¿Lo oléis? Se acabó el verano (pero Civil War II no…), y se acerca el viento de cambio. Llega desde Estados Unidos y se llama Marvel Now. Junto a estas dos palabras, se avecinan nuevas series, nuevos números 1 en busca de lectores. Desde la sección Marvel nos preparamos para la tarea de reseñar todo lo posible y hemos decidido que no hay mejor entrenamiento que acabar los deberes atrasados. Aunque intentamos cubrir todo lo posible de All-New All-Different Marvel, algunas series se quedaron sin su correspondiente reseña. Sobre la bocina, hemos decidido hacerles justicia a algunas de estas colecciones y daros nuestra opinión.
Uncanny X-Men
Edición original: Marvel Comics.
Guión: Cullen Bunn.
Dibujo: Greg Land, Ken Lashley y Paco Medina.
Entintado: Jay Leisten, Ken Lashley y Paco Medina.
Color: Nolan Woodard.
Formato: Grapa, 23 páginas.
Precio: $3.99.
La posición de la Patrulla X hoy en día es, cuanto menos, complicada. Más allá de guerras entre estudios que quizá sí o quizá no motiven decisiones editoriales, los mutantes se encuentran en una posición difícil dentro y fuera de su universo. Ambas caras de la moneda no se distancian tanto realmente. Pero aquí estamos, con la que fue serie bandera de los mutantes reconvertida en una cabecera de segunda con aroma a X-Force.
Magneto reúne a un grupo de mutantes para ayudar a su raza a lo ancho y largo del globo, en un momento en el que el «odiados y temidos» está en su máximo exponente. Como extra, la omnipresenta niebla terrigen que también mata mutantes. Psylocke, Sabretooth, Archangel, Monet y algún invitado que se une a la fiesta protagonizan la serie. Cullen Bunn guioniza y Greg Land acompaña en el primer arco.
El dibujo es, por tanto, del bajo nivel esperado. Lo cierto es que alguna imagen nos puede engañar, pero Land ofrece su habitual bajo desempeño. Por momentos, incluso peor de lo habitual, con algunas escenas de acción cuyo orden me resulta confuso. Respecto a los diálogos, son excesivamente descriptivos. Es una lástima porque la serie brilla en los momentos de relación de grupo. Los altibajos son notables, pero la media de calidad no es alta. Cuando Ken Lashley y Paco Medina se encargan del dibujo, el global aumenta.
Paradójicamente, es un evento el que introduce una mejoría. Apocalypse Wars supone el punto álgido de la serie, con una trama que se centra en Archangel. A cargo del ya mencionado Ken Lashley, puede ser también el punto de entrada adecuado para lectores interesados en lo que Cullen Bunn tiene que ofrecer. Pero no esperen aquí su clásica Imposible Patrulla X, pues el título «Uncanny» parece tener un futuro lejos de los mutantes.
X-Men ’92
Edición original: Marvel Comics.
Guión: Chad Bowers y Chris Sims.
Dibujo: Alti Firmansyah.
Color: Matt Milla.
Formato: Grapa, 21 páginas.
Precio: $3.99.
Que al tomar retazos de universos paralelos para crear un nuevo Mundo de Batalla en las últimas Secret Wars alguien se acordase de la serie de dibujos de la Patrulla-X no parecía mala idea, aquella serie que se hizo de los X-Men en su época dorada y de la que todos los que por aquel entonces leíamos a los mutantes de Marvel nos había enamorado, pero para hacer algo así hay que tener en cuenta que es una idea sacada de un producto idealizado, valga la redundancia. Por aquel entonces una película de X-Men era un sueño con lo que ver moverse a nuestros personajes favoritos con historias copiadas de los cómics, aunque adaptadas a otro público, era una gozada, pero no nos engañemos no era un producto realmente bueno y menos para darle una serie propia en la actualidad.
Los antecedentes no solo son los de la miniserie del macroevento de este año, sino unos números en formato digital en los que esta versión del gran grupo mutante se enfrentaba a Cassandra Nova, lo cual de 92 tiene bastante poco y así continuará pues estas nuevas aventuras beben de todas las épocas de los X-Men, salen miembros de Generación-X, X-Static, Abigail Brand y su SWORD, hasta los X-Men del 2099 y ni con toda esta mezcolanza sin sentido se consigue hacer algo decente.
El primer arco lo conforma una historia con un vínculo a la actualidad, Jubilo es mordida por un vampiro lo que lleva al grupo, bueno, a muchos mutantes, a enfrentarse a Drácula y a un Alfa Red. Historias de Cíclope y Fénix, viajes temporales… todo ello en solo seis números publicados en los que los escritores Chad Bowers y Chris Sims tratan de construir algo, a saber el qué, con un tono humorístico e infantil que se aleja de cualquier posibilidad de crear un producto con un mínimo de calidad. El dibujo tampoco es digno de mención, aunque es más comprensible ya que Arti Firmansyah es contratado para imitar la serie de dibujos, pero el guión es lo que se lleva la peor parte.
Si a los mutantes no les va bien desde luego que esta no es la manera de resucitarlos, un subproducto creado de un subproducto da un resultado más que desechable. Como guiño en las Secret Wars podía pasar, esto sobra.
Rocket Raccoon and Groot
Edición original: Marvel Comics.
Guión: Skottie Young.
Dibujo: Filipe Andrade, Aaron Conley, Jay Fosgitt y Brett B. Bean.
Color: Jean-François Beaulieu.
Formato: Grapa, 23 páginas.
Precio: $3.99.
Algunas series de Marvel son tan continuistas respecto a sus predecesoras que uno no sabe por qué está reseñándolas. En este caso, todo lo que se dijo en su momento de Rocket Raccoon es igual de valido respecto a Rocket Raccoon & Groot, sobre todo teniendo en cuenta que ambas están escritas por la misma persona. Que Skottie Young posee talento para escribir -y dibujar, pese a que aquí se limita a lo primero- las series de humor, ya sean de corte ligero o para adulto, no lo pone nadie en duda, y su nueva serie es buena prueba de ello.
Al igual que su compañero Brian Michael Bendis, Young prescinde de un hilo general, prefiriendo relatos sueltos. Pero mientras que las historias del primero solo son anécdotas anodinas, las de Young divierten gracias a un humor cartoon, alocado, que trata con cariño al universo Marvel incluso cuando se burla de él. Obviamente, como en todas las series de humor, si uno no conecta con el humor de quien escribe, poco la disfrutará. Eso, sin embargo, no es motivo para negar la calidad de la serie. Young maneja muy bien a los protagonistas de la serie y se esfuerza por hacer algo nuevo en cada número. Si la serie no funciona, no será por falta de ganas.
En el apartado gráfico tenemos a diferentes dibujantes con un trazo cartoon y expresivo como el de Young adecuadamente escogidos de acuerdo al guion. Es verdad que no llegan al nivel de Young ni tampoco se lucen como los mejores de Marvel, pero hay que reconocer que todos saben ejecutar las instrucciones del guionista sin que se pierda mucho por el camino. La estrella es Jean-François Beaulieu, el colorista preferido de Young. Su trabajo es excelente, dotando a cada una de las páginas de una paleta de colores viva y llamativa, realzando las virtudes de los dibujantes.
En conclusión, una serie inconsecuente pero muy entretenida para quien disfrute de las series de Cartoon Network y la parcela cósmica del universo Marvel. El único punto negativo es que Young deja la serie tras el sexto número, dejándola en manos de otros autores cuya contribución será analizada más adelante dado su estatus como tie-in de Civil War II.
Moon Knight
Edición original: Marvel Comics.
Guión: Jeff Lemire.
Dibujo: Greg Smallwood.
Color: Jordie Bellaire.
Formato: Grapa, 23 páginas.
Precio: $3.99.
Cuando Doug Moench ya hizo al Caballero Luna como debía de ser (de lo cual ya hablamos en este artículo) se estableció una base que podemos resumir en tres puntos: el personaje usaba varios alias que le afectaban a nivel personal, era el avatar de un ser místico llamado Konshu y siempre tuvo un vínculo grande con la locura. Todos los autores que escribieron al personaje tomaron estos tres puntos y, con los años, los fueron exagerando hasta cotas insospechadas como la etapa de Brian Michael Bendis, pero si alguien supo dar una explicación a la caótica vida de Marc Spector fue Warren Ellis.
Con su amor por dar explicaciones científicas incluso a aquello que a priori no parece tenerlo, Ellis jugó con el T.I.D. (trastorno de identidad disociativa) para acabar diciendo que los avatares de Konshu estaban influenciados por cuatro personalidades, así se explicaban los tres puntos antes descritos uniendo magia, locura y múltiples personalidades. Los dos autores siguientes, Brian Wood y Cullen Bunn, continúan y avanzan en lo descrito por Ellis, ¿qué hace Jeff Lemire? Pues enseñarnos que conoce bien al personaje y lo que le rodea.
Primero hay que parar en el estupendo dibujo, una vez más, a cargo de Greg Smallgood que ya hiciera un gran trabajo en la parte de Brian Wood pero que en este nuevo volumen está desatado, le va a los guiones de Lemire como anillo al dedo. Solo hay que ver sus portadas, perfectas para describir lo que vamos a encontrar dentro.
Jeff Lemire tira de un tópico en las series que juegan con la magia: encerrar al personaje en una institución mental donde las personas que le rodean son los secundarios de la serie, esto se ha visto mil veces pero el escritor consigue unirlo a su pasado y a lo que han hecho los últimos autores con el personaje de tal manera que convence al lector. La gran pega de todo esto es que si fuese una serie nueva de la que no sabemos nada la duda sobre qué es real y qué no duraría más, al estar incrustada en el universo Marvel ya sabemos que la magia existe y que Konshu es real, pero por lo demás este primer arco argumental llamado “Bienvenido a Nuevo Egipto” que acabó el pasado mes es sencillamente una genialidad.
El escritor es claramente continuísta, toma elementos de sus tres antecesores, de Ellis las identidades, de Wood la comunicación más directa con Konshu y de Bunn el hacer arcos largos y no números autoconclusivos, pero tambien se atreve a introducir elementos nuevos que, al estilo de Warren Ellis, pretenden dar una explicación al mundo de Spector. Cambia su relación con Konshu, por fin este le cuenta cosas como quién es, su relación con Egipto, dónde está ahora, incide más en su relación con el resto de “dioses” de su panteón y admite haber escogido a Spector como avatar debido a que su mente es débil.
Lemire también se acuerda de todos los grandes secundarios de las diferentes series del Caballero Luna y las historias que han marcado a sus lectores, así los personajes que encontramos dentro de la institución mental, los inconscientes, los que ayudan a Marc y los que lo retienen son de su entorno: Frenchie, Marlene o Scarlet por ejemplo.
En resumen este primer arco es una constante lucha de Spector, contra un enemigo real y contra su propia mente, de la que los autores consiguen hacernos partícipes hasta la última página. Una excelente historia que contentará la todo seguidor del personaje y a los que hayan disfrutado de las etapas previas. En noviembre lo veremos por aquí publicado de la mano de Panini y es totalmente recomendable.
Thunderbolts
Edición original: Marvel Comics.
Guión: Jim Zub.
Dibujo: John Malin.
Color: Matt Yackey.
Formato: Grapa, 23 páginas.
Precio: $3.99.
Es imposible hablar del nuevo volumen de Thunderbolts sin mencionar nada más empezar el dibujo. John Malin (curioso apellido) es el protegido de Rob Liefeld, y eso se nota. Se nota mucho, empezando por cómo dibuja pies humanos. El apartado gráfico de esta serie es un revival en toda regla de los años 90 y no se avergüenza de lo que es ni por una milésima de segundo. Los fans de esa década estarán encantados, pero el resto debe plantearse seriamente si no valdría la pena gastar el dinero en otra cosa. Qué motivó a los editores a escoger a este dibujante no lo sabremos nunca.
En cambio, el guion de Jim Zub se puede calificar, objetivamente hablando, como entretenido. Continuando el rol de Bucky Barnes como defensor de la Tierra ante amenazas alienígenas, y a partir de lo acontecido en el evento Avengers Standoff, el guionista ofrece una historia interesante y competentes caracterizaciones de los protagonistas, entre los cuales destacada Kobik, creada en Standoff y de quien nunca se sabe qué puede hacer en la siguiente página. Por increíble que parezca, Zub es hasta capaz de hacer que el lector ignore las deficiencias del dibujo de Malin.
Donde sí flojea la historia en su uso de la continuidad. La serie es un tanto impenetrable a menos que uno haya leído Standoff y conozca bien la historia de los protagonistas, ya que Zub continúa cierta trama de ese evento y da importancia a lo que sus personajes han vivido antes. Que quede claro que el desconocimiento de la continuidad previa no es obstáculo para disfrutar de la serie, pero sigue siendo preferible conocer un poco la trayectoria de Mach-VI y Bucky Barnes, o saber quién es Kobik. Esto último es especialmente recomendable por varios motivos argumentales que es mejor no desvelar.
En definitiva, Thunderbolts es una serie bien escrita cuyo dibujo solo puede definirse como “polémico”. Lo mejor que uno puede hacer es darle una oportunidad al primer número para decidir si John Malin está por encima de sus fuerzas. Pero en cualquier caso se trata de una serie a la que hay que prestar atención debido a acontecimientos recientes que la podrían situar como una de las más importantes a largo plazo.
Captain Marvel
Edición original: Marvel Comics.
Guión: Michelle Fazekas y Tara Butters.
Dibujo: Kris Anka.
Color: Matthew Wilson.
Formato: Grapa, 23 páginas.
Precio: $3.99.
Otro relanzamiento de la serie de la Capitán Marvel con la intención de situarla como uno de los personajes más importantes del universo Marvel. Son intenciones nobles, pero empieza a hacerse cansino que se relance la serie cada medio año aproximadamente. Afortunadamente, si uno consigue vencer a la pereza, encontrará un cómic divertido. Carol Danvers ha sido ascendida a comandante de la primera línea de defensa de la Tierra: la estación espacial Alpha Flight, entre cuyos miembros se encuentran algunos del grupo homónimo y la agente Abigail Brand. Pero como suele ser tradición, una amenaza de fuera pone en peligro a Alpha Flight.
Michelle Fazekas y Tara Butters y el dibujante Kris Anka crean juntos una serie entretenida, accesible para todos los públicos, pero sin necesidad de ignorar la continuidad previa. Nada “importante” sucede en esta serie, no hay ningún evento de proporciones épicas que convierta a la protagonista en alguien a tener en cuenta (ese honor recae en Civil War II); pero ¿acaso hace falta? Como ya hiciera Kelly Sue DeConnick antes, mostrándola como una persona fuerte, determinada, humana enfrentándose a grandes peligros, las guionistas de la serie de televisión Agent Carter venden el personaje al público de una forma mejor que mil eventos que repiten incesantemente que hay que estar interesados en ella. Del plantel de secundarios destaca el entrañable Puck y la siempre enfurruñada agente Brand, uno de los aciertos de las dos autores. Los villanos son bastante olvidables, pero cumplen lo que se pide de ellos: poner a prueba a la Capitán Marvel y conectar presente y pasado.
¿Lo malo de la serie? Que Fazekas y Butters dejan la serie inmediatamente tras concluir el primer arco argumental. La que podría haber sido una etapa memorable queda reducida a un recomendable tomo. Con un poco de suerte a la siguiente irá la vencida.
Squadron Supreme
Edición original: Marvel Comics.
Guión: James Robinson.
Dibujo: Leonard Kirk.
Color: Frank Martin y Chris Sotomayor.
Formato: Grapa, 23 páginas.
Precio: $3.99.
James Robinson y Leonard Kirk nos traen las aventuras del Escuadrón Supremo en su afán por proteger su nuevo hogar. Todos ellos son miembros de distintos universos que murieron durante las incursiones o a manos de la Cábala de Namor. Consideran su nueva vida en Earth Prime como una segunda oportunidad, y no están dispuesta a malgastarla. Es por ello que adoptan una actitud proactiva a la hora de solventar las amenazas, pero paralelamente recorren un camino de venganza.
Consecuencia lógica de Secret Wars, Squadron Supreme comenzó muy fuerte y con un primer número que mostraba todo lo bueno de la serie. Cuando se adhiere a las acciones del grupo, sus traumas post-destrucción multiversal y su mecánica como equipo, es un entretenimiento de alto nivel. Su presencia se hace notar en el universo Marvel y se podrían ver como una suerte de reverso perverso de los Ultimates de Carol Danvers. Ambos grupos buscan proactivamente salvar el universo. El grupo de la Capitana Marvel lo hace construyendo. El grupo de Nighthawk, destruyendo.
En su contra juega especialmente un arco enmarcado en Weirdworld, que se estandariza como la nueva Tierra Salvaje de visita obligada. Esta historia corta el ritmo general de la colección y un frenazo al interés inicial. Tal como viene, se va, quedándose su consecuencia principal como un extraño peaje que bien pudo ser narrado de otro modo. No es tampoco un arco de mala calidad, y la serie vuelve a mejorar aunque no alcance el interés inicial. Continúa con paso firme y es una de las lecturas recomendadas de la temporada.
All-New Hawkeye
Edición original: Marvel Comics.
Guión: Jeff Lemire.
Dibujo: Ramón K. Perez.
Color: Jordie Bellaire.
Formato: Grapa, 23 páginas.
Precio: $3.99.
Continuar una obra tan valorada por público y crítica como es el Ojo de Halcón de Matt Fraction y David Aja es una tarea más que difícil que en este caso ha recaído sobre un guionista en auge que se está convirtiendo en uno de los niños bonitos de Marvel, un Jeff Lemire que se encarga de algunas de las colecciones en las que precisamente hay más que demostrar bien por continuar unas buenas historias como las de este Ojo de halcón o las del Caballero Luna o bien por tratar de levantar un edificio caído como son los mutantes.
Junto a Lemire está otro ganador de premios Eisner por su trabajo como dibujante, Ramón K. Pérez. Ambos tuvieron un primer contacto de cinco números previos a las Secret Wars que seguía la línea marcada por los anteriores autores solo que Lemire y Perez contaban una única historia con SHIELD, HYDRA, unos niños poderosos y el famoso edificio donde los dos Ojo de Halcón residen con su perro, se mantiene lo anterior aunque van por la parte fácil, la mitad de la obra se dedica a narrar la infancia de Clint Barton y la otra mitad es un caso muy visual en la que Kate Bishop se enfrenta a una cruel realidad, así que la prueba de fuego deberían ser estos seis números que componen el volumen All New All Different.
Sin embargo lo que nos encontramos es lo mismo, es decir, este nuevo volumen es una clara continuación del anterior, que ya nos había dejado un cliffhanger bastante considerable. Se nota que en realidad los dos volúmenes componen uno solo que se vieron separados por el evento Secret Wars y la actual política de temporadas de Marvel. La estructura sigue siendo la misma, por una parte se narra el presente donde Kate y Clint están enfadados por la elección de dar a los niños a sus captores de HYDRA y por otras se cuentan hechos que suceden en distintos tiempos, al principio sobre un hipotético futuro en el que esos niños son libres haciendo el mal, aunque no todo es lo que parece, y hacia el final sobre una parte del pasado de Kate Bishop que le inspiró para convertirse en lo que es. Lo que está claro es que, a excepción de la historia sobre Clint del anterior volumen, es Kate Bishop la Ojo de Halcón protagonista, lo que ofrece cierta ruptura con lo realizado por anteriores autores a pesar de que el estilo es sumamente similar. De hecho algunos de los secundarios que aparecen son compañeros de Kate como Ms. América o Marvel Boy, sin olvidar al hermano de Clint que ya acaparaba páginas en el anterior volumen.
En definitiva se trata de una historia que completa la anterior poniéndole punto final, una historia con muy buenas ideas y en la que da la sensación de que todos los personajes avanzan, que todo quiere ir a un sitio y consigue llegar. Quizás no esté al nivel de las de Fraction y Aja, es sin duda muy difícil, pero es una obra totalmente recomendable.
Como ya dije en otro post, a mi el primer tomo de Squadron Supreme me ha gustado muy mucho. Me ha dejado con muy buen sabor de boca sobre todo el primer número donde pasa lo que pasa que me parece brutal. En cuanto venga el segundo el echo el guante. Y la de X-men 92 probablemente también le eche un tiento. La miniserie que sacaron pese a que solo tengo dos números de 4 también me gustaron. Y con ese regustejo a la serie de los 90 que es con la que me crie a parte de la de Spiderman, pues eso, me tienen asegurado.