Formato: Playstation 4
Edición original: Namco Bandai Games – septiembre 2015
Edición España: Namco Bandai Games – septiembre 2015
Diseño: DIMPS
Placer culpable. Es la única forma que tengo de justificar mi querencia por los juegos de la franquicia
La salida de este juego ha sido el remate de un año en el que la más célebre de las series creadas por maese Kurumada ha contado con nuevos productos que incorporar a la franquicia. Así, hay que mencionar el ya reseñado anime Soul of Gold (cuyo último capítulo se ha emitido hace pocas semanas en Japón), una nueva colección de figuras coleccionables (con los recargados diseños de las armaduras doradas en versión divina) y rumores en torno a la adaptación a la pequeña pantalla de Next Dimension y a las posibilidades de continuación animada para The lost canvas, amén de una película para la gran pantalla que se reseñó también por aquí. Desde el punto negocial, tal parece que Seiya y sus compinches siguen gozando de buena salud, aunque desde el punto de vista creativo, la sensación de déjà vu es inevitable. Las series (de manga o de anime) que han salido desde que en 2002 se llevara a cabo la adaptación de la Saga de Hades se han movido siempre bajo los mismos parámetros: combates entre caballeros, carreras para salvar a Saori, armaduras que evolucionan como pokemones y victorias in extremis. El enfrenamiento con el señor del inframundo ya cuenta con tres historias distintas y los caballeros de oro han logrado rivalizar en popularidad con sus broncíneos colegas. Sólo Saint Seiya Omega planteó la posibilidad de expandir el universo saintseiyano, jugando con la continuidad del anime, explicando los cabos sueltos y en definitiva, presentando el producto a las nuevas generaciones. Sin embargo, esta versión actualizada no cuenta, pese a su considerable duración, con el beneplácito de una afición veterana que parece nutrirse con lo que cada vez más parecen regurgitaciones del original.
Soldiers’ Soul encaja perfectamente en la trayectoria de la franquicia y más concretamente, en la de su división de videojuegos. Un título lanzado poco tiempo después del anterior que aporta a éste algunos detalles que, no obstante, no evitan la sensación de que estamos ante el mismo perro con una versión un poco más detallada del mismo collar. Una vez más, tenemos la oportunidad de volver a revivir las mayores batallas de los Caballeros del Zodíaco: el asalto al Santuario (y van tres), la lucha contra Poseidón (y van dos) y el enfrentamiento con Hades (y van, nuevamente, tres). La principal novedad que aporta esta entrega es que, por fin, podemos ver en acción a los guerreros divinos de Asgard y a su comendante, Hilda de Polaris. Una de las constantes de las adaptaciones a videojuegos de la serie había sido la omisión de los personajes creados exclusivamente para el anime. En la medida de lo posible, las adaptaciones realizadas en este nuevo siglo han intentado omitir, obviar o ignorar esas aportaciones cuyo objetivo era abrir espacio entre el manga y la serie televisiva. Sin embargo, hay que reconocer que esos arcos argumentales eran realmente memorables y enriquecían la franquicia. El díptico del Caballero de Cristal y el mencionado periplo nórdico constituyen los mejores ejemplos de ello y, a su debido tiempo (y porque el negocio es el negocio) el maestro de Hyôga del Cisne y los dioses guerreros de Asgard han recibido merecido reconocimiento en la forma de figuritas.
Soldiers’ Soul continúa la línea marcada por su antecesor inmediato, pues se trata de un videojuego de lucha uno contra uno donde la simpleza es santo y seña de la casa. Combates más bien alocados en los que hay que encajar combos y poderes especiales, con el fin de reproducir las épicas batallas de los caballeros de bronce y multitud de personajes con truco, porque muchos son los mismos con diversas armaduras. Así, un personaje protagonista luce su primera armadura del anime, la segunda (más próxima al diseño del manga, que además cuenta con una versión dorada), la tercera (surgida a partir de la imposición de la sangre de Atenea por parte de Shion de Aries, al final del primer capítulo de la Saga de Hades), la divina (y teóricamente definitiva) y la dorada (pues se supone o se suponía que al final de la historia original, el quinteto protagonista asumiría esos mantos). A ello se añade la posibilidad de que aparezcan con casco y sin él (uno de los detalles recurrentes de manga y anime, donde algunos personajes prescindían del mismo) y la opción de luchar a pecho descubierto. aunque esta vez no podremos ver la versión pulverizada de los sagrados ropajes.
El juego tiene varias modalidades, aunque la mayoría de ellas se encontraban ya en el título anterior. Así, volvemos a tener el modo historia, aunque hay que agradecer el detalle de que los cuatro capítulos puedan jugarse de forma independiente (al contrario que en su predecesor, donde la cronología no podía ser vulnerada). Los combates habituales se intercalan con escenas que complementan la historia, si bien pueden ser omitidas. En esta ocasión, la narración “fotogramonovelada” de Brave Soldiers ha sido sustituida por una cinemática en la que los propios modelos que controlamos escenifican pasajes bien conocidos por toda la afición. Al mismo tiempo, durante los enfrentamientos la música de fondo se ve acompañada por los diálogos entre los contendientes, los cuales reproducen el desarrollo del combate original… con independencia de lo que acontece en el duelo del momento. El resultado es una combinación de interminables diálogos con personajes estáticos (en ciertos momentos he recordado alguno de los grandes éxitos de la factoría D’Ocón) y una narrativa superpuesta a la pelea que parece decirnos “usted haga lo que quiera, que yo contaré lo que me dé la gana”.
La principal novedad en el apartado de opciones viene dada por una modalidad en la que los protagonistas son los redivivos caballeros de oro, portando las armaduras divinas. Como quiera que en el momento de la salida del título, Soul of Gold aún estaba por concluir, no revelan nada de su trama (y no hay enfrentamiento con los nuevos dioses guerreros) de modo que lo que tenemos es un duelo en el que controlar a los doce guerreros dorados, ejecutar sus espectaculares ataques y superar tres combates con otros tantos adversarios relacionados con el pasado (en el manga, en el anime o en ambos) de cada uno de ellos. Algunas batallas son logrados guiños a la afición con memoria, pero otros parecen un poco traídos por los pelos.
Como viene siendo uso y costumbre en la franquicia, uno de los incentivos para jugar una y otra vez es la posibilidad de desbloquear todo tipo de elementos a partir de la inversión de los puntos recolectados en cada pelea. Escenarios, músicas, modelos, personajes, nuevas modalidades de juego… todo está disponible por un no-módico precio, si usted se presta a repartir estopa con y contra griegos, nórdicos, submarinos y muertos.
Como conclusión, hay que decir que este Soldiers’ Soul es un título que sólo los muy fanáticos de la obra de Kurumada deben probar. Como juego de lucha es tan bueno (o tan malo) como sus predecesores; a nivel técnico, la versión de Ps4 no aporta excesivas diferencias respecto de la de Ps3 y gráficamente hay detalles que aún cantan un poco (ese halo mal disimulado por la energía cósmica que da a las figuras sensación de ser calcomanías) aunque por lo menos han tenido el detalle de cambiar la banda sonora (que después de cuatro títulos ya olía un poco). Con todo, nada justifica el excesivo precio de un título que sigue fiel a la tradición del reciclaje. Hasta la próxima sacadera de perras.
Como me he comprado hace nada una PS4 le eche un ojo con ciertas ganas, puesto que no he tenido una PS3. Y la verdad es que mire unos videos y me parecio bastante malillo… Y encima a ese precio como que no.