Sandman Mystery Theatre Nº 01: La vamp
Edición Original: Sandman Mystery Theatre 13-16 USA
Fecha de edición: octubre de 2005
Guión: Steven T. Seagle, Matt Wagner
Dibujo: Guy Davis
Tinta: Guy Davis
Color: David Hornung
Formato:96 págs.
Precio: 7,95 €
Este recopilatorio constituye el punto de arranque para Planeta en la edición de esta serie. Antes Zinco nos había ofrecido el primer Anual de la colección, el de 1995, que gozaba del mismo equipo guionista que el volumen que hoy reseñamos y de los dibujos de John Bolton, Guy Davis, Stefano Gaudiano, David Lloyd, Dean Ormston, George Pratt, Alex Ross y Peter Snejbjerg.
Antes también de Planeta y después de Zinco, Norma se había atrevido a iniciarla desde su número uno, haciendo coincidir ese primer número con la salida de otro especial relacionado, Sandman Midnight Theatre, dibujado por Teddy Kristiansen y guionizado por Matt Wagner y el mismísimo Neil Gaiman. En esta historia se encontraban por unos breves momentos Lord Morpheus y Wesley Dodds, ambos portadores del nombre de Sandman. Y es que uno y otro han estado vinculados desde que Neil Gaiman decidiera aprovechar el sobrenombre del héroe de la Golden Age, Wesley Dodds, para su creación sobre Los Eternos que acompañan la vida del Universo.
La colección de Norma no tuvo el éxito deseado y terminó su singladura con el número 12 USA, después de haber editado seis números de cuarenta y ocho páginas que recopilaban los tres primeros arcos argumentales de la serie, además del especial ya mencionado que se situaba después del número 30 de la serie regular.
Ahora Planeta continua donde los otros lo dejaron, yendo más allá y esperando tener más éxito que Zinco, Norma y la misma DC que, después de haber retomado hace poco la reedición de la cabecera en recopilatorios, la ha puesto en “pausa” al ver que no han tenido las ventas deseadas.
Pero el presente volumen no constituye sólo el debut de Planeta en la colección. También Guy Davis recibió con estos números su confirmación como dibujante regular de la serie, después de que en un principio se hubiese planteado que tuviera un equipo de dibujantes rotativo. Y aún más, también es aquí que Steven T. Seagle se estrena en la colección como co-guionista fijo, aportando a la serie sus preocupaciones sobre las teorías de la comunicación y las relaciones humanas, ayudando a profundizar en el trasfondo de cada uno de los personajes protagonistas y haciendo avanzar el desarrollo de sus vinculaciones.
A principios de los años cuarenta el diletante Wesley Dodds se encuentra aquejado por unas pesadillas provocadas por el confinamiento místico que sufre Lord Morpheus. Estas pesadillas lo impelen a perseguir a los que cometen actos malvados. En cada arco de cuatro números una pesadilla, en cada arco un entuerto que desfacer. A partir de la formula narrativa clásica de presentación, nudo y desenlace, sin estridencias ni giros argumentales forzados, Wagner, Davis y Seagle nos transportan hasta los años cuarenta mediante la serie negra con algún toque de vigilantismo. Uno de los principales atractivos de la cabecera lo constituye precisamente ese viaje hacia el pasado reciente de los Estados Unidos. El equipo creativo de la serie nos presenta una visión diferente de esa época. A la frescura, optimismo e ingenuidad que a menudo ha acompañado al retrato de esos años, ellos le suman un trasfondo de ambigüedad moral emergente. La cara que las películas del Hollywood incipiente no nos han enseñado. Prostitución, drogas, lesbianismo… conductas para entonces políticamente incorrectas encuentran en esta serie su reconocimiento y su ubicación en el gran telón de fondo de los felices cuarenta. No deja de resultar fascinante contemplar con que naturalidad este equipo artístico consigue hacer encajar esas piezas en la imagen estereotipada que tenemos del principio de aquella década, logrando además que las contemplemos con la mirada inocente propia de aquel tiempo.
La Vamp es un buen ejemplo de todo lo dicho. Jugando con el sobrenombre que recibían las femmes fatales del momento, cuando aún había femmes fatales, Wagner y Seagle nos introducen en una historia donde los abusos de las fraternidades universitarias se entremezclan con la seducción, el carisma, el control de la voluntad del otro y una cierta concepción del vampirismo.
Una serie para no perderse y en la que uno se puede orientar fácilmente a pesar de no haber leído lo previamente publicado.
Respecto a la edición de Planeta, diremos que aprueba, pero sin nota. El tipo de papel y gramaje de las cubiertas es suficiente. La portada del tomo es una variación sobre la portada del número 13 y fragmentos de las otras portadas forman parte del diseño final de las contracubiertas, pero en ninguna parte aparecen reproducidas del todo esas portadas al completo. Tenemos también una pequeña presentación de la serie en la cubierta de atrás, justa pero interesante. El color difiere bastante del original. Los amarillos y los rojizos parecen haber perdido fuerza dando como resultado un tono muy apagado frente a la viveza que lucían los colores de la edición americana. Un resultado final bien dispar, lánguido y mórbido el español, vivaz y alegre el americano. La traducción de Gonzalo Quesada es seguramente lo mejor de todo. A pesar de las inevitables adaptaciones y de los sacrificios que deben hacerse para hacer caber los textos castellanos, la lectura es agradable y clara, cosa que no siempre pasa, por desgracia. Que lo disfrutéis.