Reseñas DC: Wonder Woman Earth One Vol. 1 de Grant Morrison y Yanick Paquette

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Edición original: DC Comics.
Guión: Grant Morrison.
Dibujo: Yanick Paquette.
Entintado: Yanick Paquette.
Color: Nathan Fairbairn.
Formato: Tapa dura, 144 páginas.
Precio:. 22,99$

 

Si algo destaca de Wonder Woman es el haberse erigido como eje del feminismo en un mundo tan masculino y machista como el de los superhéroes. Un pequeño oasis en esa terna de hormonas que se ha mantenido desde sus inicios y que ha encontrado su virtud precisamente en la suma de su fuerza y feminidad. Lo cual no quita que se puedan discutir muchas decisiones a lo largo de su historia, desde luego: ahí esta su traje, más corto que el de sus homólogos masculinos, o un carácter endeble y supeditado al sexo opuesto en sus inicios. Pero si hay algo con lo que quedarse es con su fuerza ya que se trata de uno de los personajes más poderosos de todo el Universo DC. Y es, al contrario de lo que puedan pensar muchos, el más humano: nada hay en ella de la eterna lucha por la justicia de Superman o, por continuar en la triada de DC Comics, del bien y el mal como conceptos abstractos y a menudo inseparables de Batman. Wonder Woman hace el bien porque es un ser humano con unos valores como los que podríamos tener nosotros y tiene la necesidad –y la capacidad– de hacerlos valer a través de sus poderes. Y siempre ha sido así: desde la etapa de George Perez que la elevó aún más hacia el olimpo hasta la de Greg Rucka, donde su camino a ras de suelo entre los seres humanos de la Tierra fue más evidente.

Ahora es el turno de Grant Morrison, un tío que no es, a pesar de lo que pueda parecer, muy dado a innovar. Sus orígenes fueron rompedores: ahí están su Animal Man o Los Invisibles como pruebas de su desternillante cabeza; pero poco a poco se ha ido acomodando en una situación de privilegio dentro de un mundillo ciertamente reaccionario que le permite seguir siendo un guionista innovador. Y una de sus señas de identidad –que nunca ha variado– es precisamente algo que dista de la innovación: el constante homenaje a los clásicos. Uno de los santos y señas del escocés es el saber captar el aroma clásico de los buenos tebeos de antaño y trasladarlo a su peculiar estilo impresionista. Es ahí donde el guionista sabe perfectamente jugar con el lector haciendo llamadas diversas tanto a su cerebro nostálgico como a su centro de atención. No debemos de olvidarnos tampoco del componente provocador que imprime a todas sus historias.

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Creía, en un inicio, discutible que alguien hubiera cedido la empresa de escribir la Wonder Woman de Earth One a Grant Morrison. Se supone –o al menos eso hacen creer las adaptaciones a este universo de otros personajes– que esta tierra debe beber de la innovación, de la actualización de viejos personajes en algo más novedoso, más actual. Y en este sentido, Wonder Woman: Earth One es un cómic mucho más clásico de lo que pueda parecer a simple vista. Sí, tiene un punto de innovación en torno a cómo se estructura el origen de la amazona o de la caracterización de Themyscira (más mérito aquí de Yanick Paquette) pero el cómic tiene un aroma demasiado clásico en sus dos ejes principales. Por un lado en la estructura: acostumbrados como estábamos a una narración más elíptica en la mayoría de cómics del escocés, sorprende ver un cómic tan lineal y a ratos predecible. Por otro, en el trasfondo: la historia, a pesar de la modernización de los parajes, no deja de ser la historia de siempre con algunos matices. Y sí, cambiar de raza a uno de los personajes protagonistas –en este caso es Steve Trevor– dejó de ser una innovación hace mucho tiempo. Tampoco nos debería llevar a equívoco la sexualización que el guionista y dibujante hacen de la obra: este componente ha estado ahí desde los orígenes del cómic. Lo único es que ahora lo vemos en el cómic más mainstream cuando antes era impensable.

En relación con esta ambigüedad entre lo nuevo y lo antiguo en que se mueve este cómic, decía al principio que uno de los pilares sobre los que se sostenía el personaje protagonista era ese carácter femenino que tan implícito iba en sus actos y en su origen. En su forma de ser, al fin y al cabo. Y aquí el cómic entra en una contradicción de la que no se si sacar algo positivo o algo negativo. Quizá ambas cosas. El cómic quiere creerse moderno, pero no termina de serlo. Es una contradicción en sí misma: nos quiere contar la historia de por qué las mujeres de Themyscira odian a los hombres y de cómo la incursión de Wonder Woman en el mundo de los hombres pone en peligro los pilares de su existencia. Y si bien adopta la –lógica– posición de poner a las mujeres de Themyscira como muy superiores a los hombres, en el sentido de haber logrado construir la sociedad perfecta sin ellos, lo hace a base de caracterizarlas como unas cerriles dictadoras morales que odian por naturaleza el sexo opuesto. Es evidente que Morrison quiere convertirlas en heroínas y alejarlas del victimismo por el que nació su sociedad si nos ceñimos a los primeros tebeos de Wonder Woman. Pero ese halo de modernidad que intenta plantear se disuelve en esa posición tan antigua como es la del simple hecho de separar los hombres y las mujeres. ¡Cómo si no hubiéramos tenido suficiente! Creo que, en ese sentido, Grant Morrison ha perdido la oportunidad de hacer algo revolucionario, algo que diera un toque más radical a la idea del nacimiento de Wonder Woman en lugar de una confrontación de sexos que deberíamos superar cuanto antes. Desde luego, crear una sociedad “poliamorosa” (tal y como él la define), no es una posición tan radical como muchos americanos han creído ver en ella.

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Choca con esa idea de mujer fuerte el componente sexual que Yanick Paquette imprime en el dibujo. Choca demasiado, diría. El dibujante hace aquí un ejercicio de supremacía como no había visto en años: su secuencia inicial es de tal potencial, de tal calibre, que a uno le deja sin habla. Y ya el resto del cómic no es menos: las caracterizaciones portentosas de las mujeres, la fuerza que imprime a todas y cada una de las situaciones y la variedad infinita de planos, formas y viñetas que establece hace que uno apenas pueda cerrar la boca de admiración durante la lectura del cómic. Es sublime. Pero una cosa no quita a la otra y no puedo dejar de regañar al dibujante por haber establecido algo tan sexualizado. ¿Por qué las mujeres que ansían la supremacía sobre los hombres tienen que ir medio desnudas? ¿Por qué todas han de tener las tetas gigantes? Si bien me hubiera gustado más variedad en ese aspecto, me arrodillo igualmente ante un trabajo superlativo. Un trabajo donde no pasa tampoco inadvertida la supremacía física de las mujeres frente a los hombres, algo por lo que no hay que dejar de dar puntos a ambos autores. Se nota que el dibujante ha trabajado durante meses en el proyecto sin prisa y se ha dejado la piel para dibujar una novela gráfica que sube al canadiense al olimpo de los dibujantes.

La innovación como punto de partida en esta Earth One es algo que el guionista escocés abraza aunque sea de una forma no tan descarada. De hecho, señalaba en una reciente entrevista que «en la Wonder Woman original Diana se enamora de Steve Trevor y se va con él a luchar en la Segunda Guerra Mundial (…). Ahora quiere escapar de la isla por razones propias: se sienta aburrida y lo ha estado durante muchos siglos.». Razón no le falta: en un contexto como el actual, sin un conflicto global como la Segunda Guerra Mundial, no tendría mucho sentido algo como aquello. Pero creo que de Grant Morrison uno debería esperar un poquito más. Quizá el haber aprovechado esta oportunidad para brindarnos una Wonder Woman más actual, en la que sus valores quedasen reflejados no sólo en una quest personal sino en algo que la implicara más con el resto de la humanidad –algo que, no obstante, puede solventar en los volúmenes posteriores–.

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Pese a algunas dudas morales y a la polémica levantada, nos encontremos ante un cómic titánico que, además de trascender el mero divertimento (esencial en el noveno arte, creo yo), da un golpe sobre la mesa asentando la ya clásica polémica provocadora a la que nos tiene acostumbrados el guionista. Demuestra también mucho amor hacia el personaje que homenajea y , que duda cabe, cuenta con uno de los mejores dibujos de los últimos años. Su falta de innovación no debería cegarnos ante la dedicación y pasión que estos dos autores han puesto en un tebeo que, aunque pueda parecer lo contrario, es más complicado de hacer de lo que pueda parecer a simple vista dado el encorsetamiento que sufren este tipo de personajes. Mientras esperamos a la ya confirmada segunda parte, y tras leer un final con tantas posibilidades, lo único que nos queda es disfrutar, una y otra vez, de un dibujo sublime y de un autor tan descarado como Grant Morrison haciendo, como hace siempre, de las suyas. Yo seguiré acudiendo a la cita cada vez que tenga a bien provocarnos de nuevo.

  Edición original: DC Comics. Guión: Grant Morrison. Dibujo: Yanick Paquette. Entintado: Yanick Paquette. Color: Nathan Fairbairn. Formato: Tapa dura, 144 páginas. Precio:. 22,99$   Si algo destaca de Wonder Woman es el haberse erigido como eje del feminismo en un mundo tan masculino y machista como el de los…
Guión - 7
Dibujo - 10
Interés - 9

8.7

Titánica novela gráfica que indaga sobre la feminidad de Wonder Woman y su sociedad y viene firmado por uno de los dibujantes más en forma de la actualidad.

Vosotros puntuáis: 8.62 ( 18 votos)
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Lotso
Lotso
Lector
2 mayo, 2016 12:43

No entiendo: ¿ Las Amazonas no pueden estar buenisimas porque han rechazado a los hombres? Mmmm. Ellas no han rechazado su sexualidad, no son monjas y además está muy bien explicado en el tebeo. Yo no veo contradicción alguna entre el dibujo y el guión. Con respecto a q Morrison toma partido por un mundo femenino… Bueno, yo creo q es más una sociedad más avanzada pero que tiene fallos en su aislamiento y en su intolerancia hacia los hombres. En eso Diana se rebela e intenta ayudar en la conciliación. Para mí el punto de vista de Morrison es bastante acertado sin ser rompedor y espero con ganas mucho más.

mac
mac
Lector
En respuesta a  Lotso
6 mayo, 2016 8:28

No he leído el comic, pero creo que Tomás se refería a sexualizado no porque las amazonas fueran sexuales, sino porque todas son 120-60-120. Ser sexual y estar buenaza no es lo mismo. Puede haber monjas con un cuerpazo y ninfómanas sin tetas, ¿o no?

Y no me vengan con lo del arquetipo griego de cuerpo perfecto!

Saludos!

AlbierZot
AlbierZot
Lector
2 mayo, 2016 13:03

Deja mejor poso que placer lector. Es un buen tebeo de presentación, sencillo y amable… para ser un Morrison casi parece uno de los Local Heroes de Astro City, sin mucho lugar para la polémica (enmho) y con una caracterización imponente de la Amazona, calibrando la candidez y el poder majestuoso de Diana entre humanos. Deja con la miel en los labios.

hammanu
hammanu
Lector
2 mayo, 2016 13:42

La critica en este caso no me ha aclarado mucho la obra. Se que uno de las particularidades de Morrison es una narración compleja y no lineal. Pero yo creo que si a la historia no le hace falta pues es normal que lo narre asi (como hace el 99% de los guionistas). Obviamente se basa en los arquetipos de la Grecia antigua con las amazonas con sus cuerpos perfectos: ¿Pero esto no se hace con el 99’9 por cien de los autores del comic que dibujan mujeres? Si viviéramos en un comic prácticamente todas las mujeres serian de infarto (menos la tia May)
Otra cosa curiosa que yo incluso veo atrevida es que Morrison al contrario que Rucka y otros autores no suele escribir personajes femeninos tan densamente. Ya que generalmente sus tramas son tan complejas y surealistas que no suele hacer introspectivos a sus personajes.
Descontando algo de su etapa en Batman o Animal Man y la hermosa bizarrada que es Arkham Asylum.
Si que dare la razón al autor que el nombre de ambos autores ha sido el factor para que se diera esta obra por lo que iban a vender.
Si quereis leer algo mas Morrisionano haceros con el Nameless ¿Para cuando una reseña?

billyboy
billyboy
Lector
En respuesta a  hammanu
2 mayo, 2016 18:39

(menos la tia May)

Tu deja que venga la peli de Spiderman que conociendo a Marvel nos pone a una tia May como Marisa Tomei y a un Spiderman que vuelve al instituto.

Fabio Gonzalez
Fabio Gonzalez
En respuesta a  billyboy
2 mayo, 2016 19:08

Lo de Spider-Man de nuevo en el instituto lo acaba de hacer Marvel con la nueva serie llamada «Spidey». Y lo más curioso es que en esta serie a Peter lo dibujan muy parecido a Tom Holland.

Pedro Pascual Paredes
2 mayo, 2016 13:58

Muchas gracias Tomas por la reseña, la cual me ha parecido bastante acertada.
Es cierto que Morrison es una mezcla de innovación y recuperación de lo clásico (y en ocasiones la innovación es ese mismo clasicismo). Pero en esta ocasión, aun haciendolo, la obra queda muy ligera y «sencilla». Por mi parte, a Morrison le pido mucho mas, aunque si esta WW nos la tomamos como introducción para las siguientes dos partes, mi opinión posiblemente mejorará.
El trabajo de Paquette me ha encantado, y será la razon principal de comprarme este comic.
En conclusión, bien sabeis algunos que Morrison me gusta mucho, pero esta WW me ha parecido una obra, a la espera de las otras dos partes, menor, que mejora muchísimo gracias al dibujo. (Es curioso que en sus origenes, era al reves, guiones espectaculares de Morrison y dibujos «normalitos»
En todo caso, me la volvere a leer, a ver si mi opinión mejora.

Gracias Tomas

Rasputin33
Rasputin33
Lector
2 mayo, 2016 16:02

Gracias por la reseña. Lo que no he terminado de entender es cuál es el componente sexual del cómic que introduce Morrison y que ha causado tanto revuelo en USA.

Mr. Cesar
Lector
En respuesta a  Rasputin33
3 mayo, 2016 13:53

¿Amazonas bolleras? No la he leído aún, pero creo entender que el otro día sugirieron eso en otro post…

Fimbulvinter
Fimbulvinter
Lector
6 mayo, 2016 15:14

«Y si bien adopta la –lógica– posición de poner a las mujeres de Themyscira como muy superiores a los hombres, en el sentido de haber logrado construir la sociedad perfecta sin ellos»

¿Por qué es lógico?