Segmentos es la última obra de ciencia ficción de Juan Giménez. Cuenta con guión de Richard Malka. Publica Norma Editorial en un integral que abarca los tres tomos publicados hasta la fecha, Lexipolis, Voluptide y Neo Sparte, aparecidos entre 2011 y 2014 en el mercado franco-belga de la mano de Glénat.
Richard Malka es un guionista y abogado francés nacido en 1968. Poco publicado en España y con escasa fortuna ya que las dos colecciones suyas que empezó Glénat-EDT, La orden de Cicerón y Sección financiera, quedaron a medias. Lo mismo que hubiera pasado con Segmentos del que editaron el primer álbum. Glénat le edito además La cara oculta de Sarkozy con dibujos de Pete Riss y la colaboración en el guión de Philippe Cohen.
Juan Giménez es un autor argentino nacido 1943, afincado desde principios de los 80 en España. Inicia su carrera publicando en revistas de Argentina como Frontera, Misterix y Hora Cero. Autor de obras con guión propio como Cuestión de tiempo, Leo Roa, El Cuarto Poder y Yo, Dragón. También ha colaborado con guionistas como Ricardo Barreiro en As de Pique, Ciudad y La estrella negra. Con Carlos Trillo realiza Basura y con Alejandro Jodorowsky creará La Casta de los Metabarones que le dará fama mundial.
Siglo XXVII de la era galáctica. Los conflictos han desaparecido al agrupar a los seres humanos en siete planetas según su personalidad. Aun así, los guías inmortales están inquietos: una epidemia de infertilidad amenaza con liquidar a la Humanidad. En este contexto, el indolente Loth y la sensual Jezréel se cruzan en el Tribunal, donde intentarán escapar de sus injustas condenas y unirse a los rebeldes…
Richard Malka y Juan Giménez nos ofrecen una space-opera de las de toda la vida. El mérito de una buena space-opera es la construcción del universo por el que se van a mover los personajes principales. Y está muy bien definido, nos presenta un universo dividido, más bien segmentado, en planetas donde van a parar la gente en función de sus habilidades e inclinaciones. Hay un planeta para el comercio, otro para el placer, etc. cada uno ligado a un color y con un dirigente inmortal semejante a un Dios. Ellos son los creadores de este sistema. Un sistema que es el sueño húmedo de los dirigentes neoliberalistas que con sus nefastas políticas ultracapitalistas han llevado al mundo a la crisis. Leyendo Segmentos es imposible no recordar La casta de los metabarones pero hay bastantes diferencias ya que esta es un obra en la que prima más la ciencia que la fantasía. Estaría más cerca de ciencia ficción clásica que de la New Wave. Es más accesible que Los Metabarones pero que no llega a sus momentos de genialidad, aunque hay ideas que parecen suyas pero no las llegan a desarrollar. Es una historia más física que espiritual. Contiene ideas geniales como la pena por cometer cualquier crimen que daba para una serie por sí sola. Argumentalmente nos recuerda a la ciencia ficción más clásica con algún guiño a Asimov como son los textos de la enciclopedia galáctica.
En principio la estructura de la serie parecía destinada a que en cada tomo se visitara uno de los planetas, ya que cada uno de los tres álbumes que compone el integral se desarrolla principalmente en un planeta, pero según Juan Giménez acabará con un cuarto álbum. Y ya en el tercer álbum se nota como la historia se va acelerando, con prisas por llegar al final.
La pareja de personajes protagonistas tienen una relación que recuerda mucho a la que mantienen Valerian y Laureline, en la que ella claramente es la más cabal e inteligente de los dos y él es el músculo. Aunque Loth es el típico héroe a su pesar pero destinado a ser el salvador de la galaxia. Y el resto están muy poco definidos y solo tiene algo de peso en la historia Fina.
Nos presenta un universo muy limpio y tecnológico donde la capacidad de diseño de maquinaria de Giménez brilla en todo su esplendor. Es posiblemente el mejor dibujante del mundo de escenarios y artefactos de ciencia ficción. También hace muy buen trabajo en los distintos planetas a los que hace distinguible el uno del otro con sus diseños. Su color sigue siendo prodigioso y con una capacidad envidiable para transmitir dinamismo y movimiento. Puede que haya perdido parte de la fuerza de su trazo. Narrativamente hablando está a su nivel habitual o sea excelente. Esta serie la dibujaba alternándose con Yo, Dragón, en la que para mi gusto está a mejor nivel. Sigue con su habilidad para conseguir no dibujar nunca pies. En definitiva un trabajo muy solvente de Juan Giménez lo cual está muy por encima de la media.
Un edición muy buena de Norma Editorial con un gran tamaño en el que se disfruta del excelente dibujo de Juan Giménez. Podría tener algún extra más pero tras la triste desaparición de EDT es bueno ver Segmentos publicada.
Buena historia de ciencia ficción que sin ser excelente nos permite disfrutar de la maestría de Juan Giménez. Durante los últimos 30 años las mejores historias de ciencia ficción venían del mercado franco-belga pero en los últimos años con la nueva Image, la producción americana ha pasado a la europea. Pero ni Hickman, ni Remender, ni Vaughan tienen a un dibujante del nivel de Giménez. Esperemos que el cuarto número no se haga de rogar y cierren bien la historia.
Guión - 7
Dibujo - 9
Interés - 8.5
8.2
Espectacular
Juan Giménez tendría que ser inmortal para seguir dibujando siempre.
El dibujo es muy bueno pero creo que las caras de los personajes en muchos casos no están a la altura del resto, y es que no puedo con estas caras que me sacan del cómic y hace que no lo disfrute. Por eso le bajo la nota del dibujo a 6.