Sargento Inmortal, de Joe Kelly y Ken Niimura

Reseñamos la nueva obra del equipo creativo que nos trajo la maravillosa Soy una matagigantes. Edita Astiberri.

0
1581
Sargento Inmortal- Portada


Edición original: Immortal Sergeant #1-9 USA (Image Comics, 2023)
Edición nacional/España: Astiberri, 2023
Guion: Joe Kelly
Dibujo: Ken Niimura
Traducción: Santiago García
Formato: Rústica. 416 páginas, byn. 25,00€

Carretera y manta

Cuando hablamos de combatir y neutralizar los roles de género, la conversación suele girar alrededor de la mujer. De liberarse, atreverse a hacer lo que a sus generaciones anteriores se les disuadió de hacer. Pero el gran problema de esa lucha siempre ha estado en el lado contrario. A fin de cuentas, la liberación femenina supone volverse más fuerte, más independiente. Empoderarse, como se suele decir. ¿Pero qué debe hacer un hombre para liberarse de esos sesgos?: volverse débil. No me malinterpretéis, nadie es débil por abrir sus sentimientos, aceptar una chaqueta cuando hace frío o ir de copiloto, pero así es precisamente como se ve desde esa mentalidad retrógrada que tratamos de combatir. Los chicos no lloran, tienen que pelear, y toda esa cantinela. Por eso suele haber una brecha tan inmensa entre los muchachos de hoy y las generaciones de ayer. Porque resulta tremendamente complicado comprender que lo correcto es convertirte en todo lo que te enseñaron que un hombre no debía ser.

La brecha generacional. De eso trata precisamente Sargento Inmortal, la nueva obra de Joe Kelly y Ken Niimura que nos llegó el pasado mes de octubre. Una miniserie de 9 números publicada por Image Comics a lo largo de este año y para la que hemos tenido que esperar poquísimo, ya que su final se publicó en septiembre y en su país natal ni siquiera ha salido el tomo recopilatorio. Pero ahí ha estado Astiberri, la vieja confiable, para permitirnos disfrutar lo antes posible de un equipo creativo al que no podíamos esperar volver a ver juntos.

Sargento inmortal - Interior

Porque hablar de Joe Kelly y Ken Niimura es hablar de una obra muy concreta. No es que no tengan nada más, claro. Ken Niimura es uno de nuestros artistas más internacionales, un autor que ha publicado en los tres grandes mercados del cómic y que ha realizado obras tan variopintas como su adaptación de mitos japoneses No lo abras jamás (Astiberri), la mini Penny Parker: After School (Marvel) o la serie digital Umami (Panel Syndicate), ganadora del premio Eisner.

Por su lado, si hablamos de Joe Kelly nos referimos a un guionista con una dilatada carrera en el cómic mainstream estadounidense, un autor que ha trabajado, y mucho, tanto en Marvel (Deadpool, The Amazing Spider-Man, X-Men) como en DC (Superman, Superboy, JLA). Eso por no hablar de su aportación al medio audiovisual, donde como parte del grupo de escritores Man of Action Studios creó la célebre serie de animación Ben 10.

Sin embargo, el nombre de estos dos autores resuena con más fuerza cuando los pones juntos gracias a Soy una matagigantes, el cómic de Image Comics publicado en 2008 en el que nos conquistaron y partieron el corazón con las fantasías de la indomable Barbara. Un trabajo que logró el International Manga Award y una nominación al Eisner, además de una adaptación a la gran pantalla en 2018, y que en España hemos podido leer en varias ediciones de la mano de Norma Editorial. Uno de esos cómics que te dejan huella, y que hacía imprescindible la lectura de cualquier nuevo trabajo de la pareja. ¡Y vaya regreso!

Sargento inmortal - Interior

Sargento Inmortal nos presenta a Jim Sargent, un policía de la vieja escuela a las puertas de la jubilación. Un hombre de otra época, insensible, racista y gruñón, al que su familia aguanta más bien poco. En especial, su hijo Michael, un timorato diseñador de videojuegos que aun habiéndose convertido ya en padre de familia sigue sin ser capaz de enfrentarse a la imponente figura de su padre. Sin embargo, cuando una inesperada pista resucita un caso de homicidio de hace treinta años, Jim tendrá que forzar a su hijo a hacer un imprevisible viaje en coche y convivir con él para dar con el culpable que le ha quitado el sueño durante media vida.

Lo primero que llama la atención de Sargento Inmortal es cómo desafía a las expectativas y te da una obra que no es lo primero que supondrías. Porque a pesar de esa premisa de un policía y un viejo caso abierto, hablamos de un cómic que no es que tenga poca acción, es que hasta la evita, incluso en lo que cualquier esperaría que fuera su clímax (cierta escena es un coitus interruptus tan inesperado como hilarante). Y no podríamos echarla menos en falta. Lo que Joe Kelly nos propone aquí es un un guion que perfectamente podría ser teatral, una historia que es básicamente una sucesión tras otra de diálogos entre sus protagonistas. Y el resultado es sencillamente sensacional.

Joe Kelly nos da un auténtico recital de desarrollo de personajes y diálogos con un guion sencillo a la vez que complejo. Porque Kelly no se centra en construir una intrigante trama policiaca, en la que las sorpresas nos asalten en su desenlace, no. Ese aspecto de la historia se desenvuelve de manera muy poco sorprendente, porque claramente no es el objetivo de su guionista. En lo que Kelly se sumerge hasta el fondo es en otros temas más mundanos: el choque generacional, la complejidad moral de las personas, el valor del perdón. Distintos elementos tocados con extraordinaria inteligencia a través de unos personajes maravillosos y unos diálogos afilados e inspiradísimos.

Obviamente, la primera plana del cómic es para el personaje de Jim, un caramelito que nos pone a prueba con su ambigüedad moral y su magnetismo. Porque sí, Jim es un racista, homófobo y machista rancio, un dinosaurio de otra época, pero con un código moral valioso y, cabe decir, unas ocurrencias con las que es imposible no reír, por salvajes que sean. Pero no se queda atrás su hijo Michael, un personaje por el que compadecerse, pero al que también dan ganas de agarrar de las solapas y gritarle que espabile. Así, Kelly los utiliza como vehículo fundamental para hablar de la complejidad humana, de cómo la moralidad de las personas es mucho más difícil de establecer que un simple juicio binario de “bueno-malo”.

Sargento inmortal - Interior

Frente a la tendencia popular a tirar por la vía tuitera fácil del “conmigo o contra mí”, el guionista tiene la osadía de ir al fondo del asunto y explorarlo con sensibilidad, pero también con crudeza. Sargento Inmortal nos habla de la masculinidad tóxica y la analiza desde el enfoque de la comprensión, pero sin disculpar a su protagonista por ello. Las personas somos complejas, nos dice entre líneas, un cúmulo de capas mejores y peores que a veces chocan incluso de manera incoherente. Y podemos intentar comprenderlas, aunque no tengamos la obligación de aguantarlas.

Por otro lado, para el apartado artístico uno no puede más que quitarse el sombrero, porque lo de Ken Niimura es una cosa sensacional. Con esa peculiar identidad gráfica suya, híbrido entre el manga y el cartoon, el artista hispano-japonés ha demostrado siempre en su bibliografía una habilidad pasmosa para dotar a sus viñetas de un dinamismo y una emotividad insospechadas para alguien que suele optar por un estilo parco en detalles y minimalista, con predilección por el blanco y negro.

Sargento Inmortal lleva ese estilo al máximo en sus páginas: trazos simples, fondos escasos, expresiones hechas con tres líneas, sombreado con grises planos… Un estilo casi de story-board, que podría parecer una elección extraña para una historia tan de personajes. Y el tío lo clava. El dinamismo, los encuadres, la narrativa de cada secuencia, el lenguaje corporal de los personajes… Hay una inteligencia increíble detrás de cada página, un talento inconmensurable que es el alegato vivo de lo que se puede exprimir el lenguaje visual del cómic sin necesidad de sobrecargados dibujos ultradetallistas. Probablemente me esté dejando llevar por mi parcialidad, porque Niimura siempre me ha cautivado, pero con esta obra me reafirma más que nunca en mi devoción.

Sargento inmortal - Interior

En definitiva, Sargento Inmortal es la constatación de que la fantástica Soy una matagigantes no fue un espejismo. Lo nuevo de Joe Kelly y Ken Niimura es otra pequeña joya, una extraña buddy-movie de diálogos deliciosos que nos hace reflexionar y empatizar. Una historia sobre la complejidad humana y la dificultad para conciliar a distintas generaciones y a distintas realidades. Uno de los cómics del año.

Lo mejor

• Los excelentes diálogos de Kelly.
• La expresividad y el dinamismo del estilo minimalista de Niimura.
• Es una historia que no va a lo fácil simplificando la moralidad humana.

Lo peor

• ¡Esperar a su siguiente trabajo juntos!

Edición original: Immortal Sergeant #1-9 USA (Image Comics, 2023) Edición nacional/España: Astiberri, 2023 Guion: Joe Kelly Dibujo: Ken Niimura Traducción: Santiago García Formato: Rústica. 416 páginas, byn. 25,00€ Carretera y manta Cuando hablamos de combatir y neutralizar los roles de género, la conversación suele girar alrededor de la mujer. De…
Guion - 9.2
Dibujo - 9.2
Interés - 9

9.1

Brillante

Soy una matagigantes no fue casualidad: Joe Kelly y Ken Niimura vuelven a regalarnos un cómic formidable en el que exploran la brecha generacional y la complejidad humana en forma de buddy-movie.

Vosotros puntuáis: 6.54 ( 12 votos)
Subscribe
Notifícame
0 Comments
Antiguos
Recientes
Inline Feedbacks
View all comments