Cambio de rumbo radical
«I´m dying»
Vuelve nuestro mercenario tuerto favorito. DC publica una nueva colección de Deathstroke con el controvertido Joshua Williamson a los guiones y Howard Porter como dibujante.
Cristopher Priest se encargó de los 50 números de la colección Rebirth acompañado de diferentes dibujantes como Ed Bennes, Carlo Pagulyan, Igor Vitorino, Fernando Pasarin o Felipe Watanabe, hasta su cierre en diciembre de 2019. El guionista de Queens realizó un trabajo más que destacado situando muy alto el nivel de exigencia ante la nueva serie que propone DC.
No es fácil retomar el personaje después del trabajo de Priest. Williamson se reconoce admirador de su predecesor y tranquiliza a los fans diciendo que simplemente se dedicará a continuar donde finalizó la colección anterior, sin deshacer ni retocar.
En este primer número vemos como la organización súper secreta TRUST intenta contratar las habilidades de Slade Wilson para cazar villanos del universo DC. Deathstroke formará equipo otra vez con Canario Negro. En la relación entre ambos saltan chispas y no de cariño precisamente.
TRUST es una entidad hasta ahora inédita en DC, excepto por su presentación en el sexto número del Batman: Urban Legends. Al contrario de lo que indica su nombre, no inspira ninguna confianza y por lo que parece el misterio que la envuelve va a ser el McGuffin recurrente de la serie, al menos en su fase inicial. Otro de los motores de la colección será los roces entre los dos protagonistas y todos aquellos tópicos típicos de las buddy movies, que (al menos a mi) tanto nos gustan.
Uno de los aspectos positivos de este número inicial es que ya nos conocemos todos, Williamson no pierde el tiempo en introducciones. Sabemos quien son Deathstroke y Canario Negro por lo que la serie entra rápido en faena y nos ofrece acción y violencia muy pronto, que es lo que veníamos a buscar. Se trata de un guion fácil y dinámico con una premisa que promete, al menos, entretenimiento y diversión. Uno de los villanos más carismáticos e implacables se enfrentará a otros villanos del universo DC. Williamson además anuncia que Wilson tendrá muchos “juguetes” y tecnología puntera para ayudarle en su misión, como por ejemplo una armadura de Batman.
En el apartado gráfico Howard Porter ofrece uno de sus peores trabajos que recuerde. De hecho, tuve que revisar que no hubiera otro dibujante con el mismo nombre. Además de fallos anatómicos flagrantes (el pie de Deathstroke en la portada solo es un ejemplo) y perspectivas mal tiradas, el dibujo parece descomponerse y oscurecerse. Carece de claridad y belleza. El color estridente de HI-FI no consigue tapar las figuras emborronadas y tramposamente detalladas. No es que Porter me pareciera en algún momento un dibujante top pero sí podía decirse que se trataba de un autor competente, eficaz y cumplidor, que no perjudicaba en exceso alguno de los guionistas con los que ha trabajado en el pasado, como Morrison y Johns. Aquí su trabajo es malo, solo se salva su narrativa que no entorpece el hilo de la historia.
En próximos números, además de la armadura de Batman, Deathstroke saldrá al espacio exterior, visitará la Che-Terra como caballero andante y se enfrentará, inevitablemente, a Dinah. Parece que Joshua Williamson no escatima originalidad en sus ideas, ya veremos como es capaz de llevarlas a cabo.
Este primer ejemplar, en su conjunto, deja un sabor agridulce. La premisa parece interesante y entretenida pero el guion no deja de ser un trabajo superficial y el dibujo es muy flojo. Quizás las expectativas que genera Slade Wilson y la etapa de Priest vayan en detrimento de esta serie pero no deja de tratarse de un trabajo del montón. Al menos, no peca de los defectos habituales de un primer número.
Lo mejor
• Los personajes principales.
• Acción desde el primer momento.
• La página final de adelanto de los próximos números.
Lo peor
• El dibujo de Porter.
Román de Muelas
Guion - 6
Dibujo - 4
Interés - 6
5.3
No convence.
El carisma de Deathstroke no consigue compensar el trabajo ramplón de los autores con mención especial por el dibujo de Porter que está por debajo de lo habitual.
Con todo el cariño, rigideces anatómicas y escorzos aberrantes los ha tenido Howard Porter toda la vida… En su defensa, parece un profesional prolífico y cumplidor, el hombre gris que es un motorcito en sus entregas y no da problemas a la cúpula directiva. Y sus fans tiene por lo que leo en webs como ZN, así que quizás es más un tema de manía personal mía.
En todo caso, a veces me imagino un mundo perfecto, y en él la JLA de Morrison no era dibujada por una medianía como Porter sino por algún dibujante más «super-épico» tipo Alan Davis, o Pérez … Etapa mítica habría sido (sorry Howard, nada personal :))
Es una muy buena noticia que Deathstroke vuelva a tener serie propia, y esto no nos engañemos es obra de Priest que sin duda hizo una excelente etapa y debe estar funcionando en sus ventas de recopilatorios, ahora por supuesto la vara está bastante arriba así que esperemos que este nuevo equipo no lo arruine.
Para mi Deathstroke tiene trasfondo e identidad propia para funcionar por sí mismo en una serie. Otra cosa es que habitualmente no lo haya hecho salvo con Priest (de las mejores series de DC de la década) y no sé si algo en su serie de los 90, que la verdad no he leído. El resto de etapas que ha tenido han sido breves con equipos creativos de escasa continuidad y la mayoría bastante mediocres.
Pero vamos con Priest aguantó una etapa de primer nivel de 50 números, personajes con muchísima más promoción tanto en DC como en Marvel no se acercan a esas cifras sin 3-4 relanzamientos de por medio (a la Capitana Marvel me remito o a prácticamente cualquier personaje que no sea un primerísima espada de la editorial)
Curiosas declaraciones viniendo Desthstroke de tener la mejor serie de todo DC en los últimos 5 años.
Yo creo que Deathstroke da para mas que personajes menores como la Gata Negra, por ejemplo.
De momento de las series que pones como ejemplo:
Nightwing: entre todas sus series sumará ya…casi 300 números? Con una etapa a mi juicio de notable de unos 70 números como es la de Dixon.
Deathstroke: entre todas sus series…200? núneros? Con una etapa de sobresaliente como la de Priest.
Catwoman: ni idea de cuantos números llevará como personaje individual en total, me extrañaría que no haya pasado de los 200. Con una obra maestra de etapa de cerca de 40 números como es la de Brubaker.
Mucho camino le queda a Gata Negra para ponerse a ese nivel y dejar de ser un personaje secundario de Spiderman para ganar entidad propia.
En cuanto a que un personaje tiene que tener su propio mundo para funcionar, vamos a ver, un personaje para funcionar tiene que tener un equipo creativo que lo haga funcionar. Punto. Si hasta Howard el Pato tiene una etapa buenísima de Steve Gerber y no era más que un personaje creado en una cabecera de cuarta fila de la editorial como Man Thing. Lo mismo con Animal Man de Morrison.
Decir que un personaje no puede funcionar a largo plazo sin un mundo propio es ridículo, sobretodo cuando pones justo de ejemplo a Deathstroke que es un personaje que justamente así ha funcionado perfectamente durante una etapa de 50 números (mira a ver cuantas etapas de los 90 en adelante han pasado los 50 números y más con un personaje secundario, que verás que no son tantas)
Gata Negra es un personaje muy, muy menor. Un secundario vamos.
Otra cosa es que un autor la coja y haga una buena etapa con ella (y según tu la está guionizando la reencarnación de Alan Moore, así que todo bien).
Tienes múltiples ejemplos de personajes menores que tienen etapas que son las mejores del medio, por encima de la mayoría de las hechas con Batman, Superman, Spiderman o Lobezno: el Animal Man de Morrison es un magnífico ejemplo. Y hay otro aún mejor: La Cosa del Pantano de Alan Moore.
Por otro lado, Deathstroke es uno de los villanos más iconicos de DC, el el principal antagonista del segundo grupo más importante de la editorial y un favorito de los fans. Que la Gata Negra bien supongo, pero creo que se queda bastante lejos.
La fórmula del éxito de un personaje no debe estar tan clara, con la cantidad de fallos que hay en la industria y unas cifras de venta (al menos teóricamente) menguantes. Al final el éxito para la empresa es vender o tener perspectiva de que se va a vender. A fuerza de hacer historias ya van apareciendo personajes y situaciones, entornos familiares y tonos.
Sigues poniendo a Nightwing como ejemplo de tu tesis cuando es justamente lo contrario. La primera colección de Nightwing la comenzó Dixon, con el personaje en su ciudad Blüdhaven, con su propia idiosincrasia frente a Gotham, galeria de secundarios exclusiva (Bridget Clancy, Tarántula, Amy Rohrbach, Tarántula III) y enemigos propios (Potro, Torque, Lady Vic, Shrike, los Deever). Como comenté en otro hilo, en el caso de Nightwing además Dos Caras prácticamente sólo ha salido en un arco, al final de ese primer volumen, y no ha aparecido ni en el segundo volumen, ni en Grayson, ni en el tercer volumen, salvo cameos o flashbacks. El Acertijo aún menos.El Pingüino quizás algo más, pero es porque es ubicuo y socorrido como mafioso, si bien en Nightwing siempre ha tenido mucho más peso Blockbuster II (llegando a ser su gran némesis)..
Yo no veo mal que Canario esté en una cole con Deathstroke. Ya coincidieron bastantes veces en las Aves de Presa de Dixon. Si la colección está bien eso que ganamos y si está mal, pues a otra cosa. Si Canario Negro sólo puede salir con Ollie sería un poco tóxico, no? Bueno, matizo: es Green Arrow el que sale con Canario Negro, que ella mola más XD