Reseñas DC: Kamandi Challenge #02

El número precedente e inicial escrito por Dan Abnett y dibujado por Dale Eaglesham, presentaba una historia muy respetuosa respecto al primer número de Kamandi: The last boy in the earth, con bastantes puntos en común, tanto en elementos mostrados como en desarrollo de la historia, hasta el punto de finalizar con una situación extrema, a la que Kamandi se enfrentó en el comic primigenio, aunque en ese caso, Kirby relató en el mismo numero inicial como salía de ese peligro, mientras que el actual guionista de Aquaman, dejó la solución a la amenaza en las manos de Peter Tomasi y Neal Adams, que lo han solventado sorprendiendo al lector, al alejarse tanto de la resolución de Kyrby como de lo narrado en Kamandi: The last boy in the earth#2. Esta diferencia con el cómic original consigue que este segundo número se disfrute y atrape al lector.
Peter Tomasi vuelve a estar en estado de gracia; al inicio de los new 52 realizó un gran trabajo inicial junto a Patrick Gleason en la serie Batman y Robin, y acabó aquella etapa editorial escribiendo para Detective Comics historias poco interesantes de Bat-Gordon. Con Renacimiento, Tomasi ha logrado recuperar y alzar nuevamente a uno de los pilares de DC, Superman, aunque paradójicamente comenzó hacerlo con Los Ultimos días de Superman en los úmtimos números del Superman DCYou. La serie del Hombre de Acero, es actualmente una de las joyas mas brillantes de DC y lo es gracias al trabajo conjunto que están llevando al guión Tomasi y Gleason. Inspiración y buen hacer que recientemente se pudo ver en su nueva serie regular Super Sons y que se aprecia igualmente en Kamandi Challange#2.

Tomasi ha entendido que tenía que homenajear a «King» y que para ello disponia de absoluta libertad para escribir un cómic ambientado en el mundo creado por Kirby y ante ello, ha volcado personajes que aparecerían en números posteriores de Kamandi: The last boy in the earth, así como otras de sus creaciones para DC. Y si inesperado es el inicio, y original el desarrollo, sorprendente es la página final. En el universo Kirby, todo era posible, ya fuese ver a Jimmy Olsen conduciendo un supercoche o un muro que transmite mensajes de la Fuente, y como tal, en Kamandi Challenge#2, se puede ver entre otras cosas un homenaje tanto a la etapa de Kirby en DC durante la edad de oro, a los Nuevos Dioses, como a la propia Kamandi: The last boy in the earth. Aquí, Kamandi no se encontrará con Ben Boxer, ni escaparan a través de túneles, ni lucharán contra ratas gigantes, sino que escapará gracias a la resolución del cliffhanger del primer número, entrará en el museo de la guerra, y junto al Príncipe Tuftan y el Dr. Canus, se hallarán lejos de Mundo Tigre, donde se encontrarán una sorprendente amenaza, la cual han de resolver el próximo 29 de Marzo Jimmy Palmiotti y Amanda Conner.

Respecto al dibujo, señalar que si en el primer número, tanto Keith Giffen como Dale Eaglesham realizaban un trabajo notable, en Kamandi Challenge#2, Neal Adams, autor que maravilló en lo setenta con su dibujo realista y cuyos lápices no han logrado adaptarse a los nuevos tiempos, mantiene el alto nivel. Juega a su favor que se trate de una obra con unas remeniscencias a aquellos años sesenta en los que Kirby creo la serie. El dibujo de Neal Adams es reconocible, pero para bien, alejado de los excesos de Batman: Odisea o Superman: La llegada de los Superhombres. Buena caracterización de los personajes, así como ejercicio narrativo, que logran recuperar a un gran Neal Adams, cuya única pega es la ausencia de fondos, aunque tal hecho queda magistralmente disimulado en una lectura rápida por el trabajo de Hi-Fi al color, que por otra parte, realiza una labor sobresaliente a lo largo de todo el cómic, como ya había conseguido en el número anterior.
En definitiva Kamandi Challenge#2 es cómic muy disfrutable tanto por la aventura que se está narando y los homenajes introducidos, como por el dibujo acorde a la historia. Y por el que se cuentan los días para que se públique el tercer número, del que nos haremos eco desde ZN y que presumíblemente no dejará indiferente a ningún lector