El primer volumen de Secret Warriors es uno de mis cómics favoritos. Aún era un lector nuevo que leía todo lo que podía encontrar de Marvel, tanto clásicos como novedades. Recuerdo la enorme decepción que supuso Invasión Secreta y la emoción de Reinado Oscuro. La saga de Norman Osborn al mando del universo Marvel poseía un potencial enorme, suficiente como para darle una segunda oportunidad a la editorial. Recuerdo también ver anunciado en el listado de novedades una nueva serie protagonizada por Nick Furia y personajes de nuevo cuño. No conocía a los autores, pero, por algún motivo, decidí probar el primer número.
Los veintiocho números de Secret Warriors me cautivaron. La saga de conspiraciones y conspiraciones y más conspiraciones de
Hickman concluyó su etapa dandole a Daisy Johnson, la protegida de Furia, las riendas de SHIELD. Marvel deshizo aquel final inmediatamente y cuando la serie de televisión Agents of Shield introdujo a una versión de Johnson completamente distinta, la editorial se apresuró a cambiar a la de los cómics lo más posible. De los Guerreros Secretos restantes solo Manifold se ha mantenido relevante. De Nick Furia… mejor no hablar.
Es por eso que afronto el nuevo volumen de Secret Warriors con un poco de pesimismo.
Seré sincero: el guión de Rosenberg consigue vencer mi pesimismo. Sin ser nada del otro mundo, me ha entretenido y mantenido curioso en todo momento. Rosenberg reúne rápidamente al grupo y los lanza a combatir contra decenas de villanos al mismo tiempo que explica un poco mediante flashbacks cómo llegó Daisy Johnson a reunir al grupo y escapar de Hydra. La por el momento ex agente de SHIELD se erige como líder rápidamente y confieso que me ha recordado a la de Hickman, alejada de la caracterización bajo escritores como el temible
Karnak, el miembro más atípico de la formación, no recibe tan buen trato. Rosenberg no termina de entender el nihilismo del personaje; y el resultado es una parodia de sí mismo que espero no se repita en los siguientes números. Mejor suerte corren los otros integrantes, afortunadamente. Es difícil, pero Rosenberg consigue hacer creíble que personajes tan diferentes entre sí puedan funcionar como grupo, lo cual es toda una demostración de sus habilidades como escritor. Y por una vez, la Chica Luna es muy inteligente y simpática sin convertirse en un deus ex machina repelente como suele pasar fuera de su serie regular.
Que a Garrón después de IvX le hayan asignado a esta serie es una decepción, pero lo es más que el colorista sea
Desgraciadamente, el dibujo no es el único problema de Secret Warriors. Siendo este un tie-in con Secret Empire, es difícil hacerse una idea de la dirección de la serie concluido el evento. No sé qué planes puede tener Rosenberg cuando Marvel le deje escribir lo que quiera, no sé qué se supone hace única a la serie. Si tuviera que sacar conclusiones con base en este número, diría que estamos ante una serie normal y corriente en un mercado extremadamente competitivo. Es injusto porque, como digo, este es un tie-in, pero tampoco puedo reseñar cómics que aún no están disponibles en tiendas.
Secret Warriors me ha recordado valiosas lecciones. Tengo suerte de reseñar cómics de una editorial que suele contratar a coloristas profesionales y galardonados con importantes premios. Y, lo más importante, ni un equipo creativo de contrastada calidad puede genera interés por una serie si el primer arco argumental es un tie-in no representativo de futuras historias.
Guión - 7
Dibujo - 5.5
Interés - 5
5.8
Comienzo cuyo irregular apartado artístico y condición de tie-in juegan en su contra
Interés 0
Yo también fui un gran fan de los Secret Warriors de Hickman. ¿Alguien sabe si Panini tiene planes de reeditarla en tomos?
Esta serie me atrae cero, y a menos que tenga grandes críticas, no la tocaré ni con un palo. Huele a cancelación en el número 5.
Julián Clemente ha comentado bastantes veces que Hickman ha sido lo peor que le pudo pasar a Marvel en su historia, así que no esperéis una reedición de nada suyo salvo quizás Secret Wars
¿Se sabe a santo de qué tanta tirria?
Ni idea, pero lo ha manifestado en algún comentario por fb y algún que otro podcast, lo bueno es releerse los Spot On de la etapa de Hickman en los 4F tras conocer su haterismo, toda una experiencia.
Pues es una pena, porque los Secret Warriors era una serie bien entretenida.
Ya sabía que a Julián Clemente no le gustaba nada Hickman, pero pensaba que estaba únicamente centrado en sus 4F (que, de hecho, no son nada malos, aunque sí muy enrevesados).
Yo en su día me perdí la spider-woman de Hopeless precisamente por empezar en medio de un evento, y no enterarme de nada.
Entiendo la lógica de atraer a los lectores de series parecidas mediante los cruces, pero creo que esos lectores acabarían leyendo la serie de todas maneras, y a cambio pierden a todos aquellos lectores ajenos a la historia en la que se encuadra el evento.
Y no, la cosa no mejora si sigues la serie en tomos. O bien sigues sin enterarte de nada, o bien no se incluyen los primeros números de la serie, que no sé que es peor opción.
Yo empecé la de Spiderwoman en el segundo tomo como si fuera el primero. Básicamente lo erá porque al anterior no le hacía ni mención.