“El hombre no está hecho para ser libre. Solo está hecho para soñar con la libertad”.
S.O.S. Bienestar – antes conocida como S.O.S. Felicidad – habla de sociedades autoritarias, de opresión y de revoluciones…
A pesar de este planteamiento tan ambicioso Jean Van Hamme es lo suficientemente hábil para centrarse en los conflictos cotidianos de algunas personas corrientes. Lo suyo nunca ha sido las grandes ideas abstractas, sino que en sus historias suele bajar al barro de la realidad cotidiana. Tanto en Largo Winch como en Los maestros cerveceros, por poner dos ejemplos, el guionista de Bruselas demuestra que conoce perfectamente de lo que habla y que domina los entresijos tanto económicos como sociales de la sociedad contemporánea, por esto cuando se trata de ofrecer una alternativa distópica de nuestra realidad el resultado que describe se asemeja preocupantemente a lo que vivimos cada día.
S.O.S. Bienestar se publicó por capítulos en la revista semanal francesa Spirou. Su estructura está condicionada por el hecho de que en un primer momento estaba planificada como una serie de televisión de varios capítulos de 50 minutos. Al ser rechazada, Van Hamme le explica el proyecto a Philippe Vandooren, el editor de Spirou, que le compra el proyecto como serie de cómics y le presenta al que será dibujante; Werner Goelen más conocido como Griffo. Finalmente tras algunos retoques S.O.S. Bienestar se publica en 6 episodios más o menos independientes de una extensión entre 14 y 18 páginas rematada por una historia más larga (de 54 páginas) que estructura y unifica todo el conjunto. El inicio de su publicación se remonta a noviembre de 1984 en el número 2430 de Spirou. La sexta y última historia corta sale en el número 2525 de septiembre de 1986. Los álbumes no llegan hasta mayo de 1988: el primero con las tres historias iniciales. El segundo se publica en noviembre del mismo año con las 3 historias siguientes y finalmente en junio de 1989 sale el tercer tomo con la historia larga no publicada en la revista.
Finalmente hace un año ha aparecido una secuela titulada S.O.S. Bonheur. Saison 2, dibujada por el propio Griffo y escrita por Stephen Desberg. Es el primero de dos tomos previstos
El principal valor de S.O.S. Bienestar es su vigencia, tanto en el contenido como de género de ficción.
El motor de las historias es la denuncia del excesivo intervencionismo del Estado en la vida cotidiana de los ciudadanos. Aspectos fundamentales como la salud, la economía, la seguridad, el ocio o la creación artística han sido expropiados sutilmente por el gobierno de una nación nada ficticia para garantizar el reparto equitativo de oportunidades y la felicidad de cada uno de sus ciudadanos. Sin embargo y en palabras del propio Van Hamme: “Cuando se impone una norma para garantizar la felicidad teórica de la mayoría ¿qué pasa con los que, voluntariamente o no, se alejan de ella?” Y a ellos dedica el guionista los 6 primeros capítulos. A los outsiders, a los marginados y a los que caen en desgracia en un sistema autoritario aunque esté empeñado en conseguir el bienestar y la felicidad de sus miembros. Por decreto y obligatoriamente.
Pero los autores van más lejos y en la última historia aplican el primer mandamiento de toda teoría conspiranoica y nos denuncian que tras cada ideología, bienintencionada o no, blanda u opresora siempre hay unos intereses espurios y ocultos que condicionan la vida de la mayoría.
Algunos críticos avispados, como el siempre agudo Javier Agrafojo en su reseña de la edición de Grijalbo, destacan el evidente paralelismo de esta obra con otras como Watchmen (1986) tanto en su estructura como formalmente. Y es que nos encontramos en todos estos casos bajo el evidente influjo de la famosa novela de ciencia ficcion escrita por George Orwell y del año específico en que está ubicada; 1984.
El catálogo de aciertos anticipatorios de Van Hamme es extraordinario, van desde el D.N.I. electrónico, el fichero central de datos y el mercadeo de su contenido hasta la retransmisión de revoluciones en directo como la caída del régimen de Sadam Hussein en 2003 en Iraq o la tiranía del culto al cuerpo saludable con su ejército de gimnasios, dietas saludables y gurús del ejercicio físico y el bienestar mental.
Además su estructura televisiva convierte esta obra en un producto muy actual que enlaza con maestría series tan alejadas en el tiempo como Twilight Zone (1959-64) y Black Mirror (2011-17) por poner dos ejemplos.
Eso sí, en su debe está la ausencia de cualquier atisbo de sentido del humor. Un defecto muy habitual en las historias de anticipación de la década de los 80 que se corrigió en décadas posteriores.
Sin embargo le hacemos un flaco favor a esta obra si solo hablamos de sus innegables cualidades anticipatorias. S.O.S. Bienestar es una obra bien escrita y también muy bien dibujada.
El trabajo de Griffo es excepcional. Parte de una estructura de página clásica de tres tiras con dos o tres viñetas cada una que altera en contadas ocasiones. Con este armazón construye un universo paralelo muy cercano al de su época, milimétricamente definido donde combina claridad con rigor, agilidad con minuciosidad. Su diseño de personajes es magnífico y en sus palabras: “a la hora de crear la fisonomía de los personajes, siempre me inspiro en alguien que he visto en alguna parte y he almacenado en mi memoria. Intento que mis personajes tengan vida, y basarme en personas reales me da este realismo, creo. Al dibujar la portada del integral de S.O.S. Bienestar, todos esos personajes me parecían muy familiares, viejos amigos a los que veía tras una larga separación”.
Para entendernos rápidamente, el estilo de Griffo es como el de un Enki Bilal comedido. Suele narrar con una extremada solvencia cualquier situación que se le plantea y en S.O.S. Bienestar consigue crear un clima opresivo y deprimente que casa perfectamente con la trama ideada por Van Hamme.
En algunos momentos es indudable ver también la alargada sombra del mejor Moebius en la manera de componer las páginas y en su aspecto final. Por otra parte, el color también es obra de Griffo que realiza un trabajo solvente y atractivo combinando verdes y rojos con grises y marrones.
Werner Goelen (Griffo) tiene 68 años puesto que nació en Amberes en mayo del 1949. Sus inicios en el mundo de la historieta se remontan a principios de la década de los 70 en el mundillo underground belga. Más tarde entra en la editorial Le Lombard para encargarse de la serie creada por Franquin; Modeste et Pompon y de diversas historias de humor para la revista Tintin-Selection. Bien entrada la siguiente década se ofrece al editor de Spirou quien le presenta a Van Hamme para realizar juntos S.O.S. Bienestar. Con Jean Dufaux publica los tres álbumes de Beatifica Blues y más tarde los cuatro de su continuación con el título de Samba Bugatti. Este mismo equipo firmará dos series más; Giacomo C y Mister Noir. En 1996 conoce a Patrick Cothias con el que se embarcará en la realización de dos series más tituladas Cinjis Qan y La pension. Actualmente está embarcado en la continuación de S.O.S. Bienestar de la que, con el subtítulo de Saison 2, ha publicado el primero de los dos volúmenes previstos. El guion es de Stephen Desberg.
Por su parte Jean Van Hamme (1939) nació en Bruselas. Acaba de cumplir en enero 79 años. Después de realizar sus estudios universitarios como ingeniero comercial y tener el grado de agregado en economía política, empezó su carrera profesional en el sector ferroviario y eléctrico donde llegó a ejercer de puestos de gran importancia en los departamentos comerciales y de marketing de la empresa Philips. En 1976 abandona el entorno empresarial para dedicarse en exclusiva a la escritura. Antes ya había publicado sus primeros guiones para el dibujante Paul Cuvelier, concretamente Corentin y Epoxy. Trabajó también para diversos dibujantes como Dany y André Chéret en series como Histoire sans héros y Domino.
En 1977 empieza su serie de novelas titulada Largo Winch de las que realizará también los guiones del cómic dibujado por Philipe Francq a partir de 1990. Y en 1977, también, inicia su serie más reconocida y apreciada; Thorgal de la que, junto al dibujante Grzegorz Rosinski, publicará 36 álbumes.
Otro de sus grandes éxitos es la serie XIII – que tiene un punto de partida claramente inspirado en la novela de Robert Ludlum The Bourne Identity – dibujada por William Vance y de la que llegarán a realizar 19 álbumes. Otros trabajos destacados de este prolífico guionista y novelista son El gran poder de Chninkel junto a Rosinski, Los maestros cerveceros con dibujos de Francis Vallés, S.O.S. Bienestar (o Felicidad) junto a Griffo y Wayne Shelton con el arte de Christian Denayer. Otro capítulo destacado de su curriculum lo encontramos en 1996 cuando, junto a Ted Benoit, retoma la serie de Edgar Pierre Jacobs, Blake et Mortimer parada a causa de la muerte de su creador. Un relanzamiento que obtuvo un gran éxito comercial que le llevó a realizar tres álbumes más junto a varios dibujantes y del que participarían también otros equipos creativos. Actualmente Van Hamme está retirado pero sigue controlando varias de sus series y los diferentes productos y royalties que éstas generan.
La edición integral que Norma ha publicado de S.O.S. Bienestar es impecable. El tomo recopila tanto las seis historias cortas publicadas en la revista Spirou como el relato más extenso publicado directamente en álbum. El tamaño es el adecuado, la impresión perfecta y cuenta con numerosos extras en forma de prólogos, artículos introductorios, recopilaciones de esbozos, portadas antiguas e ilustraciones varias. El álbum no es barato pero teniendo en cuenta lo que ofrece, el precio no es en absoluto abusivo. Y para ponerle una pega, creo que la traducción correcta de bonheur es felicidad y no bienestar. Entiendo la connotación con el estado del bienestar que busca el anónimo traductor/a pero creo que se ajusta más a la intención original de los autores situar el concepto de felicidad en el título.
Leer S.O.S. Bienestar a día de hoy resulta tan inquietante – o más – que cuando aparareció en los kioscos hace más de treinta años. Muchos de los temores de aquella época no sólo se han cumplido sino que se han convertido en realidades mucho más inquietantes de lo que sus autores se habían imaginado en su momento. Ahora que la paranoia antigubernamental y la conspiranoia se han convertido en un género propio y casi en un estilo de vida, la serie de Van Hamme y Griffo se erige como uno de los textos fundacionales de este movimiento pero también en una obra que cualquier lector con inquietudes disfrutará, experimentado una curiosa mezcla de reconocimiento y sorpresa.
Salut!
Guión - 9
Dibujo - 9
Interés - 9
9
Precursora
Una magnífica obra que mantiene intactas, 33 años después, todas sus cualidades
Totalmente de acuerdo, obra maestras. De lo mejor que hizo Van Hamme, en el momento más dulce de su carrera, que ya es decir. Tiemblo de pensar en lo que vaya a hacer Dresberg
mivaga tiemblas con lo que vaya a hacer Desberg… ¿por lo bueno o por lo malo? No he leído nada suyo.
Las segundas partes siempre me dan un poco de miedo, porque cuando algo es tan bueno como SOS Bonheur, es muy fácil decepcionar un poco.
No sería la primera vez que trabajan juntos, ya lo hicieron en Golden Dogs y en Sherman. Tengo que acabar Sherman que la dejé colgada, pero lo que leí me gustó bastante. Sobre Golden Dogs no puedo opinar porque no la he leído. Con respecto a Desberg en general, la serie de El Escorpión es entretenida, aunque el guion es puro culebrón que no avanza mucho que digamos con las sucesivas entregas. Eso sí, la labor de Marini a los lápices es genial.
Es una obra excepcional. Adelantada a su tiempo, hoy en día nada de lo que se cuenta aquí ya nos extraña ni nos pilla por sorpresa, pero no por ello deja de ser una obra impactante y obligatoria para los amantes de este mundo que cabalga entre la realidad y la distopia.