Tal vez este nombre no nos diga mucho en España, pues los Jetson en nuestro país se tradujeron como los Supersónicos en su serial animado en la televisión pública. La serie original data del año 1962 en una nada velada versión futurista de los Picapiedra de la misma productora Hanna-Barbera. Como curiosidad se puede decir que fue el primer programa emitido en la ABC a todo color, que gozó de tres temporadas y un total de 75 episodios y que gozaron de serie nueva en los años ochenta con un estilo de animación idéntico a la inicial de los años sesenta.
Los Jetson nos narra las aventuras de una familia, los Jetson, que viven en el año 2062, en casas suspendidas sobre altos soportes entre las nubes, moviéndose entre ellas gracias a unos elegantes vehículos voladores que hacen las funciones de los coches actuales. Un mundo del futuro ideal.
Como ya es costumbre en DC Comics, a lo largo de todo este año y del anterior se han ido recuperando las diferentes series de Hanna- Barbera a fin de lanzar series o miniseries con las que actualizar y someter a un intenso proceso de maduración a estas series animadas que triunfaron en los ya lejanos años 60. Lo hemos podido ver con Scooby Doo, Los Picapiedra (toda una obra maestra) o Wacky Raceland y ahora los citados Jetson.
Para la elaboración de este cómic, DC ha recurrido a la pluma de Jimmy Palmiotti, un escritor solvente, eficaz y capaz de resolver cualquier situación con audacia, pero sin que sus trabajos sean especialmente relevantes cuando no está acompañado de Amanda Conner. Sin embargo, como siempre, hay una excepción y este primer número de los Jetson es una prueba palpable de ello.
Palmiotti somete a la franquicia a un proceso intenso que se aleja del humor tontorrón de la serie original y se acerca sin disimulo alguno al drama serio de ciencia ficción, tomando como referencia el trabajo realizado en Los Picapiedra donde se usaron conceptos del pasado, se actualizaron y se usó la serie como vehículo para dar salida a los problemas sociales del mundo real. Palmiotti asume el reto y se lanza de lleno a hablar de temas tan relevantes como el calentamiento global (la crisis ecológica más grande a la que el ser humano se está enfrentando hoy en día), el uso de la tecnología y la humanidad trabajando en en equipo.
Palmiotti comienza la historia mostrándonos las vidas de cada uno de los miembros de la familia por separado, alejándose de lo conocido por la serie de los años 60, al dotar a cada uno de ellos de personalidades más que alejadas de los originales. Sin embargo, el cambio más radical es el del robot asistenta Rosie, que es un receptáculo de la mente de la madre de George.
La historia que Palmiotti se esfuerza por contarnos se centra en cómo se ha llegado a ese futuro, hablando abiertamente del destrozo sistemático a la Tierra y sus recursos, lo que rodea al cómic de un aura de ciencia ficción pesada, en el buen significado de la palabra, que se ve acrecentado por las reflexiones que se realizan sobre qué se siente al ser una mente humana con el cuerpo de un robot… Hay tantas ideas dentro de este primer número que el resultado final se ve algo lastrado por ello.
Palmiotti opta por alejase por completo del humor y centrarse en lanzar un mensaje catastrófico en un momento tal vez algo prematuro como para que se pueda interiorizar de forma eficaz. Estamos frente a un número uno y estamos conociendo a los personajes, puede que se llamen Jetson, pero para nada son los Jetson de antaño y es necesario ir acercándose a ellos progresivamente si se quiere dotar al conjunto de carga dramática suficiente como para que nos importe lo que les pueda pasar.
Pier Brito es el encargado de dar forma a este mundo futuro salido de la imaginación de Hanna- Barbera. Su trabajo se centra en añadir profundidad a las ideas de Palmiotti, remarcando los aspectos más oscuros de la historia, con su estilo de dibujo nítido que permite que cada uno de los personajes tenga su particular personalidad visual. Un trabajo muy interesante que va a ser apasionante ver cómo se va desarrollando en las siguientes entregas.
El conjunto de la historia, lo que su guionista quiere contarnos y como lo hace resulta interesante, pero esa precipitación en ponernos todos los elementos sobre la mesa puede resultar, al menos en este primer número, algo plomizo. Un conjunto de ideas muy prometedoras que auguran una serie cuanto menos interesante de leer.
Guion - 7.5
Dibujo - 8.5
Interés - 8.5
8.2
Sorpresa.
Un primer número cargado de ideas que no es sino el germen de una posible nueva sorpresa dentro de esta iniciativa de renovación de las franquicias de Hanna-Barbera.
