Del hastío a la oscuridad
«Yo solo quiero sentir el calor del verano».
TAKAHASHI Tsutomu no es un desconocido para los lectores españoles de manga. Hace ya bastantes años, fue la editorial Glénat/EDT la que apostó por su obra y publicó Sky high, un título con tintes sobrenaturales sobre un lugar llamado la Puerta del Rencor donde las almas escogen su destino, y Sidooh, acerca de dos hermanos que deben sobrevivir en un Japón en crisis —aunque quedó incompleta—. Hemos tenido que esperar bastante para ver de nuevo a este autor en nuestro mercado: en el Manga Barcelona de 2019, Norma Editorial anunció la licencia de dos de sus obras, Neun y Reverberación. La segunda llegó a las tiendas en 2021 para introducirnos de lleno en el despiadado universo de este mangaka, que, en tres volúmenes, desarrolla un thriller entretenido y espeluznante a la vez.
El día a día de Satoru, anodino y sin emoción, cambia por completo cuando su vecino, un anciano que perteneció a la yakuza, le hace una propuesta tan tentadora como atroz: que lo mate a cambio de cinco millones de yenes. Al fin y al cabo, el hombre ha llevado una vida despreciable y no merece otra cosa. Resulta que ha escogido a la persona adecuada para cumplir su deseo: pese a las dudas que lo asaltan al principio, Satoru se decide a hacerlo. La oscuridad que hay en su interior y el deseo de convertirse en alguien de provecho y salir del barrio industrial en el que vive lo animan a arrebatarle la vida al anciano. Antes de morir, este le dice que ofrezca un donativo a las familias de las personas a las que mató. Es entonces cuando se embarca en un viaje que lo conducirá a los bajos fondos, donde reina el horror más absoluto.
Reverberación es una historia muy oscura en la que TAKAHASHI Tsutomu nos muestra la crudeza del mundo de la mafia y la delincuencia. Los tres tomos de los que se compone el manga están llenos de escenas durísimas en las que se pone de manifiesto lo terribles que podemos ser los humanos cuando nos dejamos guiar por la ambición, las ansias de poder y de venganza, la necesidad de sentirnos superiores sobre quienes son más débiles. Takahashi transmite a la perfección la atmósfera opresiva y peligrosa en la que se mueven Satoru y los demás, logrando perturbar a sus lectores. Y es que no importa de dónde vengan ni qué metas persigan los personajes: todos terminan inmersos en una espiral de violencia que pone los pelos de punta.
Para desarrollar su argumento, Takahashi escoge a unos protagonistas que despiertan el interés del lector: por un lado, Satoru, un chico que parece no sentir nada y se muestra siempre frío; por otro, Daigo, que decide escapar de la jaula del clan yakuza Dôjô, harta de que se aprovechen de ella y no le permitan vivir la vida que quiere. Además, se trata de un personaje trans. Ambos han sufrido por un pasado difícil —el autor nos ofrece unas breves pinceladas que nos hacen empatizar con ellos—; lo único que les queda es seguir hacia delante juntos en busca de un lugar al que pertenecer. TAKAHASHI Tsutomu desarrolla poco a poco la relación que se va forjando entre los dos —también con otras personas de las que no diremos mucho para no destripar el argumento— y, aunque en líneas generales está bien, tal vez habría necesitado de más profundidad en determinados puntos para entender mejor a los personajes, en especial al protagonista: por qué reacciona de la manera en que lo hace, por qué toma determinadas decisiones o cómo se siente e identifica, sobre todo en el tramo final del manga.
En lo que respecta al argumento en sí, Takahashi atrapa al lector con su planteamiento inicial y los hechos que van transcurriendo a lo largo de la historia. Queremos saber más sobre Satoru y Daigo, si consiguen o no ese futuro que anhelan. Sin embargo, hay determinados desencadenantes de la acción que resultan más creíbles que otros.
El dibujo de TAKAHASHI Tsutomu encaja muy bien con el tipo de historia que cuenta, si bien es cierto que puede no ser del agrado de todo el mundo. Las líneas sueltas, casi descuidadas, y el uso del color negro y las sombras nos trasladan al mundo oscuro de la yakuza, en el que uno siempre está en peligro. Por otro lado, el autor consigue inquietarnos mediante las expresiones de sus personajes, que fingen para acabar con el otro, que disparan a sangre fría, que desafían a muerte con tan solo una mirada. En este sentido, destacan, por ejemplo, algunos primeros planos del protagonista, en cuyos ojos se refleja el mal por el que se deja arrastrar a lo largo de la historia para alcanzar sus objetivos. Por último, hay que decir que a Takahashi se le dan bien las escenas de acción, fundamentales en determinados momentos del manga. Las líneas cinéticas y un estilo más libre le permiten transmitirnos ese frenesí.
Reverberación es un manga recomendable para quienes busquen una historia oscura y llena de crudeza, con personajes dispuestos a todo por conseguir lo que quieren. Pese a que determinados elementos podrían desarrollarse con mayor profundidad, se trata de un título entretenido que mantiene la intriga hasta el final. Eso sí: la crueldad de algunas de sus imágenes y ciertos hechos que ocurren en su desarrollo no lo hacen apto para todos los lectores.
Lo mejor
• La atmósfera que crea TAKAHASHI Tsutomu para su historia.
• El argumento suscita interés hasta el final.
Lo peor
• La crudeza de algunas imágenes y del argumento hace que no sea adecuado para todo el público.
• En ocasiones, podría profundizarse más en la psicología de los personajes y su relación con los demás.
Guión - 6.7
Dibujo - 7.5
Interés - 6.9
7
Delincuencia, dolor, venganza... Reverberación es un manga en el que TAKAHASHI Tsutomu nos muestra que la crueldad humana no tiene límites.
