Una alianza diferente
Cuando el siglo XX llegaba a su ocaso y con él finalizaba una década que en lo referente al cómic de superhéroe había sido cuanto menos complicada, el guionista Warren Ellis y el dibujante Bryan Hitch revolucionarían el sector creando Authority, bajo el sello Wildstorm. Con este nuevo superequipo encontraríamos una visión muy diferente a lo visto hasta la fecha. Si Superman encarna todos los valores clásicos del género configurándose como un personaje totalmente blanco cuya principal prioridad son lo demás, con Authority se asiste a justo lo contrario. Estos héroes también defenderán la tierra de toda amenaza, pero a cualquier precio, aunque ello suponga la pérdida de miles de vidas inocentes.
Entonces, ¿Qué puede salir de la unión de estos dos conceptos que se antojan tan alejados el uno del otro? La respuesta nos la traen en forma de miniserie mensual de cuatro números el guionista escocés Grant Morrison, quien ya trabajó en el universo del sello de Jim Lee, el dibujante español Mikel Janín que cumple diez años trabajando para DC comics y la colorista Jordie Bellaire que es también pieza fundamental de la obra.
Este primer número, que consta de treinta y seis páginas, comienza con una entrevista entre un Superman en su versión más clásica y el presidente Kennedy en la Casa Blanca, en los años sesenta. En ella, JFK le transmite al primer hijo de Krypton cuáles son su metas y preocupaciones de cara al futuro y, si en el caso de que algo saliera mal o algo malo le ocurriera si podría contar con su ayuda para hacer del mundo un lugar mejor donde las personas no tengan que volver a luchar para conseguir esta meta, a lo que Superman acepta, como no podía ser de otra manera.
Si en líneas anteriores se mencionaba que el trabajo de la colorista Jordie Bellaire es una pieza fundamental de la obra y complementa a la perfección el dibujo de Janín, desde estas primeras viñetas entendemos el porqué. Durante estas páginas iniciales encontramos un coloreado que nos transmite optimismo y luminosidad con un diseño clásico del hombre de acero. Sin embargo, todo esto va a cambiar con el atentado de Dallas, donde pierde la vida el presidente Kennedy. A partir de estas viñetas, magistralmente recreadas por Janín en forma de fotogramas, todo va a cambiar. Algo se rompe. Y acto seguido estamos en el presente, en un Londres oscuro y sucio junto a Manchester Black mientras es atacado por equipo de asalto comandado por un misterioso líder que lo dejará malherido para, acto seguido, aparecer misteriosamente en una silla de ruedas flotante en la Fortaleza de la Soledad.
En este momento, el lector asiste a uno de los puntos fuertes de este primer número, la presentación del espectacular diseño de Superman que Janín ha realizado para esta miniserie y, que, a pesar de los adelantos mostrados, impacta cuando se ve por primera vez dentro de su contexto. Se trata de un Superman mayor, sin capa y con una estética que retrotraerá al lector rápidamente a la versión de Kingdom Come por el símbolo que luce en su pecho. A partir de este momento comienza a desarrollarse el núcleo de este primer número. En él, un Superman con sus capacidades muy mermadas, hará todo lo posible para convencer a un resentido Manchester Black para que se una a él y salvar el mundo en una misión donde ni la propia Liga de la Justicia fue capaz de triunfar para hacer del mundo un lugar mejor.
Cómo es usual con la obra de Grant Morrison, en este primer número se presentan más interrogantes que respuestas ¿Por qué Superman no fue capaz de cumplir la promesa que le hizo a JFK? ¿Cómo llegó Manchester Black a la Fortaleza de la Soledad? ¿Quién está detrás de esa gran amenaza que no pudo derrotar la liga? Sin bien es cierto que los interrogantes son muchos, la narrativa no es compleja como sí ocurre en otras obras del escocés y no resulta abrumadora para lector.
En lo referente al dibujo de Mikel Janín poco se puede decir más que está a un grandísimo nivel. Desde la primera viñeta, el trabajo del español resulta altamente llamativo. Primero, por la forma en la que recrea la cálida entrevista entre un Superman con muchísimo sabor clásico y un presidente Kennedy perfectamente reconocible. Y luego por como pasa a un dibujo cargado de dinamismo, acción y detalle, todo ello narrando de una forma intensa e impactante.
Este tan esperado primer número de Authority cumple a la perfección con lo que se propone. Llamar la atención del lector con un componente visual muy importante y establecer los cimientos de una historia que apunta maneras y que Morrison sabe desarrollar combinando una narrativa fácil e interrogantes que deben ir siendo desvelados en los próximos números. Todo ello con algunos buenos momentos de acción y sutiles toques de humor. Aunque si bien es cierto, que tratándose de una miniserie de cuatro números no se avanza demasiado en la trama como podría esperarse.
Como cierre a la reseña contamos con el testimonio exclusivo de Mikel Janín, que ha tenido el detalle de ofrecer a Zona Negativa unas declaraciones sobre cómo ha sido trabajar en esta miniserie.
“Estoy muy contento con esta nueva serie junto a Grant Morrison, ahora que cumplo diez años en DC. Y aquí estoy ahora con este proyecto que es chulísimo. Con un guionista de la talla de Morrison. Ha sido un proceso un poco largo. Los cambios que se produjeron en DC, tanto editoriales como de planificación de proyectos me pillaron después de Batman y provocaron que esta serie, que iba a salir antes, se retrasase y estuviera haciendo un poco de todo, como portadas y algunos números de Wonder Woman. Y, por fin, hace unos meses, pudimos ponernos con Superman y Authority. Con un equipazo con Morrison y Jordie Bellaire y, con un poco de menos prisa y haciendo las cosas más a mi gusto. Y la verdad es que estoy muy satisfecho de cómo está saliendo todo y ahora queda la prueba de fuego. Espero que los lectores lo disfruten y que sea un éxito. Y si no, por lo menos, tengo la satisfacción del trabajo bien hecho”.
Lo mejor
• La combinación del dibujo de Janín y el color de Bellaire le dan a la serie muchísima fuerza e intensidad..
• Una narrativa que, aunque con interrogantes, es clara y fácil de llevar.
Lo peor
• Para ser una miniserie de sólo cuatro números no avanza demasiado en la trama.
Paco de Castro.
Guion - 8.5
Dibujo - 9.5
Interés - 9
9
Prometedora propuesta.
Un trabajo que despierta grandes sensaciones en el que Morrison se muestra certero y accesible, al tiempo que los lápices de Janín y el color de Bellaire, deslumbran.
Leído recién. Feliz happy joy joy de que el dolape no haya renunciado definitivamente a DC. Ese comienzo me remite a «su versión de Watchmen de Multiversity», me gusta el Morrison más calmado, por más que SIEMPRE refiera a los ´60, psicodelia más psicodelia menos, y que nunca puede dejar de hacer referencia al barbas (vamos, Superman es Tom Strong!). El arte es hermoso (y por un rato Janin no llena las páginas de culos gigantes. No es que me queje de ellos ojo…).Es verdad que no pasa demasiado, y un inglés como Morrison usando a ese arquetipo «visto desde América» de un vándalo inglés que es Manchester Black (jamás me cayó bien, esa especie de Constantine malo), no se si me cae bien. pero como siempre toda la fe en el pelado cósmico.
…el trabajo de LA colorista Jordie Bellaire…
Arreglado. Disculpa la errata. Muchas gracias. 🙂