Bienvenida
Después de dos grapas de presentación en Future State (bajo la denominación de Wonder Woman, ni más ni menos), Yara Flor estrena colección propia, de la mano de las autoras que dieron forma a su creación entonces, Jordie Bellaire y Joëlle Jones. Lo hace en un momento propicio desde el punto de vista editorial, con la vista puesta en el futuro inmediato de las distintas colecciones y personajes, con terreno fértil sobre el que cultivar ideas que permitan una renovación que se visualiza necesaria para DC Comics. Como toma de contacto, este Wonder Girl #1 presenta la estructura clásica de primer número, desde la presentación.
Jones precisa de elementos reconocibles que definan a esta todavía desconocida como una amazona y, por ello, recurre a una escena en retrospectiva de guerra. El trabajo de Bellaire otorga una sobriedad única a la misma, desde la selección del color predominante para ambos contendientes (definiendo a buenos y malos) hasta la representación de la victoria con la asimilación del tono oscuro. La tragedia como elemento definitorio del héroe, tan presente en la historia de la literatura y, específicamente, en el tebeo de superhéroes. Se trata de un acierto notable al contraponerse (al menos en apariencia) con la personalidad de Yara en el presente, despreocupada y sin conocer su pasado. Tenemos, por tanto, ambas ideas en paralelo, sobre las que la escritora de Catwoman parece querer construir el interés del primer arco, haciendo que el descubrimiento de Yara por parte del lector sea el propio de la heroína con su legado e historia.
El diseño de personaje por el que se ha optado en el cómic es interesante, más casual, con ropas normales, desprovisto del uniforme de la portada. La definición de Yara se hace desde la propia distribución de viñetas hasta los detalles nimios sobre lo que acontece en las mismas (la posición que ocupa Yara o sus propios actos, ayudando a su compañera de viaje), sin olvidar el diálogo inicial. Todo es información acerca de ella, de la persona que es y el momento vital en el que se encuentra, así como de los motivos que le han llevado a tomar el vuelo.
En un segundo plano, se intercalan estas escenas con acontecimientos en escenarios muy reconocibles de la mitología de Wonder Woman (desde Themyscira en primer lugar al monte Olimpo). A través de estas breves viñetas planea la sombra de un enfrentamiento futuro que involucra a la recién llegada, motivado quizás por su advenimiento. Permiten a su vez un descanso para su dibujante, que puede dar espacio a otro tipo de composiciones, más clásicas, de construcción de los idílicos lugares descritos.
En su segunda mitad, el cómic rebaja esta tensión, recurriendo a escenas menos recargadas. El elemento menos inspirado del número se encuentra precisamente en estos momentos, en la construcción del propio diálogo. Jones trata de relacionar a Yara con su nuevo entorno con conversaciones casuales que no funcionan del todo, pero que no entorpecen en absoluto el buen nivel del conjunto. Se acomete un primer acto heroico a través de otro elemento común de todo Superorigen , en la defensa del que se encuentra en una situación de peligro. Teniendo en cuenta la estructura general, la misma funciona aceptablemente, desde la asimilación de conceptos. Además, se juega con la pregunta acerca de la dimensión que alcanza su fuerza, reservándose la explicación para el futuro. Se están, por tanto, esbozando conceptos que serán puestos en relación en próximas entregas. Todo ello conduce a una última sorpresa, que recuerda a lo presentado en Future State y que dará comienzo, sin duda, a un nuevo camino propio.
En conclusión, nos encontramos ante un notable primer número. Particularmente, resulta muy estimable la forma que tiene su guionista para definir a Wonder Girl, con varias pinceladas, algunas más concretas y otras con menos información, dando pie a una reflexión honesta sobre su figura. En segundo lugar, Jordie Bellaire demuestra con oficio la razón por la que, a día de hoy, es un valor seguro para la editorial y una de las mejores (para este que escribe, la mejor) colorista de DC Comics. Una colorista que adapta su mensaje a la dimensión de la historia y que resulta especialmente solvente a la hora de transmitir conceptos relativos a la personalidad de los distintos personajes.
Una colección que se erige como una de las principales de cara a este 2021, con todavía mucho camino por recorrer, evidentemente, pero con la dirección que ha de tomar muy clara, lo cual distingue las buenas cabeceras de aquellas que solamente tienen buenas y vacuas intenciones.
Lo mejor
• La definición del personaje.
• El color de Jordie Bellaire.
Lo peor
• Ciertos diálogos que no terminan de acertar.
BIENVENIDA
Guion - 7.5
Dibujo - 8
Interés - 8
7.8
Una colección a seguir en el futuro.
El dibujo gana mucho con ese coloreado que es fantástico, supongo que aquí llegara en tomo.
Hola, Sibaix! Seguramente, las colecciones de WW no funcionan demasiado bien en España y si la principal ya está bajo formato Temporada, con está tiene pinta de lo mismo. Un saludo.
Una pregunta así al aire, no da la sensación que, aunque desapareciera el supuesto evento 5G. En los cómics de DC estamos viendo lentamente este evento? Porque a Superman lo van sustituyendo también muy lentamente por el hijo. A WW la están sustituyendo ahora mismo, a Batman lo veo más difícil ya que es la gallina de los huevos de oro de DC. Básicamente es el y la batfamilia quien mantienen los cómics de DC a flote, en mi modesta opinión.
No sé si estos personajes cuajarán en el público, al menos en el joven, que es realmente hacia quien está orientado todos estos personajes nuevos. Veré con cierto interés como se desarrolla esto, porque me da la sensación de que aquí hay más en juego de lo que parece.