Edición original: Suicide Risk #6-9 USA (BOOM! Studios).
Edición nacional/ España: Diciembre 2014 (Aleta Ediciones).
Guión: Mike Carey.
Dibujo: Elena Casagrande, Joëlle Jones.
Entintado: Elena Casagrande, Joëlle Jones.
Color: Andrew Elder, Emilio Lopez.
Formato: Rústica. 136 págs.
Precio: 12.95€.
Mike Carey continúa con la historia de este policía que debe enfrentarse a diario a un mundo plagado de supervillanos que convierten su profesión en una tarea suicida. Pasado el arco argumental de presentación y establecida la premisa real de la serie, Carey se dedica a explorar otros aspectos de este mundo en este nuevo arco argumental donde vuelve a contar con los lápices de Elena Casagrande en el apartado gráfico.
En el primer arco argumental de la serie quedaba claro que la premisa con la que se había promocionado la serie (un poli ordinario en un mundo lleno de supervillanos) quedaba superada rápidamente y la serie se convertía en una mezcla de acción superheroica y fantasía con muchas incógnitas por resolver. Este cambio en el enfoque de la serie pudo suponer una decepción para más de un lector, tal como comenté en la reseña del primer tomo, pero una vez aceptada la propuesta de Carey este segundo arco argumental se puede afrontar y valorar de forma bien distinta y eso que el guionista se guarda unas cuantas sorpresas en la manga y aun se reserva unos cuantos misterios para más adelante.
Tras enfrentarse a Diva y vencer, Leo Winters y su suegro están atrapados en la selva mejicana donde son localizados por Escenario de Pesadilla, un grupo de seres superpoderosos encabezados por Prometeo. Éste quiere la ayuda de Leo y no duda en amenazarle con matar a su familia si no le ayuda. Leo acepta y se une a Prometeo en su plan de reclamar por la fuerza la península del Yucatán como territorio soberano donde gobernar como tiranos absolutos amparados por sus inmensos poderes. Una vez más, la integridad como policía y persona de Leo se verá puesta a prueba por estos villanos y se verá enfrentado a una dura prueba que llevará al límite sus recién adquiridos poderes. Mientras tanto, la hija adolescente de Leo sigue experimentando sucesos extraños que parecen ponerla en contacto con otra dimensión.
En este segundo arco argumental, Carey ya no engaña a nadie y se centra en ofrecer una historia de superheroes más convencional aunque no exenta de sorpresas. Lo primero que deja claro Carey es que esta serie es más una historia de supervillanos que no de héroes y eso queda bien reflejado en la historia autoconclusiva dibujada por Joelle Jones que abre este tomo y en la que presenciamos como una ama de casa agobiada por las deudas se transforma en líder de una banda de narcotraficantes cuando adquiere poderes. Lo mismo sucede en la historia principal en la que asistimos a un golpe de estado perpetrado por un grupo de supervillanos con poco escrúpulos narrado desde dentro de dicho grupo. Carey, sin las restricciones que suelen imponer las grandes editoriales, no tiene reparos en mostrar con crudeza las acciones de estos seres superpoderosos que se creen por encima de la gente ordinaria, como tampoco tiene muchos reparos a la hora de mostrar la contundencia del protagonista a la hora de enfrentarse a unos enemigos de estas características. En este segundo aspecto está una de las virtudes del guión de Carey, ya que muestra la evolución del protagonista y como este va tomando conciencia de lo que puede hacer con sus poderes. El otro punto destacable es la habilidad del escritor para mantener la tensión a lo largo de todo el relato mezclando escenas de acción con tensos diálogos manteniendo la atención del lector hasta el cliffhanger final.
Por su parte, Elena Casagrande sigue ofreciendo un trabajo más que correcto donde sigue destacando la caracterización de personajes aunque en este tomo ya no sea tan relevante como en el anterior al estar protagonizado por supervillanos más al uso con sus trajes brillantes y llamativos. Lo que sí mejora respecto al anterior arco argumental es la espectacularidad de las escenas de acción bastante más logradas en este caso.
Con este segundo arco Carey ha consolidado una serie de superheroes bien desarrollada y entretenida capaz de enganchar al lector de principio a fin de cada arco argumental y dejando con ganas de saber cómo continuará. Una obra que no pretende revolucionar el género pero que, una vez concretada su naturaleza, se convierte en una propuesta interesante dentro del cómic de superheroes independiente.
Excelente reseña Alejandro, me acerque al primer volumen tanto por la sinopsis como por el nombre de su guionista, pocas obras menos de notables ha escrito Carey y la verdad es que no decepciona, tengo este segundo volumen por leer a ver si cae esta misma semana.
Como de costumbre, gran resenya sr. Ugartondo. A mi me ha gustado aùn màs que el primero, la acciòn se desarrolla en este tomo a un ritmo màs trepidante e incluso el dibujo de Casagrande diria que mejora levemente respecto al primero. Si bien es cierto, como indica Alejandro, que la temàtica se aleja bastante a lo que te podias esperar respecto a la promociòn previa que realizaron de la serie. Pero bueno, yo se lo perdono al sr. Carey, porque està hilando una historia màs que entretenida. Espero con ganas el pròximo volumen.
Gracias por lo comentarios.
Mimico: Coincido contigo en que este segundo volumen me ha gustado más que el primero. Supongo que como ya sabía qué esperar el resultado es más satisfactorio y la verdad es que el relato principal engancha bastante. A ver qué propone Carey en el siguiente tomo que tiene pinta de empezar a ofrecer unas cuantas revelaciones importantes.
Raúl: Reconozco que no he leído las obras de Carey para Vertigo pero las que hizo para Marvel en general me gustaron bastante, en especial X-Men Legacy, que nunca me cansaré de defender como una gran etapa de los mutantes.