Valor de Ley
Cada nuevo proyecto de Tom King viene rodeado de una alta expectación, especialmente cuando se trata de una serie limitada, en las que tradicionalmente ha despuntado con mayor profundidad y acierto. Tanto en Mister Milagro como en la actual Strange Adventures, King ha cimentado un gusto exquisito por el drama familiar, desde una perspectiva intima, reflexiva, evaluando las relaciones de pareja desde un ámbito personal, volcando su propia experiencia matrimonial y dándonos en el proceso personajes femeninos definidos por su fuerza y carácter, siempre bajo una óptica muy masculina, del protagonista (Scott Free, por ejemplo) como semejante propio. En esta ocasión, la historia entraña mayor interés si cabe porque nos encontramos con un personaje femenino como cabeza visible absoluta de la obra, Supergirl. Sabiendo esto, ¿Cómo ha sido el primer acercamiento?
Tal y como sucedía en Superman Arriba en el cielo, King basa su historia en el western, género cinematográfico por excelencia. Tanto en la configuración del espacio como de sus protagonistas, así como la voz que va a dominar la narración a lo largo del capítulo. Por ello, como si de Jesse James se tratara, vemos a un cobarde llamado Krem (como podría llamarse Robert Ford) asesinando al padre de la coprotagonista de la obra, Ruthye, lo cual hará que la pequeña parta en su viaje para recobrar el honor de su familia. La atmosfera de venganza y muerte envuelve el relato y se extiende a la concreción del resto de aspectos artísticos del mismo (sin ir más lejos, destaca el contundente trabajo del letrista, Clayrton Cowles). Ayuda, para que la primera escena y la definición del conflicto funcionen, el asombroso color de Matheus Lopes, con un naranja, rojo y azul que asfixian la viñeta.
El dibujo de Bilquis Evely, por su parte, recuerda a la mayoría de sus trabajos anteriores, como The Dreaming. Especialmente, en lo relativo a la imaginación desbordante en la creación de mundos, con la influencia de novelas de fantasía y la estética de los mitos griegos. El diseño de los personajes y vestuario es coherente con lo que se muestra, dando vigor a lo que se narra y envolviendo la presentación con un toque de irrealidad muy acertado.
A partir de entonces, domina la narración en primera persona, a través de un largo monologo que acompaña el espectacular dibujo de Evely. Se trata de dar un aire solemne al discurso, a la empresa de la pequeña huérfana. El escritor de Batman presenta un trabajo irregular en lo que respecta a este apartado del cómic por exceso. En la búsqueda de la voz de la joven, a veces se inclina por intervenciones muy largas que lastran el ritmo implantado en el dibujo. No obstante, mejora pasadas las primeras páginas con la aparición de Supergirl (y Kripto, claro).
King le da un aire muy divertido al personaje, regalándole una primera intervención en la miniserie que, de nuevo, recuerda a las viejas películas del oeste. La sheriff trasnochada, a medio camino de todo y bebedora. Reuben Cougburn, en definitiva. El protagonista de True Grit (Valor de ley, en castellano), interpretado por John Wayne y Jeff Bridges en sendas adaptaciones de la novela original homónima.
El paralelismo entre Supergirl: Woman of tomorrow con Valor de ley es evidente, más allá de la clara identificación de su protagonista. Tenemos una chica huérfana que busca al asesino de su padre (como Mattie Ross en la película), que además funciona como narradora de la obra.
Toda esta construcción desemboca en un primer enfrentamiento en el que las virtudes de sus creadores encajan por primera vez a la perfección. Desde la mejor adecuación del monólogo a la escena hasta el color y dibujo, dando dinamismo y poder a la categoría del combate y los personajes implicados (con su consabido e inevitable cliffhanger para el siguiente número).
Tenemos, por todo ello, un primer número sólido. Lo más destacable en el guion resulta de su acertada influencia, como espejo. Por el lado contrario, la voz interna resulta irregular por momentos, lastrando el comienzo de un cómic que, a pesar de ello, consigue remontar. Por su parte, el dibujo es el principal argumento positivo de la obra, con Bilquis Evely desatada tanto en la creación de un espacio de ensueño como en lo relativo a la anatomía de los personajes.
Lo mejor
• El dibujo y color de la obra.
• La correcta influencia y su implantación a través del guion de Tom King.
Lo peor
• El irregular comienzo en el monólogo de la protagonista.
