Edición original: DC Comics
Guión: J.M DeMatteis
Dibujo: Yves Guichet
Entintado: Jason Gorder
Color: Gabe Eltaeb
Formato: Grapa, 22 páginas
Precio: 2,99 $
Si te paras a pensarlo, no es una mala idea: coges tres series que apenas han conseguido vender a lo largo de su corta vida y las juntas en una. A ver si así sumamos los lectores de una y otra. A ver si así conformamos un equipo artístico potencial para desarrollar este rincón del Universo DC que se mueve entre la indiferencia más absoluta y una calidad cuanto menos dudosa. Reconozco que yo soy el primero que no se ha acercado nunca antes a este rincón, del que sólo tengo las referencias que me aportan las noticias que leo sobre el mundillo a diario y alguna que otra entrevista o reportaje. Quizás eso me haga la persona más indicada para reseñar este número. Quizás no. La cuestión es que tras leerlo me propuse resolver las siguientes cuestiones: ¿Merece la pena juntar a estos tres personajes en una sola serie? ¿Qué tal es el resultado?
Merecer, evidentemente que merece la pena. Estos tres personajes, por alguna razón o por otra, parecen tener más importancia en el Universo DC de lo que atesora su popularidad. O al menos eso es lo que los guionistas quieren hacernos creer. Si Pandora reiniciaba el Universo DC porque sí, el Fantasma Errante cumplía un importante papel en los acontecimientos de la Trinity War mientras que The Question sigue preguntándose su origen –a mí personalmente me gustaría que encontrase las respuestas y a otra cosa mariposa–. Y al final tenemos lo que uno esperaba: una suma de las tres series de tres personajes con dudas y más fantasmas internos que el alma de Casper y una amenaza capaz de hacer que se tengan que juntar para vencerla. Todo excesivamente previsible y falto de sustancia.
Si a eso le sumamos que el dibujo de Yvel Guichet es un “sí, pues vale” en toda regla, al que, eso sí, los colores de Gabe Eltaer ayudan a potenciar, estamos ante un cómic en el que la palabra indiferencia viene marcada en todas y cada una de las viñetas (lo mejor del cómic es la portada de un fantástico Guillem March). Y más que indiferencia, diría pereza. Pereza por saber qué les va a ocurrir a estos personajes que llevan vagando estos tres años de Nuevo Universo DC sin pena ni gloria por las páginas de la editorial. Incluso su autor, J.M. DeMatteis, lleva bastante tiempo sin dar la sorpresa, pasando de un encargo a otro como el que hace una pizza detrás de otra. No lo consiguió Dan DiDio, tampoco Ray Fawkes, así que poco le vamos a pedir a DeMatteis. Si acaso un poco de salero. Una sorpresa. Nada más.
A mí que me avisen, cuando
a) The Question vuelva a ser The Question y vuelva a molar
b) Pandora-Poochie haya sido enviada a una galaxia muy lejana
Del pobre Phanton, no digo nada, que, aunque la leyeran cuatro gatos, era una serie muy entretenida y bien escrita. Por cierto el dibujante de esto, era el de la última etapa de Stormwatch y aquello me dejó lesiones oculares permanentes.
Me ha gustado como ha tratado DeMatteis los pensamientos internos de cada personaje, si este es el primer cómic que alguien lee de estos personajes le sirve de presentación y deja bien claro como es cada uno, porqué son como son y establece un primer contacto entre ellos. Nada novedoso pero bien llevado.
Visualmente un meh en toda regla pero más tirando a mal por unas caras que en algunos casos eran muy raras.
Par mi DC tiene personajes que superan por mucho sus propias leyendas.
Pero se quedan en eso. Lo que fueron y no lo que podrían llegar a ser.
Tenemos a The Question. Tal vez el mejor antihéroe que deambula por los comics sin encontrar una identidad. Y lo maravilloso es que bastaron 36 números para que Oneil nos diera una lección de cómo se debe escribir una serie mensual.
Animal Man con Morrison y Delano funcionaba, pero con el resto de los autores es un chiste.
Lobo. Hoy alguien se acuerda realmente de él. Fue un personaje que moló un montón y que me sacó carcajadas por mil, pero que hoy sólo unos locos comics para leer y releer.
Hitman. Lo mataron… Ennis lo mató. Pero aún día tendrá que volver.
Gen 13. Una porquería más del montón, pero que increíblemente marcaron una etapa.
Wildcats. Sin comentarios… Fueron lo más grande y no sólo por Lee, Robinson, Moore, Nguyen y Charest, sino también por Casey que logró evolucionar el cómic de manera sorprendente. Y no olvidemos a Lady Tron; Zealot, Voodoo, Mr Majestic, Savant y Grifter, que grandes personajes.
Spider Jerusalem… Donde está el maldito de Ellis para que reelance Transmetropolitan de una vez.
El Capitan Marvel. Alguien algún día tendrá que dar explicaciones de porqué uno de los héroes más queridos de la industria no tiene serie propia, mientras que otros héroes mediocres gozan de esa suerte.
Firestorm. Gran personaje, pero con autores que no han sabido ver su potencial.
Y para concluir The Authority. Lo que no merece explicación. Lo que han hecho con la serie ha sido un desastre, una vergüenza para el espíritu impulsado por Ellis.
Indiferente, si tuviera que dar un consejo a un nuevo lector… «en vez de perder el tiempo con esto lee un clásico», es decir habiendo tanto, tanto, pero tanto que leer yo perdí el tiempo con esto… terrible.