Un violento relato del futuro del Universo Watchmen
Todo aquello que se acerca a la sombra de la obra de Moore y Gibbons siempre arrastra tras de sí cierto halo de polémica e incertidumbre entre los aficionados. El trabajo original siempre permanece inalterable, pero las corrientes más puristas consideran que centrar cualquier historia antes, después o, como ha ocurrido con Johns en el Reloj del Juicio Final donde se mezclan los universos de Watchmen y el de DC, no es buena idea. La editorial de Burbank vuelve de nuevo a poner foco en tan particular universo, 35 años en el futuro, para dar rienda suelta a Tom King y Jorge Fornés, que fijan su atención en la figura de Rorschach para construir un relato que no busca emular a su predecesor.
La idea de este trabajo no es seguir las pautas marcadas por Moore y Gibbons, sino encontrar su propio espacio para poder centrar la trama en una historia que hunde sus garras en la novela negra, con tintes políticos, haciendo uso del rico escenario propuesto en la obra original.
Con un punto de partida perfectamente reconocible al género policiaco, todo empieza con un asesinato y la puesta en marcha de la correspondiente investigación. Un atentado fallido pondrá en marcha los resortes que deben acabar por adentrarse en los más sórdidos fondos de un mundo que vive con escepticismo los todavía frescos acontecimientos sucedidos en Nueva York, 35 años atrás.
King aprovecha sus dotes narrativas para impregnar el relato de un profundo aroma a oscuridad. La sensación al leer su primera entrega es que no se está dentro de ese mismo mundo, sino en algo nuevo que busca apartarse de forma muy clara y cuyo único punto de unión es la máscara del justiciero conocido como Rorschach. Los recursos de los que hace gala el guionista de Omega Men, se alejan de cualquier homenaje y lograr tener su propia voz.
El trabajo de Fornés se muestra claramente enfocado a apostarlo todo a una narrativa pausada, sin recurrir a la impuesta por Moore en la obra original, para apartarse plenamente de su sombra y generar su propio lenguaje. Un lenguaje que bebe plenamente de los comentado en fondo y forma al género policial, con un Fornés elegante y fiel a su estilo. King y Fornés se fusionan por completo en la propuesta y abren con un primer número que invita a querer seguir leyendo para descubrir que se esconde detrás de los acontecimientos narrados.
Personajes aplastados, a los que hay que ir descubriendo número a número, hacen de esta entrega algo especial para los amantes del género negro y para todos aquellos que quieran disfrutar de un buen cómic en toda su definición.
Lo mejor
•- Su tono a novela negra y su atmósfera crepuscular.
•- El dibujo de Fornés que desprende fuerza narrativa en cada página. No os perdáis la entrevista que podéis leer desde ya en el Magazine de febrero.
Lo peor
•- La necesidad de conocer la obra de Moore y Gibbons.
Guion - 7.5
Dibujo - 9
Interés - 9
8.5
Prometedor.
Un trabajo que arranca con una premisa potente que sumerge al lector en un opresivo escenario. Un trabajo con todo el sabor de las mejores novelas negras.
Compré ayer la última grapilla que les quedaba en la tienda; tiene una pinta tremenda. Voy a ir leyéndolo mes a mes y luego todo de una sentada cuando finalice, que me da que va a ser de esas series que ganan con una segunda lectura. Estupenda reseña y entrevista a Fornés…