Reseñas DC: Wonder Woman / Tazmanian Devil Special #1

 

Edición original: Wonder Woman/Tazmanian Devil Special #1
Guión: Tony Bedard
Dibujo: Barry Kitson, Ben Caldwell
Entintado: John Floyd
Color: Lovern Kindzierski
Formato: Grapa, 48 páginas
Precio: $4.99

 

Uno de los rasgos más característicos de Wonder Woman es su origen ligado a la mitología griega. De allí se pueden sacar decenas de enemigos y aliados, porque si alguna religión politeista es conocida en occidente, es la greco-romana. Algunas etapas de Diana han sido largamente basadas en la mitología, y este especial no es ninguna excepción. Adaptando y ampliando los mitos conocidos, Tony Bedard decide incluir en la misma al Demonio de Tazmania, para este Wonder Woman/Tazmanian Devil Special #1. La mazmorra del minotauro – quien por cierto, debe el nombre a la ciudad de Minos. Ferdinand es un citotauro, pues es de la isla de Citos/Citnos – aguarda muchos guardianes, cada uno más peligroso, cómo guerreros esqueletos vivientes. Pero el más peligroso de todos ellos, que incluso espanta a los guardianes que una vez hizo frente Jasón, es el caos encarnado. Claro que con la clarividencia otorgado por sus patrones, nuestra Diana no sólo entiende el lenguaje onomatopéyico del Demonio de Tazmania, sino que además logra su prueba amansando a la bestia con un canto de arpa. Cierto es que Wonder Woman ha crecido y se ha vuelto más poderosa, desde su primer encuentro en su juventud. Pero hay un buen motivo para arriesgarlo todo y encontrarse con este peligroso ser, quien guarda un buen resentimiento por su encuentro previo con la Princesa de las Amazonas.

Las amazonas son el motivo, pues el guionista se cogió un par de tomos de la etapa de Brian Azzarello y Cliff Chiang, y cambió el Minotauro por el Demonio de Tazmania, y a Hera por la hechicera Circe. No hay mucho más desarrollo que este, pero tampoco podíamos esperar mucho más de Tony Bedard, pues cumplidor en más de una ocasión ya es un cumplido a su trabajo. Al menos refleja a una Diana que resuelve todos los conflictos que puede, con diplomacia, inteligencia y compasión. Parece ya ser cosa del pasado esa Wonder Woman, que primero pegaba y luego preguntaba. No es una historia mala per se, en otro momento podría ser una historia más que decente. Pero viendo otros trabajos en estos cruces de Looney Tunes, parece que nadie se preocupó por este especial. O pensaron que, por fechas, al llevar el nombre de Wonder Woman vendería por si sólo sin necesidad de esforzarse más de la cuenta.

Tampoco ayuda demasiado el apartado gráfico, y mira que en ciertas series regulares, suelen intentar que esto compense las flaquezas del guión. Barry Kitson es competente y un veterano de renombre, pero podemos encontrar trabajos suyos más notables con relativa facilidad. Probablemente tampoco ayudan ni las tintas de John Floyd, ni aún menos los colores de Lovern Kindzierski, creando un conjunto casi tan olvidable cómo el guión. En cambio, en la historia secundaria – que va enfocado al público infantil -, el apartado gráfico es una gozada. El guión sigue a cargo de Tony Bedard, y a diferencia de la mayoría de historias secundarias, esta si continua la historia principal. Pero el resto de aspectos llevan el nombre de Ben Caldwell, y aunque la historieta no es Prez, se agradece y salen el Pato Lucas, el Gallo Claudio y prácticamente el resto del reparto de los Looney Tunes. Una recreación de otra de las historias griegas más conocidas, pero contada con mucho cariño, y nos termina dejando un regusto dulce a tan insulsa obra principal.