¡Arrancan las Milk Wars!
¡Paren las rotativas!
El sello Young Animal y el Universo DC van a unir fuerzas en un atípico cruce entre las interesantes series del sello capitaneado por Gerard Way y los personajes DC más relevantes. Y es que atípico es lo que mejor define a este primer número en el que la Liga de la Justicia de América (JLA) y la Doom Patrol se ven involucradas en una historia donde deberán evitar que una corporación, denominada Retcoon, uniformice y homogenice la historia de los superhéroes con el fin de que sea más normal. Un objetivo que piensan lograr gracias a su arma secreta, el Lechero, con el que todo se normaliza según su propia visión de las cosas. Perverso y revelador al mismo tiempo.
Si hay algo que define a la Doom Patrol es que no es lo que se dice un grupo normal. ¿Pero qué es normal? ¿Responde la normalidad a una idea abstracta que se nos inyecta en el subconsciente a medida que vamos socializándonos con nuestro entorno? ¿Lo normal para quién? ¿Lo normal dónde? ¿Existe la normalidad? Este cómic viene a dinamitar el propio concepto de lo normal, lo aburrido, lo estándar, lo que ha de ser… y lo hace gracias al enorme despliegue de talento del que hacen gala sus autores, Steve Orlando, Gerard Way y Aco.
Este cómic busca poner un espejo al lector en el que pueda verse reflejado. Un escenario aparentemente idílico, perfecto, con casas limpias, jardines bien arreglados, vecindario educado, entorno ideal. Una urbanización sin mácula sobre la que se cierne la perdición en forma de normalización. La Doom Patrol acude a investigar esta anomalía, porque el universo es entropía, es belleza cuántica de orden caótico y se resiste al orden. Orlando y Way usan los recursos y herramientas conocidas por todo aficionado al género para dar entrada a esta historia que se presenta de forma magistral al lector. La trama es compleja, complicada de seguir, obligando a una segunda lectura para captar todos los matices, que son muchos y pequeños. Es un cómic exigente que mira al lector a la cara y le pide un esfuerzo adicional para conectar con lo que nos quiere contar. Una historia en la que algo parece no encajar bien, donde la narración no fluye de forma natural, como si los dos estilos de los escritores se enfrentaran en vez de homogenizarse… Decir más marchitaría la experiencia y no es justo acabar con la magia que esconden estas Milk Wars.
Que la trama sea en algunos momentos impenetrable no solo es bueno, sino que demuestra lo bien escrito que esta todo el cómic. Con la relectura todo encaja mejor, no solo las piezas, sino las ideas que subyacen bajo las primeras capas. Los dos escritores demuestran un saber quirúrgico, pues concretan y concentran todo de tal forma que no hay página en la que uno no pueda dejase llevar por lo que nos están contando.
Se sufre leyendo este cómic.
Se sufre al igual que un atleta sufre cuando siente que las fuerzas le fallan y que la meta parece alejarse.
Se sufre sabiendo que el esfuerzo merece la pena.
Se sufre porque los guionistas no menosprecian al lector.
JLA/Doom Patrol se ve aderezado por el arte de Aco, que desata el talento que tiene al lápiz dejándose llevar y engalanando cada página con todo un despliegue de imaginación narrativa. Aco sorprende, no por usar viñetas de múltiples formas, sino por su composición y su disposición, sabiendo cuando es necesario tirar lo establecido por la borda y cuando es necesario recurrir a las viñetas de líneas rectas. Ese saber poner las cosas en el sitio adecuado genera una simbiosis entre guion y dibujo que engrandece al conjunto de tal forma que sin Aco este cómic no podría ser concebido. Aco ha evolucionado a un trazo más limpio, más fino, más puro, tal vez adecuándose a la historia de Orlando y Way, pero demuestra que estamos frente a uno de los talentos patrios más importantes del panorama actual.
Aco no dibuja este cómic, lo ilustra, lo embellece y algunas de las dobles páginas son todo un festival visual. Festival al que sin duda ayuda el color, aplicado de forma magistral, con una paleta de colores suaves, muy luminosos, sin texturas, planos y puros. Un color que sirve de guinda al conjunto.
Es muy difícil poner una nota a este cómic. Es un cómic que es bueno, buenísimo y al mismo tiempo es malo, malísimo. Es como el gato de Schrödinger que, mientras está en la caja, sin abrir, puede esta vivo o muerto simultáneamente. Así es de complicado. Pues mientras no se lee es bueno y malo, pero cuando uno lo abre y se deja arrastrar por lo raro, ya no hay vuelta atrás para que el péndulo caiga de un lado u otro.
Y por eso en esta reseña no hay nota en el apartado de guion o de interés, porque es algo abierto que queda en manos de cada uno de nosotros. Es que lo normal tal vez sea lo anormal y como todo en esta vida cada obra de arte, sea una escultura, un cuadro, una novela, un poema, una película, una obra de teatro o un cómic, tiene su público y eso no la hace ni mejor ni peor, sino simplemente única.
Guion - 0
Dibujo - 9
Interés - 0
3
Inesperada.
La Milk Wars están llamadas a abrir un nuevo camino dentro del sello de Young Animal. Un camino excitante y diferente que estamos ansiosos por descubrir. Lee la reseña para saber la razón de esta nota. 🙂
A mí me lo has vendido
A mi esto me suena más a 10 que a 0
Cada uno puede valorar, como bien digo y comentan más abajo es una obra inclasificable. Para mi también esta muy arriba en nota. Un gran disfrute por todo lo que aquí se cuenta y como se cuenta.
Para hacerme una idea, llega a ser tan complicado como “crisis final” ,o esta a otro nivel ?
Es un comic muy meta y cargadito de referencias a la DC más clásica,con una carga crítica a los estándares de la sociedad y todo pasado por una batidora Morrisoniana. Si no has leído la Doom Patrol de Way no te enterarás de nada. Si la has leído, te enterarás de algo. Lo malo es que este especial debió haber sido publicado después del Doom patrol#11, que aún no está a la venta. Por lo pronto hay un spoiler que joderá la lectura de ese comic. Es más loco que «Crisis final» o «Multiverso», con una estructura un poco dispar, pero toda una carta de amor a la silver age de DC. Si buscas una «Civil war» o «La era de Ultrón» huye de este crossover. Si te gusta el Morrison más loco y la rareza pura, es tu evento. Inclasificable como poco.
La puntilla perfecta para cerrar la reseña. 🙂 Mil gracias.
Gracias por la respuesta, respecto a si he leído la etapa de “way”, no lo he hecho pero está pendiente entre mis lecturas a futuro.
Aparte me gusta mucho estos eventos excéntricos ya que les hace bien a la mente jajaja, y creo que comparar civil war con age of ultron es una desfase de calidad bien notoria, ya que para mí el segundo no es muy bueno la verdad.
Saludos.
Has dicho las dos palabras mágicas para que lea un cómic: «meta» y «Morrisoniana». Me encanta la pinta que tiene, estoy terminando de ponerme al día con Doom Patrol y Cave Carson para leerlo pronto. Soy un adorador de Grant Morrison y me encantó que en los primeros números Way hiciera varias referencias a su etapa en la Patrulla. Estoy seguro que inclasificable es el mejor adjetivo para este crossover.
Con semejante reseña compro seguro.
A ver si se anima ECC a sacarlo pronto, pero esta condicionado a un segundo tomo previo de la Doom Patrol e incluso de otras publicaciones de Young Animal, así que es todo un interrogante. 🙂