Nordic noir a la mallorquina.
«¿Qué hacemos aquí, en medio de la nada?»
Aunque hace muchos años que está centrado en la ilustración infantil y el cartelismo, Linhart, seudónimo de Francisco Torres Linhart (1968, Palma de Mallorca), ha sido una figura muy destacada de nuestro cómic gracias a sus trabajos aparecidos en cabeceras tan importantes de nuestro país como El Víbora, Cairo, Viñetas, Idiota y Diminuto, Tretzevents, Cavall Fort o NSLM. Aunque también consiguió publicar sus obras en diferentes países como Canadá, Suiza, Francia o Argentina, la precariedad del cómic hizo que se alejara del medio para centrarse en otros trabajos mejor pagados. Pero el amor por el medio le ha seguido acompañando y hace un tiempo comenzó a publicar de manera serializada en su cuenta de Instagram Röd i Snön, un noir que situaba su trama en los fríos paisajes de Suecia y Noruega, y que nos dejaba ver que su talento como autor de cómics para adultos seguía intacto. Un trabajo que Bang Ediciones ha publicado en formato físico hace unas semanas con abundantes retoques en el dibujo y con un nuevo color que mejoran mucho el resultado que pudimos ver en la versión digital.
Arne Gunnarsson es un tenaz inspector de seguros que llega a la remota aldea sueca de Karlsbacka para investigar la muerte de Jakob, uno de sus pocos habitantes. Antes de que se encontrará su cadáver desfigurado y sin manos, Jakob había convocado a todos los habitantes del pueblo para supuestamente revelarles algo que había calificado de importancia vital. Un secreto que permanece oculto, al igual que sucede con el responsable de su muerte, en el que en sus pesquisas se sumerge Arne haciendo que se relacione con los variopintos habitantes de la aldea y sus complejas historias. Pero ellos no son los únicos que tiene cosas que ocultar, ya que el inspector también tiene secretos de su pasado que le acompañan en todo momento.
En el subtítulo de la obra se hace referencia a los nordic noirs que tan en boga están desde el abrumador éxito de la saga de novelas de Stieg Larsson Millennium, algo nos da una pista de lo que nos vamos a encontrar. Un whodunnit de amplios escenarios gélidos y desérticos poblados por personajes extraños llenos de secretos y cuentas pendientes. Sin embargo, en lugar de quedarse a jugar con los tropos del género, Linhart hace que la obra transcurra por otros derroteros centrándose más en las historias que esconden esos personajes secundarios, que no tienen que ver nada con la investigación, pero que dotan a la obra de una enorme cantidad de matices y lecturas de lo más diversas. Algo que por sí ya la convierte en una obra atípica, pero que todavía lo es más cuando conocemos a fondo a su fascinante personaje protagonista que se aleja mucho de los tópicos habituales en el género. Su particular personalidad permite al autor mallorquín jugar con elementos tan interesantes como las caras ocultas que todos tenemos y los traumas que forjan nuestra personalidad y nos acompañan siempre para dotar a la obra de un giro final que conecta todo a la prefección.
Sin embargo, ese afán por contar las historias de los personajes secundarios, entre las que brillan las de la sargento Anya y la del señor Tanaka, no provoca que se deje de lado el interés por la trama detectivesca. Como en las buenas obras de investigación en Röd i Snön, Linhart consigue que todos los misterios que nos plantea estén bien cerrados y sin caer en la tentación de engañar al lector con un final que resulte totalmente incoherente y tramposo.
Además de las ya citadas referencias a los nordic noir, en la obra también nos encontramos con elementos que nos pueden recordar a trabajos como Fargo de los hermanos Coen, la serie Twin Peaks de David Lynch o incluso las películas de Cronenberg.
Todas las virtudes que encontramos en la trama y los personajes están potenciadas por un apartado gráfico sobresaliente en el que brilla especialmente el nuevo color que
Con Röd i Snön, Linhart ha firmado una de las gratas sorpresas que nos ha traído el final del 2023. Un trabajo que sabe emplear los elementos esenciales del género, pero que no duda en alejarse los suficiente para ofrecernos una obra clásica y refrescante a la vez con un apartado visual espectacular y algunas escenas y pequeñas historias memorables.
Lo mejor
• Las historias de algunos personajes, en particular, la del señor Tanaka.
• La atmósfera que respira toda la obra gracias al nuevo color.
• La narrativa pausada, sobria y eficaz de Linhart.
Lo peor
• Su salida a finales del año hace que sea una injusta olvidada en muchas de las listas de lo mejor del año.
Guión - 8
Dibujo - 9
Interés - 8.5
8.5
Nordic-noir
Tras muchos años ausente del cómic Linhart vuelve con una obra densa y llena de matices que desde las convenciones del género explora las duplicidad y la ausencias de nuestra vida.