Selecciones Marvel. Thor: Thor contra Odín / Loki triunfante

5
1204
 


Edición original: Marvel Comics – enero-noviembre – 1971
Edición España: Comics Forum – septiembre – noviembre – 1999
Guión: Stan Lee, Gerry Conway
Dibujo: John Buscema
Entintado: Sam Grainger, Jim Mooney, Joe Sinnott, Sal Buscema
Color: Sam Grainger
Portada: John Buscema
Precio: 995 pesetas cada tomo (números quinto y sexto de la colección Selecciones Marvel)

 

Los números cinco y seis de la colección Selecciones Marvel recuperaron casi un año de la colección dedicada al dios del trueno, los cuales marcaron la transición entre Stan Lee y Gerry Conway, mientras el maestro John Buscema dibujaba escenas épicas con cada movimiento de lápiz (que luego repasarían las ilustres brochas de Jim Mooney, Joe Sinnott, Sam Grainger o el otro Buscema, el igualmente grande Sal). Ahora que se acerca la segunda película protagonizada por el héroe del martillo (o tercera, si contamos el telefilme junto a la Masa… o cuarta, si tenemos en cuenta Aventuras en la gran ciudad) y que ésta se anuncia con la llegada de una oscuridad de inmenso poder, no está de más echar una mirada a una historia que comenzaba de forma similar: la batalla contra Infinito.

La historia comienza con esos arranques que tanto le gustan a papá Lee para meter interés en el cuerpo a la afición. Thor es convocado a presencia de Odín (poseedor de un alto porcentaje de los recursos de la colección). En su camino a la audiencia paterna se encuentra con que los guerreros asgardianos parecen sufrir una epidemia de colitis canguelera. Algo muy grande se aproxima y ni siquiera el padre de todos (o padre universal, como preferían algunos traductores por aquellos años) parece tener la capacidad para contenerle. La entrevista paternofilial confirma los peores temores: una entidad de poder virtualmente ilimitado y no por nada denominada “Infinito” está acercándose a Asgard y a Midgard, afectando a las estrellas y poniendo a los planetas a su servicio. Los tres guerreros, enviados en misión de exploración, se cuentan en el bando de los desaparecidos y la espada del destino amenaza con desenvainarse y desencadenar el fin de todo cuanto existe. Por tal motivo Odín decide implicarse personalmente, dejando a Thor profundamente preocupado y ansioso por seguir el camino de su progenitor. Mientras todo esto acontece el taimado Loki, en otro de sus eternos exilios por la gamberrada de turno (algún día el legislador de Asgard debería hacer algo con el sistema de reinserción de su Derecho penitenciario, porque está claro que hay criminales recalcitrantes) se prepara para un nuevo asalto al poder, aprovechando que todo el mundo que normalmente tendría el ojo puesto en sus intrigas está demasiado ocupado a la espera del apocalipsis. Sus planes darán fruto en el segundo de los tomos y dejarán la puerta abierta a futuras conspiraciones. Junto a él, frente a él y con sus propios intereses tendremos a Hela, la diosa de la muerte y a Karnilla, la reina norn. Una y otra jugarán sus bazas para cumplir sus más íntimos deseos a costa del reino dorado.

Portada de uno de los números recopilados
Thor contra Odín

La saga contiene todos los elementos definitorios del Thor marveliano, los cuales se han ido repitiendo de manera casi constante durante medio siglo. El dios del trueno de caliente cacumen comprueba cómo su fuerza y su poder valen de poco frente a una amenaza de nivel cósmico, pero no por ello se arredra. El padre de todos gobierna sin mostrar nunca todas sus cartas y sus crípticas decisiones se refuerzan con un mandato de corte autoritario (aunque en honor a la verdad en esta ocasión será más víctima que causante). La cohorte de secundarios habituales (Balder, Sif, Fandral, Hogun, Volstag…) da y recibe la consecuente ración de tortazos de las hordas de enemigos de rigor (gigantes de la tormenta, trolls…) y hacen las veces de coro del drama para recalcar determinados aspectos de la narración que ya están bastante claros de por sí. Loki aprovecha cualquier ocasión que se le ofrece para intentar convertirse en amo en lugar del amo, pero aún estamos muy lejos del astuto y carismático príncipe de lo falso de Walter Simonson. Aquí tenemos aún a un villano manufacturado por el viejo Stan: grandilocuente, pagado de sí mismo, arrogante y más malo que pegarle a un padre con un calcetín sudado y lleno de piedras. Hela aparece como una deidad terrible, pero digna, en tanto que Karnilla no es más que una chiquilla caprichosa. Aquí están algunas de las piezas que Simonson utilizará para construir la mejor etapa de la historia del personaje y su universo.

Último capítulo de la primera parte de la historia
Portada de uno de los números recopilados en el tomo

Asgard sigue siendo ese mundo brillante, mitológico y alienígena que Lee y Kirby diseñaran para albergar una parte de las aventuras de su Thor. Sus dioses son más bien seres humaniformes dotados de gran poder, pero carecen del poder omnímodo e ilimitado con el que se identifica, por ejemplo, al dios de las mitologías del libro. Es por ello por lo que, en una nueva versión de aquel legendario “que se enfrenten a Dios” que constituía el argumento de la primera venida de Galactus a la Tierra, el cosmos se enfrenta a una amenaza definida por la palabra que conceptualiza lo que no puede ser medido: Infinito. Más tarde Mark Gruenwald dará sus explicaciones sobre ese concepto, fiel a su función de bibliotecario y enciclopedista, pero faltan veinte años para esos días. La historia que tenemos aquí es más cósmica que mitológica, y casi para refrendarlo tenemos la visita de Estela Plateada, en el papel de circunstancial aliado del melenudo del martillo. Una gozada, si tenemos en cuenta que el surfista es dibujado por los hermanos Buscema.

Loki contra Thor (una vez más)
Portada del sexto número de Selecciones Marvel

Por lo que respecta a las cuestiones artísticas hay que indicar (o que advertir) que estamos ante una historia que pertenece a una colección en la que el guionista principal dio rienda suelta a su estilo ampuloso y recargado. Ya sabemos que en la Asgard de los tebeos marvelianos existe la costumbre de hablar periódicamente como escapados de una compañía de teatro especializada en representar las obras de Shakespeare, pero si a ello sumamos las artes literarias del abuelo Stan, la mezcla puede resultar un tanto indigesta, si bien no es menos cierto que es así como se recuerda al Thor arquetípico (y si no, no hubieran escogido como director de la primera película al tipo que más se ha obsesionado por los trabajos de don William de cara al cine después de Orson Welles). Gerry Conway, que es el que echa el cerrojo a esta trepidante aventura, mimetiza bastante bien el estilo del jefe y se descubre como uno de los talentos de la década, aunque siempre estará mejor en ambientes más urbanos que por estos pagos. En la parte dedicada al dibujo solamente hay que escribir dos palabras: John Buscema. Y, como diría el propio Lee, todo queda dicho.

La aventura de Infinito y sus consecuencias constituyen un entretenido año de la ya añeja historia del dios del trueno en los comics de la casa de las ideas que, pese a haberse publicado hace cuarenta años, aún conservan cierta frescura, principalmente gracias al dibujo del gran John, bien arropado por entintadores competentes, entre los que destacan el ubicuo Sinnott y el fraterno Sal.

Ilustración reciclada para su incorporación a un libro sobre dibujo
Thor, por John Buscema
>center>

Subscribe
Notifícame
5 Comments
Antiguos
Recientes
Inline Feedbacks
View all comments
Kravinoff
Kravinoff
Lector
7 octubre, 2013 8:42

Estas fueron las primeras historias que leí de Thor, y de mis favoritas. Poco se puede añadir a la reseña: un Stan Lee en su salsa, un John Buscema fucking épico, y un reto monumental para el dios del trueno.

Totalmente recomendable.

yquemasda
yquemasda
Lector
7 octubre, 2013 11:36

a riesgo de parecer un hereje dire que estos comics me parecieron bonitos pero aburridos cuando los lei hace 40 años en vértice como cuando los leo ahora en comics books americanos en color… Thor es una colección extraña (para mi, ojo) que nunca termina de funcionar aparte de etapas muy puntuales como el primer kirby/lee o simonson (ah, si, Roy Thomas y la saga del Ragnarok también). Por lo demás la sigo por puro continuismo.

Erik Lensherr
Erik Lensherr
Lector
7 octubre, 2013 19:02

No está nada mal esta etapa de Thor…grandilocuente, épica, etc….Una gran etapa de Lee en su mejor momento creativo….Thor pre-Simonson en estado puro..

Ocioso
Ocioso
Lector
7 octubre, 2013 19:16

Yo también leí estos tebeos en el volumen 1 de Vertice, ¡pero no exageremos, solo tienen 39 años! Se publicaron en el 74.

Er-Murazor
Er-Murazor
Lector
8 octubre, 2013 6:18

Yo estos tebeos los leí por primera vez precisamente en estos números de Selecciones Marvel. Y la sensación global fue un poco agridulce. El primer tomo, con la saga de Infinito, aparte de que daba una sensación de empezar in media res porque hacía referencia a un montón de cosas anteriores, no estaba mal. Se me hizo un poco largo porque, como bien dice la reseña, había un montón de «secundarios bulto» que sólo servían para meter miedo «que viene Infinito, que viene Infinito». Pero bueno, el tono shakespiriano de Stan Lee a mi me gusta y la resolución era coherente con lo contado (aparte de que John Buscema es un plus siempre), así que este primer tomo, sin ser un imprescindible ni lo que yo recomendaría a nadie para empezar la colección, pues es bastante entretenido y legible.

El segundo tomo, con ese Loki de opereta, sí que me resultó más infumable. La comparativa con el astuto Loki de Simonson, casi más pícaro que villano en ocasiones, y que yo había leído ya cuando eché mano de estos números, es irresistible. Estos tebeos me dieron impresión de ser anticuados incluso cuando se publicaron. Debo reconocer que no recuerdo apenas nada de la trama, aparte de este sabor amargo que me dejó, quizá una relectura me dejara mejor impresión, pero ahora mismo es lo que recuerdo.