Reseñas DC: Supergirl Rebirth #1

 

Edición original: Supergirl Rebirth #1
Guión: Steve Orlando
Dibujo: Emanuela Lupacchino
Entintado: Ray McCarthy
Color: Michael Atiyeh
Formato: Grapa, 32 páginas
Precio: 2,99$

 

El Volumen 6 de Supergirl tuvo 42 números en total, contando incluso el tie-in de Futures End, no así el Action Comics #23.1, si bien podríamos considerarlo como el número de la serie que la reemplazó durante el “Mes de los Villanos”. Claramente menos que los 70 números – incluyendo 2 anuales – que tuvo el Volumen 5 de Jeph Loeb, o los 83 – también con 2 anuales – del Volumen 4 a cargo de Peter David. Obviamente, fueron muchos más que las primeras 3 etapas, si bien es cierto que el Volumen 3 fue directamente una mini-serie, y las 2 primeras fueron pre-Crisis. Aun así, en cuarenta-y-tantos números pudimos ver un montón de tramas diferentes. Tantas que algunas han quedado pendientes de resolución, en el limbo. Mejor no hablemos como se supone que en esa serie, surge el Erradicador de los Nuevos 52. Que ya no es que sea diferente al que sale en la nueva serie de Superman, es que ya antes del DC Rebirth ya había discrepancias de aspecto y finalidad de este ser kryptoniano, cada vez que reaparecía en otra serie. Probablemente todo lo que no lleguemos a saber, estará junto a Blaze torturándonos por toda la eternidad. Pero no, Supergirl Rebirth #1 no es un reinicio del personaje, borrando toda continuidad para establecer la continuidad de la serie de CW. De hecho, no pueden hacer lo segundo sin lo primero, así que este número establece que Kara Zor-El llegó hace varios meses a la Tierra. A partir de este punto, supongo que se aplicará la “táctica Marvel”: si jamás se vuelve a hacer referencia, es que ha quedado fuera de la continuidad. ¿Simon Tycho? ¿H’El? ¿Ser una Red Lantern? Son cosas que tampoco pasa nada por ser “olvidadas”. Pero el tema de los Worldkillers, su amistad con Silver Banshee o su tiempo en el espacio junto al Captain Comet, Máxima y compañía si deberían ser tratados nuevamente en esta etapa de una forma u otra.

Y hablando de referencias, quizás este número falla en una bastante básica. ¿Cómo demonios Kara Zor-El se ha quedado sin poderes? Si, obviamente si uno ha estado siguiendo las series de su primo durante el DC You lo sabrá. Pero este número, precisamente, debería dar un poco más de contexto, para que no haya necesidad de leerse tales números – total, a estas alturas que son uno o dos crossovers en la franquicia Superman… -. Supergirl perdió los poderes debido a las maquinaciones de Vandal Savage, quien también dejó sin poderes a Superman hasta que este se “dopó” de kryptonita. Esto, más la batalla contra Rao – en la Justice League of America de Bryan Hitch, aún pendiente de terminar su publicación – y la épica historia Darkseid War de Geoff Johns y Jason Fabok, hicieron que el Superman de los Nuevos 52 llegara al fin de su existencia, justo antes de dar inicio al DC Rebirth. Por ello, Kara quiere recuperar sus poderes y honrar a su primo fallecido, y acaba en las manos de la D.E.O., organización gubernamental bajo el mandato del Director Bones hasta que Batman y Batwoman le ponen fin en la serie de esta última – aunque no con sus guionistas originales -. Esto significa que Cameron Chase es ahora la que manda, y quien le asignará la nueva identidad secreta con una nueva familia: los Danvers, que son también agentes de dicha organización. Al igual que pasó con Green Arrow cuando la serie Arrow estaba en auge, hay partes que se extraen de forma orgánica – damn you Marc Guggenheim – hacia los cómics, pero no se convierte en una copia de la serie de televisión. De hecho, si no estás viendo la serie de Supergirl, uno no tendría que saber ni que ocurre en National City y que también anda por ahí la D.E.O., sino un nuevo comienzo para una joven kryptoniana de 16 años sin familia biológica con vida.

Bueno, esto técnicamente no es cierto, como sabemos los lectores de su etapa de los Nuevos 52. Porque si no han sido consistentes con el Erradicador, si lo han sido desde el primer momento con el Cyborg-Superman. Y no, no es Hank Henshaw aunque este salga en su serie de televisión. En la imprescindible Superman: Lois and Clark, el actual Superman evitaba el accidente de la Excalibur, evitando tal trágica transformación. Aunque de no haber ocurrido, simplemente tendríamos otro posible Cyborg-Superman, aunque si mantenemos dentro de la continuidad lo ocurrido en Team #0, quizás se hubiera decantado por una versión más… wildstormiana. Pero no, en los Nuevos 52, Cyborg-Superman tiene un origen mucho más kryptoniano, si bien su creador es Brainiac como venganza por haber intentado salvar Argo. Su identidad es nada más y nada menos que Zor-El, el propio padre de Kara, y por ello esperamos que al menos el tema de los Worldkillers vuelva a recuperarse. Aunque hablando de recuperar, el número acaba haciendo referencia al número dedicado a “El Fin del Mañana”, con lo que tenemos plena confianza en la libreta de apuntes de Steve Orlando. Sus capacidades como guionista fueron sobradamente demostradas con Midnighter, si bien algunos podrían pensar que un cambio tan grande de registro le podría pasar factura. Pero lo visto en este Supergirl Rebirth #1, donde recupera un personaje clásico pre-Crisis para darle acción, no nos preocupa en este aspecto. Si acaso nos hacen levantar un dedo en alto el uso de una matriz regeneradora, algo que el actual Superman buscó y no encontró, para resucitar al Superman de los Nuevos 52 tal y como hicieron con él cuando Doomsday lo mató, pero podríamos achacarlo a una simple des-coordinación entre editores. Pero si podría haber alguna duda en los guiones, estas no existen ni por asomo en el apartado gráfico, cuando nuevamente contamos con Emanuela Lupacchino. Su arte no es sólo una delicia visual – acompañada en las tintas por Ray McCarthy y los colores por Michael Atiyeh -, sino también es una seña que lo mejor de Supergirl no se va a perder. Y que Starfire se dejara caer por la serie ya sería genial. En cualquier caso, este número sirve para presentar al personaje y sentar las bases de esta nueva etapa. Queda claro que la parte superheróica estará bien cubierta, pero habrá que ver como dominan la parte humana y de instituto, y si realmente pueden juntar lo mejor de ambos mundos. De momento, las piezas y los jugadores dan muestra de poder con ello, habrá que seguir la partida para tener lo que más nos faltó en los Nuevos 52: una etapa consistentemente buena.