El muerto al hoyo y el vivo a amasar bollos
¿Quién más echa de menos Giant Days? Ha pasado ya más de un añito desde que Fandogamia nos trajo la conclusión de la maravillosa serie creada por John Allison y Max Sarin (con especial mención a los primeros tomos de Lissa Treiman). Los que no le hayáis dado aún una oportunidad, podéis aprovechar y encargársela a Fandogamia, que no le va a venir mal el apoyo ahora que tienen que pelearse con un montón de tarados y manipuladores que no saben diferenciar una sátira de un libro infantil (o peor, sí lo saben y les da igual). Pero los que la conozcáis y estéis tristes desde que las geniales Esther, Susan y Daisy ya no os hacen compañía, podéis regocijaros con el regreso de sus creadores en una nueva historia.
Hablamos de Se ha horneado un crimen, el cómic con el que el magnífico equipo creativo vuelve a las andadas, esta vez con Sammy Borras en las labores del color. Un cómic que supone la segunda colaboración de Allison con Dark Horse tras Steeple (Astiberri), lo que parece indicar que el largo idilio del autor con BOOM! Studios ha quedado atrás, además de confirmar el enorme esfuerzo que está llevando a cabo en los últimos años la editorial del caballo negro atrayendo a autores de primerísima fila bajo su techo.
La obra, publicada originalmente entre abril y julio de 2023, fue lanzada como miniserie de 4 números bajo el título The Great British Bump-Off, un juego de palabras intraducible entre la expresión “bump-off” (“cargarse a alguien”) y The Great British Bake Off, un popular reality inglés de cocina al estilo de Masterchef emitido por la BBC. O casi intraducible, porque no se puede negar que el título castellano que ha elegido Fandogamia (concretamente su editor Pedro F. Medina) es un maravilloso acierto que logra unir los dos ejes de la trama bajo un título mítico de nuestra cultura popular (y que oye, por muy estadounidense que fuera, siempre tuvo cierto regusto british gracias a la elegante Angela Lansbury).
¿Y cuáles son esos dos elementos de la trama? Obviamente, la cocina y el asesinato. Se ha horneado un crimen nos mete de lleno en La Carpa de los Pasteles, un famosísimo concurso de repostería conocido en toda Inglaterra que está a punto de comenzar una nueva edición. La joven Shauna Wickle está que no cabe en sí de emoción por haber conseguido ser seleccionada, pero su experiencia se convierte en algo muy distinto a lo que había imaginado cuando uno de los concursantes es envenenado. Sobre la pobre Shauna caerá la responsabilidad de investigar a sus compañeros en busca del culpable, a la vez que tratará de no ser eliminada en primera ronda de su soñado concurso.
No voy a sorprender a nadie diciendo que lo que el lector se va a encontrar en este libro es humor sin parar. No hace falta más que un vistazo a la carrera de John Allison para saber que su zona de confort es la comedia, y no será aquí donde cambie de tercio. Se ha horneado un crimen es puro humor, un largo sketch que parodia los realities de cocina con ese toquecito de humor negro inglés que es capaz de mezclar los chistes con los asesinatos.
Allison juega aquí a hacer su whodunit particular, con una protagonista torpe e insegura con bastante poco talento para ejercer como detective, pero con mucho encanto. A fin de cuentas, el punto fuerte del guionista británico siempre ha sido ese, crear personajes efervescentes y diferenciables, y nutrir sus historias a base de diálogos rápidos y mordaces llenos de humor absurdo. Hablamos de una obra que no busca sumergirnos en el suspense de una historia de misterio corriente, sino usarlo como mera excusa argumental para lanzarnos chiste tras chiste, con una endemoniada cantidad de juegos de palabras que la excelente Inma S. Andreu logra una vez más trasladar al castellano sin que se pierda la experiencia por el camino.
Ese es probablemente su mayor punto flaco, y es que fuera del extraordinario equilibrio entre humor y sensibilidad que había en Giant Days, el resto de trabajos de Allison han solido pecar de un uso del gag tan excesivo que no llega a dejarte conectar ni con su trama ni con sus personajes de una manera más íntima. En ese sentido sí podemos decir al menos que Se ha horneado un crimen mejora considerablemente con respecto a trabajos como By Night quizás porque tiene más claro que si el objetivo es regar la historia de chistes absurdos, lo mejor para que funcione es reducir la extensión de la serie a unos pocos números y evitar que llegue a cansar.
Aunque es imposible ignorar que esa mejora que comentaba de la obra con respecto a trabajos anteriores tiene mucho que ver con su dibujante, y es que Max Sarin es una artista de una calidad excepcional. La que se convirtiera en la madre adoptiva de las chicas de Giant Days tras la partida de Lisa Treiman vuelve a demostrar que su particular dibujo es un maravilloso vehículo para el humor. Con su estilo cartoon con aroma a Disney, Sarin hace un nuevo despliegue de diseño de personajes y manejo de sus expresiones, una cualidad imprescindible para una comedia tan histriónica como esta. Las coloridas paletas de Sammy Borras aportan la luminosidad necesaria para completar un trabajo sólido que hace crecer la serie.
En definitiva, Se ha horneado un crimen es una comedia absurda frenética y muy divertida con la que podemos disfrutar del regreso de John Allison y Max Sarin como equipo creativo. La pareja autoral de Giant Days nos ofrece un cómic ligero, con más ganas de parodiar y de hacer reír que de contar una historia especialmente interesante, pero cuya brevedad mejora las sensaciones con respecto a otros trabajos del guionista inglés. No es un menú de estrella michelín, pero sí un delicioso pastelillo para acompañar con el té de las cinco.
Lo mejor
• El maravilloso y divertido arte de Max Sarin.
• Como todo lo de Allison, es muy divertida…
Lo peor
• …quizás demasiado, a veces le falta un respiro entre chiste y chiste.
Guion - 7
Dibujo - 8.8
Interés - 7.5
7.8
Dulce
John Allison y Max Sarin nos traen un misterio de asesinatos lleno de humor muy entretenido.
Deseando hincarle el diente (nunca mejor dicho). A ver si me reconcilia con Allison, que fuera de Giant Days, ni fu ni fa. Pero vamos, pongámosle comillas, «reconciliar», que sólo por Giant Days ya se ganó el cielo.