Reseñas DC: Jonah Hex – Yosemite Sam Special #01

 

Edición original: Jonah Hex – Yosemite Sam Special #01.
Guión:Jimmy Palmiotti.
Dibujo: Mark Texeira.
Entintado:.
Color:Paul Mounts.
Formato: Grapa, 32 páginas, color.
Precio: 3,99 $.

 

Si hay un cruce, dentro de esta tanda de especiales, que tenga más sentido que cualquier otro es el de Jonah Hex y Yosemite Sam. Si en el particular universo compartido de los Looney Tunes hay un pistolero de gatillo fácil, pequeño pero matón, en el Universo DC hay un duro cazarrecompensas, Jonah Hex. Dos pistoleros en el salvaje oeste, es lo que Jimmy Palmiotti debió pensar cuando le encargaron este trabajo, la oportunidad de retomar a Jonah Hex, pues fue el encargado de guionizar sus aventuras en los Nuevos 52, y hacerlo interactuar con este pequeño bigotudo que de alguna extraña forma se hace querer por los aficionados.

Yosemite Sam (Sam Bigotes) es un malhumorado pistolero creado en 1945 por el animador Fritz Freleng en el corto Hare Trigger. Corre el rumor que este personaje era el reflejo directo del ego de Freleng, que al parecer era conocido por su temperamento feroz e incluso irracional, con arranques de furia repentinos a la menor ocasión. Él siempre lo negó, pero ahí está la evidencia para que cada uno piense lo que quiera.

Freleng creó a Sam para darle un enemigo digno a Bugs Bunny al considerar a Elmer un simplón sin carisma alguna que poco o nada era capaz de poner en jaque al conejo más famoso de la animación. Sam es intenso, duro y con un ego ilimitado, todo lo contrario que Elmer. Con semejante ADN no es de extrañar que podamos verlos repartir plomo a diestro y siniestro en este especial en que, el ya citado Palmiotti, se une a Mark Texeira para dar forma a una historia de vaqueros con sabor al viejo oeste.

Jonah Hex es un personaje relativamente joven, comparado con Sam, pues la primera vez que pudimos verlo fue en la serie All Star Western #10 del año 1972, creado por el escritor John Albano y el dibujante Tom DeZuñiga, al que caracterizaron con media cara desfigurada y una forma de ser árida y cínica, vistiendo una gabardina del ejército confederado de los Estados Unidos.

En resumen, la pareja ideal para formar parte de este especial.

El escenario que monta Palmiotti para orquestar este número no es otro que crear una trama que justifique que ambos personajes puedan llegar a interactuar de forma activa y que además se pueda ver su faceta más heroica. Yosemite Sam necesita protección para que nadie le robe su oro y para ello contrata a Jonah Hex. Una asociación que acabara viéndose obligada, no a proteger el oro, sino a un viejo conocido del universo Looney Tunes, el gallo antropomórfico Foghorn Leghorn (el Gallo Claudio por estos lares), cuya parición es el detonante para que la historia tome un rumbo bien diferente al esperado.

Palmiotti escribe un cómic duro y violento, sin contemplaciones, insertando de lleno en el salvaje oeste a los personajes animados en lo que es una interpretación realista de los mismos, pero sin que la historia llegue de verdad a tener algo con la suficiente sustancia donde poder morder. Se puede tolerar que no haya nada nutricional, pero lo que de verdad acaba por rechinar es como Palmiotti juega con los personajes de tal forma que estos dos antihéroes acaban como los héroes, cuando no pueden ni deben serlo. Ese final rompe todo el conjunto y estropea la trama de Palmoitti que, sin ser especialmente original, si que transmite la esencia de los dos protagonistas en cada página.

En la parte gráfica nos encontramos con Mark Texeira, dibujante que gozó las mieles del éxito en los años noventa con su trabajo en el Castigador y más concretamente con su impresionante Motorista Fantasma. Su estilo ha evolucionado y cuesta reconocerlo a un primer vistazo, ya que ha abandonado su característica línea recta, manteniendo sus sombras macizas y líneas gruesas. Su estilo se adapta bien a la historia y nos transmite la dureza de la historia con la que Palmiotti quiere deleitarnos.

En definitiva, estamos frente a un especial con más intención que resultados. Una historia correcta, sin florituras, lineal, con poca sustancia que sí que llega a mostrarnos la esencia de los protagonistas, salvo en ese momento final fallido, donde todo se desmorona de forma imparable. Un cómic que no pasa de curioso y que no logra aportar nada especialmente reseñable. Un especial más dentro de esta iniciativa.