Selecciones Marvel. Daredevil: Foggy Nelson, agente de SHIELD

 

Edición original: Marvel Comics – septiembre 1967 – abril-julio 1975
Edición España: Comics Forum – septiembre 2000
Guión: Tony Isabella, Bob Brown, Stan Lee
Dibujo: Bob Brown, Gene Colan
Entintado: Vince Colletta, John Tartaglione
Color: Janice Cohen, Petra Goldberg, Don Warfield
Portada: Rafael López Espí
Precio: 6,25 euros (tomo en tapa blanda de 142 páginas)

 

El undécimo tomo de la colección Selecciones Marvel recogió un arco argumental de las aventuras de Daredevil, publicado originalmente un cuarto de siglo antes. El hombre sin miedo es uno de esos personajes que está profundamente marcado por un determinado autor, cuya sombra se ha proyectado de forma retroactiva y ultraactiva sobre la historia del personaje. En el caso del cuernecitos, Frank Miller es el nombre del artista con el que crítica y público han comparado las etapas posteriores y que ha hecho caer en el olvido los trabajos anteriores. Quitando algunos nombres propios como los de Stan Lee, Bill Everett o Gene Colan ¿quién sería capaz de mencionar alguna etapa memorable de las aventuras del abogado del pijama rojo vinculada al algún autor o autores que no fueran los sospechosos habituales, con don Frank a la cabeza? Pero antes de que llegara el señor Miller hubo vida y se prolongo, a trancas y barrancas, durante dos décadas. Foggy Nelson, agente de SHIELD es una historia de esos años previos en los que creadores ya olvidados como Tony Isabella o Bob Brown.

La aventura está ubicada cronológicamente en aquellos días en los que Matt compartía su vida (en el plano sentimental y en el empijamado) con Natasha Romanov, la Viuda Negra. Por supuesto, también había tiempo para el ejercicio de la abogacía, aunque en aquellos tiempos Foggy había dejado la función de defensor por la de acusador, como Fiscal del Distrito. Como en los años setenta aún había guerra fría y Tasha, aparte de exvillana y exespía, era soviética, tuvo sus más y sus menos con la justicia estadounidense, personificada en el orondo Nelson. Matt tendrá que poner paz entre su mejor amigo y su pareja, y nada mejor que una fiesta navideña para fumar la pipa de la ídem. El festejo, no obstante, terminará como el rosario de la aurora cuando HIDRA, la organización paramilitar y secreta surgida de las cenizas del Tercer Reich.

La aventura introduce en la colección del cuernecitos muchos de los elementos propios del entorno de Nick Furia, empezando por el propio coronel tuerto. SHIELD y su más antigua némesis colectiva entran en la vida de Daredevil a través de un sorprendente interés por la persona de Foggy. Nelson recibe la singular oferta de convertirse en agente de la agencia de la ley comandada por Furia. Más concretamente, puede convertirse en miembro de una junta directiva que controle la organización en lugar del Presidente. Todo esto dará pie a la implicación del entrañable compañero de fatigas judiciales de Murdock en los asuntos de SHIELD, a la preocupación de Matt (que con su pijama rojo intentará velar por su colega) y al añadido de una complicada relación con Natasha. Frente a ellos una colección de villanos de medio pelo de los que irán rodando por las distintas colecciones de la editorial, para conseguir puntualmente alguna oportunidad en manos de un guionista competente. Así, la Asesina de Hombres y el Arreglador serán desarrollados veinte años después en Thunderbolts, en tanto que creaciones tan estrafalarias como el Comandante Kraken o Ala Negra servirán a enciclopedistas como Mark Gruenwald para echar mano de ellos cuando fuera menester, ya fuera para que el Azote se los cepillara o para ejercer de esbirros del Cráneo Rojo. El guionista Tony Isabella y el dibujante Bob Brown serán los responsables de esta historia. El primero desarrollaría gran parte de su trabajo en los setenta y ochenta del siglo pasado como autor de etapas puntuales en colecciones de Marvel y DC. En su haber están las creaciones del Goliat Negro (para la primera) y de Relámpago Negro (para la egunda). Por su parte, Bob Brown fue un competente ilustrador que por aquí es recordado principalmente por su labor en el duelo entre Vengadores y Defensores, y cuya. Dos años después de la publicación de los tebeos recopilados en este tomo, Brown fallecería víctima de la leucemia.

Completa el tomo un material más antiguo, firmado por Stan Lee y Gene Colan. Se trata de un anual en el que el cuernecitos se enfrenta a los Emisarios del Mal, un intento de coalición de villanos cuyo denominador común es el enfrentamiento con el héroe de la colección. Un intento de Seis Siniestros o de Amos del Mal que no tuvo mucho éxito, en parte por el hecho de que la galería de super-enemigos del hombre sin miedo era bastante penosa (el Matador… sinceramente ¿en qué estaban pensando?). Una explicación de las habilidades de Daredevil, un recordatorio de que “existió” un hermano gemelo de Matt llamado Mike y una parodia de las reuniones de trabajo entre Lee y Colan completan el tomo.

Esta undécima entrega de Selecciones Marvel, dedicada a un Daredevil que pocos meses después estrenaría Biblioteca Marvel presenta unas aventuras bastante más insulsas de lo que venía siendo habitual en la colección. Si en el momento de su primera publicación llovieron ciertas críticas por el estilo de Brown (al que se consideraba anticuado), la sensación de “senectud” parece haberse apoderado de la obra en su conjunto. Recomendada para seguidores del cuernecitos que deseen completar su colección.