuestra manejar muy bien el pulso narrativo de la historia en este primer número, planteando ya los primeros dilemas a los que se deben enfrentar Hal Jordan y los Green Lantern Corps y también reintroduciendo a su primer y ya viejo enemigo. En el apartado gráfico, Billy Tan no parece que vaya a ser la opción más apreciada por los seguidores de Green Lantern, sobre todo después de que la cabecera haya albergado en sus filas nombres como Ivan Reis o Doug Mahnke, pero este artista consigue mantener con cierta dignidad el tono de la serie pese a una reconocida irregularidad, modesta en lo narrativo y espectacular en los primeros planos y splash pages. Pocas conclusiones más se pueden sacar por ahora del Green Lantern de Robert Vendetti y Billy Tan, las impresiones parecen buenas pero necesitaremos algo de espacio para confirmar, confiando que el mencionado legado de Geoff Johns persista, se desarrolle y madure en buenas manos.

Green Lantern Corps #21

 

Guión: Van Jensen / Robert Venditti
Dibujo: Bernard Chang
Color: Marcelo Maiolo
Portada: J. G. Jones
Editorial: DC Comics
Formato: Grapa, 30 páginas
Precio: 2,99 $
Valoración:

 

Pinocho Cazavampiros. Es difícil escribir una reseña sin tener en mente esta obra independiente del autor, Van Jensen. Bueno, realmente podría ser muy fácil no hacerlo, si no hubiera llegado a esta serie en las condiciones en que lo hizo. Y es que tras coger inicialmente el testigo en la serie un veterano fan de la misma y uno de los nombres más en alza en estos momentos, Joshua Fialkov dejó la serie a las pocas semanas por grandes discrepancias con la editorial. Y rápidamente apareció un nombre para muchos desconocidos hasta el momento, junto a la batuta de Robert Venditti al inicio de esta nueva etapa, para tomar el relevo. Y si ya había una gran responsabilidad para tomar el relevo de Peter Tomasi, hacerlo además tras el agujero dejado por las esperanzas de ver en la serie a Joshua hace que sea doble. O que la gente piense que eres poco más que un nombre con el que firmar, pero que es otra serie que escriben más los editores que los propios guionistas – y tristemente, hemos tenido/tenemos algunos ejemplos actualmente de ello. Afortunadamente, la realidad no podría ser más opuesta a todo lo que le precedía. También para el protagonista, un John Stewart que fue el centro de la discordia en la marcha de Fialkov, ya que se lanzó el rumor que su marcha era debido a que la editorial quería matarlo. Pues damas y caballeros, nunca un «muerto» estuvo tan vivo, incluso los autores hacen bromas metatextuales al respecto. Protagonista absoluto de esta nueva etapa, por fin John volverá a tener un protagonismo que, en el mejor de los casos, había sido compartido en los últimos años. Al menos, como Green Lantern humano, ya que habrán otros personajes con mucho peso en la historia, empezando por Yrra/Fatality, cuya relación con John es definido por el mismo como complicada, en un ejercicio de coherencia y muestra de profundidad de los personajes.

Tras un primer enfrentamiento con unos enemigos de origen desconocido, aunque conocen muy bien a John Stewart, la acción se separa en dos frentes. Por un lado, nos lleva a Oa donde vemos a varios personajes clásicos de la colección lidiar con todos los problemas que los anteriores Guardianes han dejado y les han salpicado en los últimos tiempos, así como una conexión con los eventos contados por Venditti en su Green Lantern. No, no es necesario leerse la otra serie para entenderlo, es un ejemplo de mostrar las series conectadas sin forzar. Aunque el mejor trabajo sin duda es la otra parte, la que aprovecha Van Jensen para presentar a varios nuevos reclutas. En pocas páginas nos muestra su personalidad, su origen y porque deberían importarnos ahora que tienen un anillo verde. Además de nuevas visiones de lo que uno entiende por fuerza de voluntad. Pero si es grande el trabajo hecho por Jensen en este primer número, excepcional es el realizado por Bernard Chang en el apartado gráfico. Quien empezase en los Nuevos 52 con los arcos de Deadman y Vandal Savage en DC Universe Presents, tomaría el relevo en el segundo año de Demon Knights a Diogenes Neves, hasta que su calidad era demasiada para un título abocado a la cancelación – como pasó con Andrea Sorrentino de Yo, Vampiro a Green Arrow. Y es que cuando uno ve este número, hay un detalle muy importante que se echaba mucho en falta, y es que las construcciones parecen hechas de luz, algo que se había perdido en los últimos tiempos. Y esto también es gracias al magnífico trabajo de Marcelo Maiolo en los colores. Las primeras impresiones difícilmente podían ser mejores, así que si nuevas interferencias editoriales no lo impiden, muchos de aquí habremos conocido a Van Jensen por ser el autor de Pinocho Cazavampiros, pero para la gente que lo conozca en el futuro, será recordado por el autor de Green Lantern Corps.

Green Lantern: New Guardians #21

 

Guión: Justin Jordan
Dibujo: Brad Walker
Portada: Andy Brase
Editorial: DC Comics
Formato: Grapa, 30 páginas
Precio: 2,99 $
Valoración:

 

Justin Jordan ha sido el guionista elegido por DC Domics para relanzar Green Lantern: New Guardians. Sus trabajos independientes más recientes como El Extraño Talento de Luther Strode para Image Comics o el Shadowman para Valiant Entertainment avalan sus capacidades. El guionista, que también ha trabajado para DC Comics, donde ha firmado breves etapas en series con el cartel de “Cancelada” en la frente como Deathstroke o Team7 además de Superboy, ha sabido adaptarse a la perfección a las necesidades mucho más cósmicas que exige una serie de este perfil. Aprovechando el nuevo statu quo de la colección tras la marcha de Tony Bedard, en este capítulo se sientan las bases de los personajes y argumentos que se dejarán ver durante los próximos meses. Un Kyle Rayner muy cambiado y con la capacidad de acceder a todos los poderes del espectro emocional será el encargado de hacer de guardaespaldas/canguro de los Nuevos Guardianes, recientemente liberados de su milenaria prisión y sustitutos de los anteriores Guardianes, desaparecidos para siempre en los últimos compases del crossover Wraith of the Green Lantern. Estos nuevos guardianes, de ahí que el título de la serie le venga como anillo al dedo (nunca mejor dicho), tienen un mayor espíritu aventurero que los carcas anteriormente en el trono y una voluntad ferrea de salir de Oa a la menor ocasión. Ya que necesitan alguien que les acompañe (eufemismo argumental de “sacar las castañas del fuego”), el elegido ha sido Kyle Rayner. Aunque el hecho de que haya sido elegido no quiere decir que lo vaya a aceptar de buena voluntad. La premisa de la serie está clara, es un punto de partida perfecto para los nuevos lectores y se demuestra el potencial que tiene la serie, libre de ataduras y de argumentos pasados.

El afán de Justin Jordan de querer mostrar todos los elementos en estas veinte páginas es digno de alabar, aunque ello le lleve a cometer algunos cambios radicales de registro y de escenas (Oa-hop-espacio-hop-tierra-hop-espacio de nuevo). Igualmente destacable es cómo el guionista sortea con una facilidad asombrosa el hecho de que este número continúe estrictamente del Green Lantern #21 de Robert Venditti (y que el final esté, más que probablemente, a su disposición), aunque la escena con Carol en tierra (escrita a la perfección para mostrar una tensión sexual un tanto subliminal, con un potencial de marketing que no quiero ni pensar qué puede pasar entre los defensores de la continuidad intocable) repita algunos aspectos conocidos en el número de Hal Jordan. El dibujo de Brad Walker (Guardianes de la Galaxia) es notable (y con una influencia de Mike Deodato más clara de lo habitual) en la mayoría de las escenas… excepto en los dibujos de Kyle. Así como borda tanto escenarios como secundarios, por momentos parece que todavía no ha cogido el truco al personaje principal (y mucho menos a su horrenda máscara, una constante que se viene arrastrando ya demasiado tiempo…). Unos diálogos siempre interesantes, algunas dosis de humor y elementos sci-fi como naves interestelares con forma de tiburón complementan este primer número que deja muy buen sabor de boca e incita a la lectura de siguientes entregas.

Red Lanterns #21

 

Guión: Charles Soule
Dibujo: Alessandro Vitti
Color: Gabe Eltaeb
Portada: Alessandro Vitti
Editorial: DC Comics
Formato: Grapa, 30 páginas
Precio: 2,99 $
Valoración:

 

Cuando se anunció el relevo generacional en las series de la franquicia de Linterna Verde, hubo un nombre que se alzó por encima del resto. Ese era Joshua Fialkov, no por ser quien tomase el testigo a Geoff Johns en GL, si no por el hecho de tomar dos series, GLC y Red Lanterns. Luego, volvió a ser noticia, pero por el hecho que abandonaba ambas por diferencias creativas. Aquí quien tomó finalmente el testigo fue Charles Soule (27), quien en el momento de anunciarse era otra joven promesa que quedaba por demostrar su calidad, y era su segunda serie tras Swamp Thing. Pero aquello era entonces y a veces las cosas en pocos meses avanzan de manera vertiginosa. Y es que tras unos pocos números en la serie de la Cosa del Pantano, Soule es uno de los nombres más codiciados, haciendo que recientemente obtuviera Superman/Wonder Woman, su tercera serie en DC – y quinta en su casillero particular, con los Thunderbolts en Marvel y próximamente Letter 44 en Oni Press. Eso sin contar que escribirá hasta 3 números en el Mes Malvado. Aparte, dentro de las series de la franquicia, la serie del grupo de Atrocitus era la que tenía un legado menor que llenar, si bien el nombre de Peter Milligan es mucho nombre. Aquí no hubo polémica como en GLC, pero si por los comentarios vertidos en su primer momento por Joshua y por las entrevistas dadas a posteriori por Charles, está claro que los enfoques eran distintos a los que cada autor quería darle a la serie. Si, ambas comparten a Guy Gardner haciéndose con un anillo rojo, pero los conceptos de como era/debía funcionar el Cuerpo de Linternas Rojas eran todo lo opuesto dentro del margen de maniobra que pueden dar. Mientras Fialkov lo veía como otra policía espacial, la cual simplemente llegaba a donde no podían los Linternas Verdes – quizás para devolverles esa sensación de superhéroes clásicos que no matan, si bien se podría discutir que apenas se diferenciarían de unos Sinestro Corps que no fueran tratados como villanos -, Soule ha mencionado que los ve como «unos Sons of Anarchy espaciales«.

Y bajo dicho contexto, uno no puede más que emocionarse ante la idea de tener allí a Guy con un anillo rojo. Aunque los motivos por los cuales Guy acaba con el anillo no son lo que parecen, ya que inicialmente es Hal quien se acerca a Guy para pedirle que sea su espía allí dentro, puesto que Atrocitus descubre al inicio del número al infiltrado que habían puesto los anteriores Guardianes. La caracterización en todo el número de Gardner es espléndida, desde el intercambio de diálogos con Hal pasando por su momento en el Warrior’s Bar, y sobretodo las páginas finales donde expone internamente los motivos por los cuales es capaz de dejar el Cuerpo de Linternas Verdes por el anillo rojo. Quizás, como punto negativo, estaría la resolución del enfrentamiento del número, ya que lo lógico hubiera sido un resultado totalmente opuesto. Ese será un punto que habrá que trabajar en los futuros números para que terminemos aceptándolo por bueno. ¿Y que decir sobre el arte de Alessandro Vitti? Sin ser malo ni mucho menos, es probablemente el punto más flojo del número. Probablemente con un mejor artista la serie de Soule luciría mejor, aunque estamos seguros que al final del camino, se terminará imponiendo en la balanza el buen hacer del escritor cuando se juzgue la serie.

Larfleeze #1

 

Guión: Keith Giffen, J.M. DeMatteis
Dibujo: Scott Kolins, Keith Giffen
Color: Mike Atiyeh
Portada: Howard Porter
Editorial: DC Comics
Formato: Grapa, 30 páginas
Precio: 2,99 $
Valoración:

 

Pese a la marcha de Geoff Johns de la franquicia Green Lantern, su legado permanecerá vivo durante años venideros. Y parece que no hay mejor prueba que esta serie, protagonizada por un personaje creado por el guionista en 2007, en plena expansión multi color por todo el Universo. Larfleeze, el único Linterna Naranja del Universo (color que representa la avaricia). Un tipo con cara de perro, que habla en tercera persona y cuya misión en la vida es acumular un tesoro tras otro. Un personaje hasta ahora secundario que ha demostrado ser de los favoritos de los aficionados, pero que ahora se ve ante el reto de llenar él sólo todas las páginas de un cómic. Bueno, no exactamente sólo, ya que le acompaña su sarcástico criado Pulsar Stargrave, que según nos contará el Agente Naranja es su última posesión, tras haberlo perdido todo recientemente. La historia continúa donde lo dejó en los complementos de la serie Threshold de Keith Giffen, ya cancelada, aunque los guionistas hacen todo lo necesario para que podamos conocer al protagonista sin haber leído antes nada sobre él. Y es que este número es un típico número de orígenes, aderezado con mayor o menor acierto por el humor de Keith Giffen y J.M. DeMatteis, y con más información de la necesaria. Los guionistas han apostado todo a una carta, haciendo que el protagonista nos narre la historia de su vida durante la mayor parte de la historia y sin avanzar prácticamente nada hacia nuevos destinos. Desde luego, conoceremos bastante bien al personaje, pero quizá demasiado…quizá un monólogo de 20 páginas pueda llegar a agotar al lector.

Desde luego, los veteranos guionistas de la Liga de la Justicia Internacional hacen lo posible por imprimir a la serie un carácter jovial del que carecen el resto de las series cósmicas de DC Comics. Aunque el recurso no resulte original, sí es divertido escuchar la historia de Larfleeze de una manera mientras lo que vemos en cada viñeta muestra lo contrario. Hasta acaba confesándole a Stargrave que la mitad de la historia es inventada, aunque no sabría decir cuál (muchos de estos pasajes coinciden con la historia conocida del personaje, otros no). El humor presentado en estas páginas es muchas veces negro como el carbón, haciendo graciosas escenas de aunténtica barbarie. Es la mayor virtud de estas páginas. Porque otro tipo de chistes, como las constantes amenazas del Linterna Naranja a la integridad física de su criado, acaban ya gastados en un primer número. Mala señal, porque a poco que se repitan en adelante terminarán por hastiar al lector. Ésta es una de las señales de que el humor de estos guionistas ya no es el que era, habiendo también otras en las que sus bromas fallan por ser poco imaginativas o demasiado infantiles. Seguramente este tono tan desenfadado podría acabar calando y consiga una buena serie, pero más allá del tono de la historia lo que más se necesita es una historia en sí misma. Las réplicas y contrarréplicas entre los dos protagonistas son amenas y divertidas, pero Giffen y DeMatteis deberían empezar a ofrecer algo más si quieren que esta serie aguante al menos una temporada.

El dibujo de Scott Kolins (sobre bocetos del propio Keith Giffen), sin ser nada sorprendente ni nada que nos haga comprar el cómic por su aspecto visual, es válido para la serie y para el tono de la misma. Es un estilo tan típico de DC que deja poco que comentar, es correcto y poco más. Entre todos estos elementos, uno piensa quizá los autores no escogieron el mejor camino para comenzar su serie, pero una vez soltado el lastre de los orígenes para que el lector pueda saber quién es quién, es de esperar que a partir de ahora la imaginación de los guionistas (que la tienen) se desborde y nos ofrezca una verdadera soap opera intergaláctica.