“Un robot no puede dañar a un ser humano o, por su inacción, dejar que un ser humano sufra daño”.
La editorial Dibbuks acaba de publicar un pequeño y precioso volumen con tres historias del famosísimo escritor de ciencia ficción Isaac Asimov libremente adaptadas por el dibujante e ilustrador pacense Raúl Cuadrado. Las tres historias son Sentido giratorio, Robbie y Mentiroso. En ellas se exploran con argumentos cotidianos las contradicciones y los peligros que comporta la convivencia entre los humanos y esta nueva entidad creada por el hombre a la que comúnmente llamamos robot.
Las tres leyes fundamentales de la robótica según Isaac Asimov son:
1ª ley: Un robot no puede hacer daño a un ser humano o, por su inacción, permitir que un ser humano sufra daño.
2ª ley: Un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, excepto si estas órdenes entran en conflicto con la Primera Ley.
3ª ley: Un robot debe proteger la existencia en su misma medida para no autodestruirse en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la Primera o la Segunda Ley.
Cuadrado parte de este esquema creado por Asimov, para ilustrar las constantes paradojas que se producen en las relaciones entre las personas y las máquinas, cuando éstas últimas van perfeccionando sus prestaciones y adquiriendo cualidades parecidas o incluso superiores a las de sus creadores. La tercera historia titulada Mentiroso es un perfecto ejemplo de estas contradicciones puesto que es evidente que intentando cumplir la primera ley, el robot llamado Herbie acaba desarrollando una característica exclusivamente humana como es la mentira.
Raúl Cuadrado García es una sorpresa y también una incógnita en el mundillo del cómic español. Yo, robot es su primer trabajo publicado profesionalmente y saber mucho más de su biografía ha sido una tarea que se me ha revelado como algo imposible de conseguir por lo que he optado por copiaros esta escueta nota biográfica que la editorial Dibbuks incluye en su web:
“Es natural de Almendralejo, Badajoz. Estudió en Salamanca en la escuela de artes y oficios, mientras desarrollaba su labor profesional en el estudio de diseño gráfico de Javier Berrocal en Mérida. Ha creado diversos cómics como una versión de El caso de Charles Dexter Ward de Lovecraft o historias cortas de un personaje propio llamado Jack Palm. Yo, Robot es su primera obra publicada y espera sea su punta de lanza en el mercado de la historieta nacional”. De todas formas, si tenéis curiosidad por ver algunos de sus trabajos podéis visitar el blog de Raúl Cuadrado
Lo que sorprende a primera vista de este álbum es la madurez artística que demuestra el dibujante. El estilo de Cuadrado es una simbiosis muy atractiva entre Yves Chaland, Mique Beltrán y algo de Vaughn Bodé. La elección del formato apaisado y de la página con dos tiras de viñetas me parece una opción muy elegante que está además llena de connotaciones de antaño que van desde los cuadernillos populares de cómics de aventuras de los 50 del siglo pasado – especialmente Mundo Futuro – a la aventura de Spirou dibujada por Chaland con el título de Corazones de acero donde también tiene su protagonismo un agresivo robot.
La narrativa es en general ágil y clara, pero las escenas de acción resultan algo confusas debido a la ausencia de planos más generales que clarifiquen lo que sucede. Y es que Cuadrado tiende a llenar sus planchas de primeros planos y planos de detalle que asfixian un poco el conjunto. El diseño de personajes es excelente y tanto el entintado como el coloreado espectacular.
Isaac Asimov (1920-1992) fue ensayista además de escritor de ciencia ficción y de misterio que alcanzó la popularidad por su serie de novelas dedicada a La Fundación, por sus relatos de ficción sobre robots y en especial por el recopilatorio de cuentos publicado en 1950 por Gnome Press titulado I, robot. Sus relatos han sido adaptados o han inspirado a numerosos autores españoles de historieta. Luis Bermejo con Yo, robot y Fernando Fernández con varios relatos escogidos, trasladaron literalmente el universo de Asimov a las viñetas en sendos álbumes de la colección Firmado por de Bruguera. Por su parte, Miguelanxo Prado se estrenó en la historieta profesional en 1983 con una serie titulada Fragmentos de la enciclopedia Délfica que bebía ávidamente del esquema del futuro diseñado por el autor de la serie de la Fundación. Finalmente, en 2018 Raúl Cuadrado se une a esta lista de autores con su refrescante revisión de Yo, robot.
La edición de Yo, robot realizada por Dibbuks es preciosa. El formato apaisado, el diseño general y el uso de una gama de tres tonalidades (rosa, ocre y crema) le dan un acabado hermoso y muy adecuado al producto. La impresión es espectacular y el papel también es bueno a pesar de ser satinado. El precio es algo elevado por el número de páginas, pero se entiende por la más que probable corta tirada del álbum.
Estamos ante un álbum muy interesante que se lee de un tirón. Además, Yo, robot se convierte en una perfecta tarjeta de presentación para un autor, Raúl Cuadrado, que demuestra un dominio notable del medio y un gusto exquisito a la hora de escoger el material susceptible de ser adaptado al tebeo. Que Dibbuks haya colaborado con una cuidada edición hace que el producto se convierta en un precioso regalo tanto para el aficionado recalcitrante como para el comprador esporádico. Seguiremos con atención los próximos pasos de este artista.
Salut!
Guión - 7
Dibujo - 8
Interés - 8
7.7
Prometedor
Una opera prima interesante y hermosa