Reseñas DC: Titans Rebirth #01

 

Edición original: Titans: Rebirth #01
Guión: Dan Abnett
Dibujo: Brett Brooth
Entintado: Norm Rapmund
Color: Andrew Dalhouse
Formato: grapa, 32 páginas, color.
Precio:2,99 $.

 

Hay ocasiones en las que el peor enemigo de una serie no son los aficionados y por tanto las ventas, sino ella misma, siendo un ejemplo de ello las series de los Titanes.

Cuando Wolfman y Perez lograron alcanzar la quinta esencia en cuanto a cómo se debe escribir y dibujar un cómic de superhéroes, no eran conscientes de que estaban amartillando un revolver que se iba a disparar cada vez que se pusiera en marcha una nueva serie dedicada a los héroes más jóvenes de DC Comics. Con estos dos autores la serie rozó la perfección y por tanto todo cuanto pudiera venir después poco o nada tenía que hacer para poder, no tanto emular, pero si intentar alcanzar cierto prestigio que le permitiera afianzarse en el mercado de una forma sólida. El problema es que no se puede concebir a DC sin una serie de los Titanes y por tanto no se puede dejar de intentarlo, una y otra vez, porque así es como debe ser.

En Titans Rebirth tenemos un cómic con un potencial enorme pero fatalmente resuelto. Es una gran oportunidad perdida, un momento que ya no volverá. Era aquí, ahora, en este instante cuando Dan Abnett debería haber sido capaz de romper con la dinámica fatídica que parece rodear a unos personajes que parecen malditos desde los tiempos de Wolfman y Perez.

La historia está bien planteada. Wally West regresa a su pasado, metafóricamente, pues estamos ante un cómic de recuerdos y emociones, encontrándose con algunos de sus viejos compañeros de equipo. Nadie lo recuerda, lo que se le hace muy duro a Wally, pero gracias a la Fuerza de la Velocidad, uno a uno, van recordando al que en su día fue su compañero más veloz.

Con esto encima de la mesa Abnett debería haber sido capaz de escribir una historia más solvente. Volver la vista atrás, a los tiempos de la vieja gloria es un punto a favor para construir un número digno de Rebirth y por tanto interesante para el lector. El problema es que no lo consigue.

Su tratamiento es muy superficial, acelerado, como si por estar trabajando con Wally no hubiera un momento para un acercamiento más sosegado y todo deba pasar a la velocidad de un parpadeo. El poso lo tiene, pero no hay sabor que consiga llamar la atención. Lo que es una lástima al contar con uno de los miembros más relevantes del grupo y que a su vez está, en estos momentos, en medio de todos los focos por su implicación directa con lo ocurrido en Rebirth.

La sensación que se tiene a lo largo de la lectura es de estar leyendo algo sin importancia, que intenta captar al lector con el recuerdo del pasado, pero que lejos de resultar eficaz, llega incluso a resultar molesto. La puesta en escena es burda y el conjunto acaba por resulta anodino… y lo que es peor aburrido. Con un nivel más que elevado en estos especiales Rebirth, Titans se erige como el número más flojo de todos sin haber sido capaz de construir algo mínimamente estable e interesante, aunque teniendo para ello algunas de las mejores herramientas con las que hacerlo.

Todo podría haber sido mejor, pero es como es y por tanto debemos lidiar con un cómic flojo que además está dibujado de forma poco elegante por un dibujante, Brett Booth, dado al exceso creativo en cuanto a la colocación de las viñetas y un estilo de dibujo de finales de los años noventa. Personajes anoréxicos, con rostros cambiantes y poses imposibles nos hace recordar lo peor de la Image de los años noventa. Una lástima.

En resumen, un número gelatinoso, con débiles destellos que se apagan casi tan rápido como aparecen, sin desarrollo sólido y con una puesta en escena pasada de moda. Solo queda esperar lo mejor de la serie regular y que Abnett demuestre su buen hacer con más páginas de por medio. Los Titanes se lo merecen y los lectores también.