Edición original:Red Hood and the Outlaws #01.
Guión:Scott Lobdell.
Dibujo:Dexter Soy.
Entintado:Dexter Soy.
Color:Veronica Galdini.
Formato:Grapa, 24 páginas.
Precio:2,99 $.
Rompamos las reglas durante un instante.
Retrocedamos en el tiempo y personalicemos esta reseña para poner en contexto como un prejuicio, forjado más por el boca a boca que por la propia experiencia, puede llegar a resultar nocivo a la hora de leer un cómic.
Conocí a Scott Lobdell en los años noventa durante su trabajo en las series mutantes. Fue en La Era del Apocalipsis y sobre todo en la serie de Generación X. Era joven y atrevido, por lo que no puedo negar que su trabajo me gustaba mucho. Su forma de tratar a los personajes, hacerlos interactuar e ir hilvanando tramas me resultaba lo suficientemente atractivo como para invertir mi paga en sus comics.
Dejamos atrás los años noventa. Le pierdo la pista a Lobdell y reaparece con dos series entabladas en los Nuevos 52. De fondo, como si de ruido blanco se tratara, no dejo de escuchar que Lobdell no es capaz de escribir nada coherente desde hace mucho tiempo pero, contra todo pronóstico, en DC le asignan la serie de Red Hood y la de los Titanes. Con el objetivo de leer al menos los primeros arcos argumentales de estas 52 nuevas colecciones de DC, me lanzo a ello y descubro con pavor que los rumores parecían ser ciertos. Sus Titanes son un engendro deforme de lo que en su día fueron los Titanes y posteriores versiones, mientras que la serie de Red Hood llega a alcanzar un nivel de aburrimiento tal que desisto de seguir martirizándome.
Todo es real.
De nuevo me aparto de cualquier cosa que escriba y mi vida parece mejorar.
Se acabó el romper las normas.
Rebirth en DC significa mucho más que un renacimiento, es un foco de esperanza para el aficionado. Nuevas series, nuevos enfoques, nuevos equipos creativos mucho más centrados y conscientes de la tarea que han de realizar, comienzan a escribir series que en general mantienen un nivel medio muy alto. Entre todas está la dedicada de nuevo al personaje de Jason Tood, el segundo Robin, ahora conocido por todos como Red Hood, estando su destino ligado de nuevo a los designios de Scott Lobdell.
Enfrentarse a este cómic de Lobdell crea todo un seísmo emocional dadas las experiencias anteriores.
Lobdell peca de un estilo muy concreto que se caracteriza por la saturación de diálogos. Su obsesiva forma de contar las cosas pasa por hacer que todos y cada uno de los personajes que aparecen en cada viñeta digan algo. Puede ser relevante o no, pero deben hablar. Esto, unido a unos argumentos simplones, una caracterización muy pasada de moda y algún que otro destello de genialidad, hacen que en general sus trabajos no resulten excesivamente atractivos. Aun así, sus series siempre escapan de la cancelación, siendo otras, de mucha más calidad, las que lo sufren. Misterios del mercado actual.
Un lector osado puede invertir su dinero en este primer número de la serie de Red Hood para, una vez lo haya leído, llevarse una grata sorpresa. Lobdell rompe con lo establecido anteriormente, nos presenta al personaje, nos lo acerca de una forma muy eficaz y acaba por plantear una trama que puede resultar muy interesante si consigue desarrollarla adecuadamente. El guionista entiende a la perfección la relación de Jason con Bruce, la relación entre Robin y Batman y la relación entre Red y Batman. Son tres aspectos que consigue plasmar en este número de una forma clara y concisa, dejando claro quién es quién y cómo ambos están siempre en un constante enfrentamiento de egos. Define a la perfección el cortante filo por el que ambos personajes, Red y Batman, andan cuando están juntos, lo que añade un interesante trasfondo sobre el que cimentar una buena caracterización que resulte lo más tridimensional posible. Tanto que no le tiembla el pulso a la hora de añadir nuevos escenarios al pasado del personaje con los que poder formar un todo más cohesionado en la actualidad.
Obviamente Lobdell es Lobdell y su estilo sigue estando presente en sus textos de apoyo, los cuales usa para dar forma a los pensamientos de Jason, que no engarrotan la lectura y aportan lo necesario al eficaz dibujo de Dexter Soy. Y es que el dibujante que se hace cargo de dar forma a los textos de Lobdell también resulta un agradable descubrimiento que llega en plena forma a DC desde Marvel.
Su estilo desgarrado, dinámico, intenso, de línea desgarbada y rota se complementa a la perfección con lo que Lobdell quiere desarrollar, siendo un tándem muy equilibrado y atractivo en todo momento.
En definitiva, Red Hood resulta sorprendente por ser capaz de romper con los rumores sobre Lobdell. Ha llegado el momento de romper el tabú y perder el miedo a decir bien alto que Lobdell convence. Una serie con un arranque muy prometedor, con una intensa puesta en escena y una atractiva historia de la que al llegar la final queremos saber más.
Quien nos lo iba a decir.
Edición original:Red Hood and the Outlaws #01. Guión:Scott Lobdell. Dibujo:Dexter Soy. Entintado:Dexter Soy. Color:Veronica Galdini. Formato:Grapa, 24 páginas. Precio:2,99 $. Rompamos las reglas durante un instante. Retrocedamos en el tiempo y personalicemos esta reseña para poner en contexto como un prejuicio, forjado más por el boca a boca…
Reseñas DC: Red Hood and the Outlaws #1
Reseñas DC: Red Hood and the Outlaws #1
2016-08-24
Gustavo Higuero
Guion - 7.5
Dibujo - 7.5
Interés - 8
77
7.7
Una agradable sorpresa.
Un prometedor arranque y toda una sorpresa la que nos da Lobdell. Lejos de dejarnos llevar por su fama de inconsistente nos plantea una historia interesante que merece la pena nuestro tiempo y atención.
Vosotros puntuáis: 9.22 ( 7 votos)
Un primer numero que no esta mal…pero es Lodbell y esto puede pasar de castaño a oscuro en nada como se le ocurra alguna de sus ideas iluminadas o como use el piloto automatico noventero.
Yo he leído los dos números y personalmente me ha gustado lo que he leído/ visto hasta ahora y lo dice alguien que salió espantado de sus titanes cuando traté de darle una oportunidad. Lo que no me convence es que no tengo muy claro si Artemisa y Bizarro encajan en esta historia, creo que una simple pero concreta historia de «Red Hood vs Black Mask» hubiera quedado mejor, pero bueno, habrá como continúa.
Dicho esto, vi que Black Mask llevaba una máscara negra de verdad en vez de que se le fundiera en la cara. Es parte de los cambios de los nuevos 52 o qué ocurrió?
Saludos y gracias por la reseña, Gustavo.
Sobre la parte de Black Mask, no tengo un amplio conocimiento del personaje pre-Nuevos 52, pero en esta continuidad si, lleva una máscara que se puede quitar. Hay que decir que para esta serie le han actualizado la máscara, que aunque me molara mucho el look calavérico, era muy parecido tanto a Red Skull como al Director Bones de la D.E.O., especialmente cuando a este en vez de blanco calavera, lo ponían gris oscuro tabaco…