El Diablo está en los detalles
«No intento ser inteligente, intento ser un héroe»
Volvemos a tirar de una de aquellas maravillosas cabeceras contenedor de la añorada Zinco para traeros un cómic digno de retro-reseña. Desde los números 19 y 20 de Universo DC nos llegaba el primer superhéroe hispano (con cabecera propia, aclaro, antes de que salten las alarmas bibliotecarias), El Diablo.
Estos números españoles de principios de los 90 nos traían del 1 al 3 de la serie DC USA original El Diablo, de finales de los 80. Una serie atípica por muchos motivos, pero que supo encontrar su lugar y, sobre todo, rebosaba calidad gracias a un equipo entregado.
Empezando por el inspirador de la idea, Brian Agustyn, que buscaba nuevas historias para el Action Comics Weekly. Recordad, cuando la cabecera de Supes, tras la etapa de emparejamientos Byrne, se dedicó a lanzar o renovar personajes con un nivel notable. Pues al mencionado editor se le ocurre lo de reinventar al viejo justiciero del lejano oeste, pero dejando sólo el nombre y la zona.
Este nuevo Diablo es actual, mexicano-americano, concejal “de cupo” y, en contra de los tiempos que corrían, sólo intenta hacer el bien. Se le ocurre además a Agustyn poner a un novato que le está gustando al dibujo, Mike Parobeck, y con todo esto en la cabeza pide consejo a otro editor, Mark Waid, para el guionista.
El de Alabama sugiere otro recién llegado a DC con cierta experiencia en el mercado independiente, Gerard Jones. Todo el equipo, junto con el entintador John Nyberg y el rotulista Willie Schubert, se ponen a trabajar, lanzar ideas y diseñar… hasta que cancelan Action Comics Weekly (bueno, que vuelve a ser la clásica cabecera de only Superman, vaya.)
Pero (san) Mike Gold y (alabado) Dick Giordano deciden que El Diablo merece cabecera propia bajo la dirección del propio Agustyn y los colores de Lovern Kindziersky. Con lo que el equipo, principalmente Jones, tiene que transformar varias historias de 8 páginas (el formato de la Weekly) en los tres primeros números de la serie.
Estos tres números que tenemos entre manos y que sirven de presentación del personaje y su mundo, a la vez que resuelve su primer caso. Cargados de buenas ideas, buenas intenciones, de cierto realismo para lo que se esperaba en un cómic pijamero, un dibujo dinámico y de la mezcla perfecta de trama y acción.
Jones, y especialmente Parobeck, se informaron tanto bibliográficamente como sobre el terreno para reflejar a la comunidad hispana del sur estadounidense. En los tiempos que corren se podría argumentar, y con razón, qué hacían dos anglosajones escribiendo sobre un héroe de origen mexicano. Pero aún es pronto para criticar tales prácticas en el cómic mainstream.
Y la verdad es que suena real. Se aprecia el sentimiento de comunidad, el racismo disfrazado de buenismo de las autoridades locales, los personajes secundarios están trabajados, tienen un pasado no necesariamente común al protagonista, hasta el pueblo de Dos Ríos, Texas, respira veracidad.
Rafael Sandoval es un concejal recién llegado a un ayuntamiento dirigido algo paternalmente por el caucásico (como todo el resto de su equipo) Tommy Longstreet. La ayudante del alcalde, Virginia «Dixie» Dix, es más severa con Rafael, aunque sí que sabe ver su verdadero potencial. Lo que ninguno ve es la otra vida de Sandoval, como el justiciero enmascarado llamado Diablo.
Su trabajo de calle sí que es apreciado por los suyos, como Chuy Salinas, dueño de la Taquería Obregón (una especie de centro de operaciones del héroe), o Hector Enriquez, Yolanda Ybarra, Jesse Vega y otros admiradores, que a la postre terminarán formando la pandilla de apoyo Los Diablos. Y tampoco le faltan amigos en su papel como concejal, como el teniente de la policía de Dos Ríos, Austin Bowie.
Juntos se ven envueltos en los negocios de un nuevo y misterioso traficante que deteriora los ya débiles lazos de una malograda juventud con sus oportunidades de futuro. Atrapar al culpable se convertirá en una aventura en la que se mezclen política, negocios legales y los que no lo son tanto, y alguna buena pelea.
El Diablo no dispone de poderes, solo de un traje flipante, una buena moto y unos movimientos de boxeador que le proporcionó en su infancia el cura local, Francisco Guzmán. Un pasado que se intuye y se revela a fogonazos mientras se desenreda la trama, algo facilona pero no por ello menos interesante y bien hilvanada.
Jones además sabe acercar la historia a cierto realismo a base de la citada ambientación, pero sobre todo con detalles de cierto patetismo. El héroe no siempre termina bien parado en las peleas, de hecho, no hay batalla en la que no necesite ayuda o le salve la suerte. Se plantea constantemente que hace vestido así y se contradice torpemente a la hora de crear su grupo de colaboradores.
Pero lo mejor es ese regusto de racismo soterrado, de capitalismo avasallador que pretende hacer prosperar a esos pobres ciudadanos de segunda de origen hispano. El concejal Sandoval es aparentemente un triunfo de la comunidad, pero tiene que demostrar su valía porque su origen, valores y honestidad hacen pender constantemente su puesto de un hilo.
Otro valor sin duda de la serie es el dibujo de Parobeck. Su estilo agradable, expresivo y todoterreno lo hacían ideal para la historia. El dibujante sabe entonar las escenas de acción con la multiplicidad de movimientos por viñeta, una técnica que usa de manera elegante. Pero también experimenta mucho, sin resultar evidente, con los cambios de escena y con los planos y contraplanos de las conversaciones.
La serie fue un éxito de crítica, pero el público aún no estaba preparado para un héroe tan blanco en un mundo tan gris. Llegaría a nada menos que 16 números y El Diablo se dejaría ver por cabeceras tan famosas como la Liga de la Justicia de América (mítico aquel número en el que se pasa todo el rato hablando con Fuego en español para desesperación de Blue Beetle).
Los autores volverían a trabajar juntos para una mini de Enlogated Man, mientras que el guionista transitaría por otros personajes de la Liga como Green Lantern, el Detective Marciano (en una interesante mini ambientada en los 50) o la propia Liga de la Justicia Europa. El dibujante demostraría su potencial para la simplicidad elegante en la vuelta de la Sociedad de la Justicia y, sobre todo, para las aventuras en papel del Batman animado.
¿Porqué, sin embargo, no hemos vuelto a ver esa pequeña joya que ni siquiera se ha reeditado en su propio país? Entre otras razones, seguro que la caída en desgracia de Jones debe estar de las primeras. En 2016 el guionista fue arrestado por posesión de pornografía infantil y admitió su culpabilidad. Fue liberado en 2022, por cierto.
Otro malogrado, pero por causas totalmente diferentes, fue Parobeck. En 1996 fallecía a los 30 años de edad por una diabetes tipo uno que podía controlarse con dosis a un ritmo firme de insulina. Sin embargo, sus familiares admitieron que no era muy dado a la regularidad… descanse en paz.
Corriendo un tupido velo ante tales notas amargas, os recomiendo fervientemente la relectura de, al menos, esos primeros tres números. Un auténtico bastión de heroicidad algo inocente en mitad de un contexto realistamente complicado.
Lo mejor
• Una ambientación currada que se siente real.
• El elegante dibujo de Parobeck.
Lo peor
• La desgracia de sus autores.
Guión - 8
Dibujo - 8
Interés - 8
8
Don diablo se ha escapado Tu no sabes la que ha armado
Muchas gracias Enrique por esta reseña y por la sección, una de mis favoritas de la web, intentaré hacerme con estos números de Diablo. Últimamente además me he comprado 4 números de este Universo DC de Zinco(Manhunter de Ostrander y El fin de la Liga de la Justicia de América),con lo que si se pone a tiro igual continúo la racha de compra.
Zinco,cómo te echo de menos!,ojalá existieses y publicases DC en España hoy en día!
Un abrazo.
Zinco tiene un hueco enorme en mi corazón por ser la que me descubrió mi universo favorito, pero si eliminamos la nostalgia y el cariño de la ecuación, creo que tampoco haya sido la panacea de editar DC como se merece.
Que hizo cosas muy bien y daba oportunidades a material muy interesante y menos comercial, pero en los 80, que es que el material de DC en esa década era una maravilla. Zinco en los 90 editaba aún menos que ECC (había meses que no veías ni una grapa, ni siquiera relacionada con Batman).
Con el tiempo me parece que la mejor editorial en la que recaló DC ha sido Planeta, que habrá tenido cagadas, pero hizo el intento que recuerdo más digno hasta la fecha
Yo en los 90 dejé los cómics,así que no sólo no compraba cosas de Zinco o de Forum, es que directamente no compraba nada.
Yo me refiero a que me encantaría tener ese espíritu de riesgo que tenía Zinco con las formas de editar actuales en vez del continuo sota,caballo y rey de todos los meses con ecc.
Coincido en tu apreciación sobre Planeta. Para mí los dos grandes momentos de la edición DC en España han sido con Zinco y con Planeta. Son las dos editoriales que más han contribuido a crear afición por DC en España.
Lo triste es que ahora mismo parece que ecc es la mejor opción para editar DC ahora mismo en nuestro país. Lo hacen fatal,pero no veo ahora mismo una editorial con suficiente músculo como para sacar una licencia tan exigente como DC.
Panini no quiere, Norma no fue una buena opción en su momento y la Planeta de ahora no es la Planeta de entonces, y no creo que Moztros,Astiberri o Dolmen tengan suficiente potencia como asumir un reto de estas características.
Totalmente de acuerdo entonces, porque lo del espíritu es una verdad como un templo
Gracias Jaime, y nos alegra muchísimo el éxito de la sección.
Menuda compra que te has hecho, no dudes en hacértela entera porque, aunque había morralla, era un escaparate excelente de la DC del momento.
Sobre el debate de Zinco, yo creo que en su momento, si que hizo un gran esfuerzo para publicar diferentes estilos y formatos, aunque es cierto que la nostalgia a veces nos puede con el juicio.
De nada Enrique, yo creo que con Zinco hay que diferenciar entre la primera etapa en la que era una editorial más(sin correos, y más parecida a Vértice o Bruguera que a Forum)y la segunda etapa con Saavedra y Pradera en la que había correos,artículos, noticias,y en la que publicaron la mejor DC de la historia y que le comieron la tostada a Forum en formatos(prestigio,formato americano, tomos de tapa dura como los de Las Mejores historias jamás contadas de…, As Enemigo Amor de Guerra,Arkham Asylum…) y la etapa final en la que notaron la recesión del mercado.
Hay que hacer también un ejercicio de contextualización. El mercado español de entonces no era ni de lejos el de ahora. Pero vaya,esa Zinco de la segunda época creaba afición por DC,y muchos de los que estamos aquí es gracias a ellos.
Por eso esta sección es tan grande.
He pedido en Wallapop estos números de Diablo y también los del Shazam de Roy Thomas y Tom Mandrake.
Últimamente no hago más que pillar DC añeja época Zinco. Sin ir más lejos he salido de trabajar,he pasado por mi librería habitual y he comprado Lex Luthor: biografía no autorizada. Esto es un no parar.
Ostraaaaa, otro obrón! Ya nos contarás
No tengo ninguna duda de que una gran parte de lo bueno de la historia es el buen hacer de Parobeck, dibujante poco espectacular pero con un dominio de la narrativa secuencial que ya quisieran muchos. Que es de lo que se trata al dibujar comics, vamos.
Y lo de Gerard Jones sigue. Parece que van a reeditar los crossovers Marvel-DC. Incluido los Amalgam… Menos lo que guionizó Gerard Jones. Sobre esto ya he dado mi opinión. Creo que castigar a Jones repartiendo el veto entre todos los que trabajaron con él es injusto. Me parecería éticamente más aceptable que se editara explicando el delito de Jones y dedicando una parte de los beneficios de la venta a las víctimas de pornografía u otra violencia sexual infantil (preferentemente las ganancias que le correspondiesen a Jones, si eso se puede hacer legalmente) a que la familia de Parobeck no pueda recibir un cheque por un TPB de esto (si es que tienen derecho legal para ello).
Saludos!
Parobeck es la caña. Me hice hace poco con su JSoA y me encantó. Ese estilo aparentemente simple pero narrativamente perfecto me recuerda a gente como Sprouse o esa maravilla llamada Pulido.
Lo que dices es muy interesante, que los derechos de Jones fueran a causas benéficas no sé si será legal pero sería una solución por la que apostaría.
No conozco la JSA de Parobeck. Imagino que esto no se editó en España. Quién era el guionista?
Es Len Strazewski, no se prodigó mucho. Hace una labor simple pero estupenda en esa serie, efectivamente inédita (pronto en inéditos DC), pero creo que si no llega a ser por Parobeck…
Muchas gracias. Quedo a la espera de ese Inéditos DC con bastante expectación.
A mi lo de Jones y como reaccionan DC me parece de la forma típica de ser yankee: hombre, que tienen que seguir castigandolo, aunque se lleven por delante a otras personas que nada tenian que ver con sus acciones. En verdad a la familia de Parobeck le vendria bien un extra.
Y aunque duela, no creo que DC pueda legalmente negarle a Jones el dinero de su trabajo. Hacer eso podria ser una de esas acciones que crees que pueden ser buenas en su momento pero que causan más daño a largo plazo. Creo eso si Jones aun debe pagar daños y prejuicios y si, ese dinero deberia tener esa dirección.
Tambien pienso que Jones es una de las razones por las que Marvel nunca ha reeditado nada del Ultraverso y pienso en lo buien que le hubiera caido a la familia de Breyfogle que tambien fallecio en circunstancias complicadas.
Saben que, en algui momento deberian hacer un articulo con todos aquellos autores que terminaron, a pesar de hacer un buen trabajo, siendo infames en el mundo del comic. Ellis, Justiniano, Jones. Seria algo interesante de leer.
Gracias Enrique otro genial Retro-Zinco-DC. Obvio mi conexión directa es con ese genial número de reclutamiento de la LJA, aunque sabía de los números en UDC por las contratapas. Que tema esto de la cancelación y la «separación autor-obra». Yo humildemente estoy con Drury, vamos a quemar todas las películas de Polanski? Que corno hacemos con Michael??? Y esto solo hablando de crímenes, pero también abarca esto de dar bola más a «quien» escribe o toca, etc., que a «como» es la obra. Hay una peli del año pasado, Tár, muy buena al respecto (cancelamos a Bach porqué era blanco y mujeriego???) y otra que vi anoche, American Fiction, en el sentido por ejemplo de lo que marcás: podían dos yankis blancos hacer un comic de un mexicano?y si lo hacia un mexicano, tiene que estar lleno de tópicos asociados, enchiladas, rancheras, Chapulin Colorado y chichicuilotes??? (Hola garompa de Blue Beetle…). Ahhh es un tema que me encanta…
Gracias Kadok!
Como he contestado al tema de Drury en su comentario, me voy a lo segundo que comentas. Yo siempre defenderé que lo importante es la calidad de la obra. En ese sentido, alguien que ha vivido lo que se pretende contar siempre tendrá más boletos de hacerlo mejor. Pero eso no quita que gente con talento que se informa bien de lo que quieren plasmar, pueden hacerlo igual de bien o mejor. Es realmente un tema interesante.
Y si. Si no, va a llegar el punto en que solo los egipcios puedan hacer películas sobre Egipto, solo los afroamericanos hombres puedan tocar rock&roll y solo los terroristas afganos escribir sobre Al-Qaeda.
Enrique!!! Infinitas gracias por esta reseña!!! Fue con este cómic que descubrí a Parobeck y, aunque su dibujo todavía mejoraría muchísimo tras esta serie, me encantó tanto el personaje que me hice con toda la serie en su día. Creo que ambos, Jones y él, hacen un gran trabajo y es una lectura que se disfruta mucho. También disfruté mucho del Martian Manhunter de Jones. Y de todo lo de Parobeck, desde su JSA hasta su The Fly! ¡Qué grandes recuerdos y qué gran sección!
Hola Toni, que placer siempre verte por aquí!
Si, una lástima porque me encantan las obras de ambos.
Entiendo que hay que subrayar que lo que hizo Gerard Jones es terrible, que tener presente su caso puede ayudar a concienciar sobre esta lacra. Pero lo de no volver a publicar sus trabajos… Por ejemplo, si Marvel reedita Operación Tormenta Galáctica, ¿eliminará los cómics de Wonder Man? ¿Los sustituirá por diagramas explicativos tipo Hickman? Y, como bien se señala por aquí, ¿a costa de perjudicar a dibujantes, entintadores, coloristas, rotulistas que no tienen nada que ver y que se convierten en víctimas colaterales de Jones? La solución de que no cobre ni un duro más sería lo más adecuado, porque así no perjudica a los que trabajaron con él. Mutilar sagas o etapas, en cambio, me parece casi darle argumentos a los que se quejan porque se cancela todo. Es un tema muy espinoso, que no creo que se resuelva con un simple a favor o en contra de la cultura de la cancelación. Porque cancelamos a un criminal, totalmente de acuerdo. ¿Pero perjudicando a mucha más gente en el proceso?
Gracias Enrique por otro articulazo de esta sección que se espera con ganas!
En mí caso particular, pude conseguir varios números de universo DC y DC prefiere de Zinco, en los rezagos que llegaban Argentina a comienzos de los 90. Se compraba muy discontinuo y era un tesoro encontrar algún número de estas colecciones. Ahí pude leer al Firestorm de Ostrander, al detective marciano de DeMatteis y Badger, Dr. Fate de Giffen, creo que el fantasma errante de Mignola también. Que maravilla esa DC por favor!!
Recuerdo una ilustración del Diablo en alguna contratapa Zinco, y también de una ficha tipo «who Is who» de Vid y siempre me gustó su diseño.
Ahora, conociendo el trasfondo del personaje, encuentro cantidad de similitudes con cierto abogado de la cocina del infierno..
Gracias! Si que era una época maravillosa, al menos creativamente hablando.
Pues no me había fijado en lo de Daredevil pero si que hay semejanzas…
Sabia que el asunto de Jones iba a ser mencionado como una de las causas de que no vayamos a ver este personaje de nuevo.