Rumble, el color de la oscuridad

 

Edición original: Rumble 1-5.
Edición nacional/ España: Astiberri
Guión: John Arcudi.
Dibujo: James Harren.
Color: Dave Steward.
Formato: Cartoné, 144 páginas.
Precio: 16,00 €.

 

¿Cuántas veces hemos dicho ya que Image lleva un tiempo (años) dándonos alegría tras alegría con una calidad increíble?, muchas ¿verdad?, pues toca repetirse una vez más por culpa de (o más bien gracias a) John Arcudi y James Harren que nos traen una obra fresca y muy recomendable, editada en España el pasado mes de junio por Astiberri y titulada Rumble. La historia nace en 2015, aunque ya rondaba por la mente de los autores desde antes, y tiene un primer volumen de quince números, tras un pequeño parón, salió el pasado 2017 un nuevo volumen, esta vez sin Harren al dibujo, lo cual es una auténtica pena, pero es sustituido por David Rubín, lo que no está nada mal, que continúa a día de hoy asegurando que la serie sale adelante, aunque ese es un tema para otra ocasión, para un cuarto tomo si todo va bien, lo cual debería estar asegurado dado el nivel de la obra.

John Arcudi es un autor que lleva en el mundo del cómic desde mediados de los ochenta, pasó por diversas editoriales, incluidas Marvel y DC, pero el grueso de su trabajo lo hace en Dark Horse, concretamente en el universo de Hellboy junto a Mike Mignola, escribiendo con él las historias de Abe Sapiens, Bogavante Johnson o de AIDP entre otras. En especial hay que alabar su labor en AIDP, una de las mejores series independientes del presente siglo, su trabajo es enorme y este Rumble es algo heredero de esos mundos, sí que se diferencia en diversos aspectos pero se nota una esencia que va más allá de la temática mágica con deidades.

James Harren es algo más joven, de hecho nace cuando Arcudi empieza a guionizar cómics, pero tiene un nivel cualitativo que impresiona, es muy valorado como portadista y eso que es un grandísimo narrador. Arcudi y Harren vienen de trabajar juntos en los spin-offs de Hellboy y el trabajo de Harren es tan bueno como para poder decir que “no pasa nada por meterse en el trabajo de Mignola”, y eso es mucho decir.

“Un espantapájaros dios guerrero entra en un bar…” es la llamativa frase con la que empieza la publicidad de esta obra y es una frase que dice mucho más de lo que parece sobre el cómic. Rumble tiene un toque de terror, que un espantapájaros aparezca por tu bar con una espada y le destroce el brazo a uno de los clientes no parece muy agradable, los dos primeros números tienen un toque oscuro y misterioso, con una historia y un dibujo muy potentes. Al principio los personajes parecen algo estereotipados, muy encasillados dentro del género, pero con un resquicio que engancha, evidentemente esto no se queda aquí, los protagonistas pronto comienzan a evolucionar hasta que el camarero perdedor y el demonio rompen los esquemas en el tercer número, en su casa, charlando.

Como decía, esa frase es muy descriptiva y hay que pararse en las palabras “dios” y “guerrero”, Arcudi y Harren realizan una maniobra no muy habitual hoy en día, en lugar de arrastrar el origen del personaje como un misterio durante muchos números, como se hace en la mayoría de las series, se lo ventilan todo en el tercer número, dejan alguna cosa suelta pero poco, a la vez que abren la puerta a futuros flashbacks, pero lo que es el aura de rareza que rodea al espantapájaros desaparece del todo al presentar a Rathraq, un inmortal que cazaba a seres renegados que iban contra la humanidad, ahora su espíritu está atrapado en un espantapájaros y quiere venganza, algo muy diferente a lo leído en los dos primeros números. Este tercer número es precisamente el que genera una mitología enorme alrededor del personaje y es el que más recuerda a las historias de AIDP por el tratamiento que se le da a la narración en general pero también por añadir ese toque de aventuras desplazando un poco el terror. Pero no se queda ahí, cuanto más avanza Rumble más se aleja de lo que estos autores hicieran en el universo de Hellboy.

Hay otro punto en la frase publicitaria que llama la atención, empieza como si de un chiste se tratara, parece que no pega en la obra hasta que los autores dan una vuelta de tuerca a la misma, en los dos últimos números de este tomo, tanto el guión como alguna parte del dibujo, se mueven hacia el humor y lo hacen con partes realmente buenas como la conversación entre Bobby y Kaggahn o el tema del extintor. Esto, evidentemente, elimina la parte de terror que daba el cómic en su primera parte pero consiguen que el interés por la historia no baje ni lo más mínimo.

Rumble es una historia buena y rica, muy bien escrita y dibujada, que lejos de defraudar sorprende. Los diseños de los personajes son uno de los puntos fuertes, se mueven entre lo terrorífico, lo asqueroso y lo gracioso sin miedo, además la narración y el poderío visual de Harren es maravilloso. Es una de las grandes series de la Image del momento (de la Image de hace tres años en Estados Unidos pero que sigue al mismo nivel ahora), de esas que merece la pena releer para captar más matices aun siendo fundamentalmente una aventura, y quien se acerque a ella con la intención de leer una buena aventura no saldrá defraudado, como mínimo acabará queriendo leer más.