Formato: Playstation 3
Edición original: Namco Bandai Games – noviembre 2011
Edición España: Namco Bandai Games – marzo 2012
Diseño: DIMPS
Desde que los videojuegos se convirtieron en una opción de entretenimiento a tener en cuenta, siempre ha habido personas espabiladas que han probado suerte con la posibilidad de trasladar todo tipo de historias (acontecidas o imaginadas) y toda suerte de personajes (reales o ficticios) a las recreativas y / o los distintos formatos domésticos. Desde la leyenda del videojuego de E. T. hasta las complejas aventuras conversacionales centradas en Drácula o Jack el destripador, pasando por las andanzas en los ocho bits de gente tan dispar como Popeye el Marino o Benny Hill. La lista es inmensa y daría para un par de enciclopedias en las que habría espacio para éxitos clamorosos y para todo tipo de desastres y, por supuesto, el mundo de la viñeta tendría un par de todos para él solito.
Se podría afirmar que prácticamente ningún personaje que se precie ha quedado sin su título o aparición en el campo de los videojuegos, dándose la circunstancia de que cuando más popular es y más rentable resulta su franquicia mayor ha sido su presencia en el mercado. Así, puede citarse como ejemplo paradigmático a Batman, que tuvo nada menos que tres títulos en los ordenadores de ocho bits que reinaban incontestados en Europa durante los años ochenta del siglo pasado, eso sin contar adaptaciones a consolas más antiguas, versiones de sus películas para la gran pantalla y series de animación, etcétera. Otros ejemplos dignos de mención son Spider-Man, Mortadelo y Filemón, y si ya damos el salto al manga, el hecho de que Japón sea país productor de consolas y videojuegos contribuye poderosamente al hecho de que la traslación de uno a otro campo del entretenimiento sea todavía más fluida.
En el caso de los Caballeros del Zodíaco hay que decir que los célebres personajes creados por Masami Kurumada no son ninguna excepción, y poco después de su primera incursión en la pequeña pantalla acabaron contando con diversas apariciones para NES, Gameboy, Wonderswan y hasta PC. Sin embargo, el hecho de que el anime tardara cuatro años en llegar por estos barrios sumado a la escasa presencia de las consolas a principios de los noventa (habría que esperar a la adaptación doméstica de Street Fighter II: The World Warrior y al hundimiento definitivo de los ocho bits para que eso cambiara) y a una distribución bastante deficiente hicieron que la existencia de esos títulos fuera conocida posteriormente. Quizá tuviera algo que ver el hecho de que el género escogido fuera el rol al estilo nipón, de los que solo se tuvo conocimiento a cuentagotas durante bastantes años, pero sobre todo desde el regreso de Ryu, Ken y compañía, eran muchos los jugadores que se preguntaban –nos preguntábamos- qué aspecto tendría un juego de lucha uno contra uno donde pudieras controlar a los defensores de Atenea (sí, ya saben, la diosa helena de la sabiduría y la guerra, deidad patrona de la capital griega) y a sus adversarios.
La aparición de herramientas como MUGEN permitió que muchos aficionados con habilidad para utilizarlas dieran unas cuantas respuestas posibles a la pregunta en cuestión, pero sería a mediados de la década pasada, más concretamente en 2005, cuando Seiya y sus amigotes habían vuelto al mercado con la exitosa adaptación de la primera parte de la Saga de Hades, cuando Bandai aprovechó la omnímoda difusión de la Playstation 2 para presentar un título que adaptaba la batalla del Santuario, el episodio más recordado de la serie. Saint Seiya: El Santuario resultó ser un juego de lucha bastante pobre que únicamente se mantenía por el carisma intrínseco a la historia que adaptaba, la oportuna nostalgia y cierto cuidado en algunos detalles como la presencia del equipo interpretativo del anime original, una banda sonora de estilo muy parecido a la compuesta por Seiji Yokoyama y un manejo (insultantemente) sencillo. Al año siguiente vería la luz Saint Seiya: Hades, que daba un triple salto mortal en la historia y se plantaba en el relato que ya conocíamos de sobra, únicamente para aprovechar los diseños de escenarios y personajes del título anterior. Vistos desde una perspectiva conjunto ambos títulos eran entretenidos (sobre todo el primero) pero técnicamente eran decepcionantes. Los gráficos no estaban mal, pero vistos con detalle podía uno apreciar perfectamente efectos bien conocidos en los juegos de imagen poligonal como el de “dientes de sierra” o el de “niebla” (y en este último caso habría que remontarse al primer Turok de Nintendo 64 para encontrar algo equiparable). El hecho de que en el segundo título solo aparecieran tres personajes realmente nuevos y que la historia quedara colgada al final del capítulo del Infierno aumentaron una sensación de desencanto que bien podría calificarse como de tomadura de pelo.
Seis años después, el equipo DIMPS y Namco-Bandai vuelven a la carga para adaptar una vez más la batalla del Santuario, esta vez para la Playstation 3. El juego viene a ser una nueva versión del primero de los títulos mencionados en el párrafo anterior, y lo cierto es que, una vez jugado, uno encuentra la sensación de que los siete años que median entre uno y otro no han sido aprovechados de forma suficiente como para que se haya producido un salto cualitativo en cuanto a originalidad o técnica. De nuevo nos encontramos con un juego de lucha uno contra uno donde se han hecho modificaciones menores en el sistema control, con el fin de marcar las distancias respecto a la versión anterior y aumentar un poco la dificultad (aunque no demasiado, todo hay que decirlo). Una vez más, es Mu de Aries quien hace las veces de cicerone y nos enseñas las reglas básicas del combate, el cual se desarrolla en base a una mezcla de “combos” y ataques especiales, más o menos espectaculares en función de nuestro nivel de poder (el cual está relacionado, cómo no, con el famoso séptimo sentido).
Cada caballero de oro está representado con la fidelidad que se merece, contando algunos de ellos –como Géminis o Escorpio- con ataques especiales que pueden dejarnos fuera de combate de un solo golpe (como la “otra dimensión” del primero) o después de haber recibido un número específico de impactos (como la “aguja escarlata” del segundo). Para seguir marcando las diferencias, se ha desarrollado aún más la posibilidad de que entre templo y templo debamos enfrentarnos a la chusma del Santuario repartiendo cogotazos al más puro estilo Terence Hill / Bud Spencer. De esta forma, los combates contra los guerreros dorados se combinan con fases de “uno contra el barrio” que a la larga pueden resultar hasta un poco aburridas, pero que cuentan con el aliciente de ver en acción a algunos caballeros de plata –Misty del Lagarto, Shaina de Ofiuco, Marin del Águila- y a algunos de los sacos de pegar puñetazos habituales de la serie –Casios o los caballeros negros-.
La principal novedad que presenta este título respecto al anterior viene a ser la existencia de unos escenarios muchísimo más cuidados, en los que se nota la diferencia entre la Play 2 y la Play 3. Hay que reconocer que el Santuario rara vez tuvo mejor aspecto: construcciones de aspecto vagamente clásico, jardines, barrancos, cauces fluviales… que han permitido a los programadores deleitarnos con alguna mini-fase de plataformas en las que hay que saltar de un pedrusco hacia otro. Detalles menores para u título que recicla toda la banda sonora de los anteriores (con la agradable adición de alguno de los temas compuestos por Yokoyama) y que de nuevo permite desbloquear en forma de premios las consabidas ilustraciones relativas a los productos de mercadotecnia basados en la franquicia de los Caballeros del Zodíaco.
En conclusión, tenemos un título que hará las delicias de los seguidores irredentos de la manga y el anime, siempre y cuando pasen por alto sus carencias como juego de lucha. El resto se puede ahorrar el paseo, porque de nuevo los responsables de Namco-Bandai han dado un precio de venta al público que Batalla por el Santuario no vale.
¿Hola? ¿Hay alguien aquí?
Si estás ahí ¡manifiéstate!
Que bien que hagas una reseña sobre videojuegos, pero la próxima vez coge uno más digno de mención.
En cuanto a este juego: sigue el esquema de todos estos juegos: uno contra uno, movimientos especiales, etc. En este juego yo no he podido encontrar la diferencia con otro del estilo. En cambio, con Dragon Ball o Mortal Kombat sí.
Vaya, así que pequeña decepción…
Una pena,, como fan de saint seiya, todavia sigo esperando el juego definitivo que haga justicia a la serie. Me parecen totalmente desaprovechados los personajes, dá para una buena saga de juegos. La jugabilidad en casi todos es decepcionante, y si bien en los ultimos los graficos han mejorado mucho, siguen sin entusiasmar. Estaría bueno un saint seiya al estilo de dragon ball con graficos cell game, como el tenkaichi budokai.
Pues mira, a mí me han entrado ganas de probarlo…
Sin un video trailer del videogame fallan total y butalmente…
total y butalmente…
http://www.youtube.com/watch?v=arHnr691xyU
¿Uno contra uno? ¿no había algún modo historia o algo? porque recuerdo ver vídeos donde iban por el santuario corriendo y matando «soldaditos» hasta llegar a las casas de los caballeros de oro.
Don Orco: el modo historia tiene fases uno contra uno, que son las de enfrentamiento con cada caballero de oro. La trama es la que todos conocemos.
Don Alex Cruz: en el siempre fiable TuTubo encontrará vídeos a tutiplén y hasta a mansalva. Como dicen en Bricomanía «há(i)galo usted mismo».
Don Blade Runner: seguro que por el Playstation Network ése hay alguna demo a la que hincarle el diente.
Don Diego: el problema es que mientras estos juegos los lleve Bandai (qué guai) vamos de cráneo. Anda que no tengo yo ganas de ver un juego de los CDZ hecho por el equipo que hace los Soul Calibures. Y hasta el equipo DIMPS no es malo (han estado vinculados a los últimos Street Fighter) pero no hay tu tía.
Me refería a esto:
http://www.youtube.com/watch?v=B9Nn8tEMAqo
Sabía yo que había visto algún video; no es todo 1 contra 1, aunque sea monótono y carente de interés.
El juego es como un Dinasty Warrior hasta llegar al combate con un caballero de oro,a partir de hay es un combte contra el y en determinados momentos hay que hacer algo especial para derrotarlos o continuar el combate,no esta mal,pero puede volverse algo monotono.