Las abejas se mueren y hay una urraca en mi ventana
Otorgar el título de “obra maestra” a un cómic que acaba de salir, o que lleva poco en el mercado, es temerario e irresponsable, el tiempo es un factor muy importante para juzgar una obra, tanto por su relación con el resto de productos, de su momento o de los anteriores, como para ver si realmente deja ese poso en nuestras cabezas que inicialmente parece tener. Pero también es cierto que hay obras que apuntan maneras, cómics que vemos que podrían entrar en ese selecto club. Con las series largas ya es complicado, generalmente porque hay que esperar a ver a su final, aunque no nos costó hace años ver que The Walking Dead supuso un punto de inflexión, o que Saga también quedará para la posteridad, y eso que va por la mitad, pero con las historias cortas es más difícil, no solo porque hay muchas, sobre todo a día de hoy, sino porque suelen estar especialmente maltratadas en favor de obras que han estado en el mercado muchos meses. Pero hay algunas con las que tenemos un feeling especial, un “algo” que le dice a tu cuerpo que cuando mires a la estantería tus ojos van a pararse un segundo en ese cómic y que quien lo lea, con sus más y sus menos, hará lo mismo. Cosas como Piruetas de Tillie Walden o The Private Eye de Brian K. Vaughan y Marcos Martín, pues Semillas está en esa categoría. El tiempo dirá, se acaba de plantar y todavía se está asentando, pero parece que será un árbol que dará buenos frutos.
Primero me gustaría hablar de la edición, porque es algo especial. Normalmente Astiberri publica sus obras de material USA en cartoné, sin embargo Semillas nos llega en rústica con solapas y una portada con relieve. El papel, con certificado de la FSC, acorde al mensaje que promueve la obra, es offset, sin brillos y que parece poroso, perfecto para el bitono con el que está realizada la parte gráfica. Además está diseñado por el propio David Aja junto a la diseñadora Alba Diethelm, que ha trabajado en varias obras de la editorial, siendo una de las directoras del sello ¡Caramba!. Astiberri se ha trabajado mucho esta edición, David Aja la ha tratado con mucho cariño y todo eso se nota. Eso ya es un paso que denota que estamos ante algo especial. Es más, el primer sitio por el que entra es por el tacto.
Efectivamente, David Aja es el dibujante y pocas palabras hacen falta para presentarlo, su Puño de Hierro y su Ojo de Halcón ya nos convencieron hace años, y es el motivo por el que llevamos años esperando que The Seeds llegue por aquí. Hace años que sabemos que el proyecto estaba en marcha y muchos lectores teníamos muchas ganas de ver qué nos iba a ofrecer con su maravilloso arte ahora que se iba a meter en una obra muy personal. El resultado es sublime.
El dibujante opta por una distribución de viñetas bastante regular, un tres por tres con el que irá jugando en función de la situación y con el que consigue una sensación de movimiento absoluto, pero sin dibujos a página completa, usando como mucho una sustitución de seis celdas por una. Una apuesta algo arriesgada, y alejada de los cómics estadounidenses actuales, pero en la que David Aja se mueve como pez en el agua gracias a esos detalles que va imprimiendo en cada viñeta con los que crea un ritmo de lectura perfecto. Los detalles son fundamentales y merece la pena pararse en cada uno de ellos, los fondos, las poses, los anuncios, los titulares, los animales… todo tiene importancia. Mención a parte el uso constante de los hexágonos, un diseño de superficie considerado como el más eficiente, en un sentido matemático, de la naturaleza, que aparece al inicio y final de cada capítulo. Nunca una forma tan simple sirvió tan bien como cliffhanger.
El blanco y negro unido a esa tonalidad entre sepia claro y verde le da a toda la obra un toque decadente, sucio, como estar en un mundo que se está apagando poco a poco, por lo que crea una atmósfera perfecta para que entremos en ella. Por supuesto que el trazo de Aja y los diseños de personajes sigue siendo tan bueno como en sus últimas obras, es fascinante lo que puede hacer en los rostros con tan pocas líneas.
Como veréis ya solo con el dibujo merece la pena acercarse a este cómic, pero es que del guion se ocupa Ann Nocenti, la escritora cuya etapa en Daredevil puede mirar a la cara a la de Frank Miller sin temblar. La periodista, profesora, editora y… muchas cosas más… es una persona que siempre se involucra mucho en lo que hace y tiene una conciencia social que se refleja ya no en sus obras sino en su vida, y eso se nota mucho en este tomo. Se nota que es personal y se nota que ha ido evolucionando con los años, porque este trabajo es algo que Nocenti y Aja llevan cocinando mucho tiempo. El tomo viene con dos textos al final en el que explican todo esto ellos mismos, así que permitidme que omita esos datos y me remita a dichos escritos, porque en todo momento recomiendo acercarse a esta obra.
Esta historia nos lleva a un mundo futuro, uno que tiene tanto en común con el nuestro que no nos es muy ajeno, en el que nuestras acciones sobre el planeta parecen haber pasado el punto de no retorno, con gente intentando solucionarlo y gente que no hace más que empeorarlo. La historia tiene unos claros tintes ecologistas y una gran cantidad de detalles de ciencia-ficción, de hecho los alienígenas tienen gran protagonismos, pero el devenir de los acontecimientos la acerca más al genero negro, con uno de esos amores prohibidos y una reportera de investigación detrás de la noticia.
Semillas habla de muchas cosas, de tecnología, con ese movimiento de nuevos luditas que se separan del mundo; de periodismo, parándose en cómo se hacen las cosas en una redacción de dudosa reputación; de individuos, mostrando qué decisiones se toman al borde del fin del mundo; del medio ambiente o el trato a los animales. Es una obra muy amplia que dice mucho, abarca muchos temas para tener tan pocas páginas, pero lo hace siempre desde la intención de crear un mundo desolador, triste y sucio. No pretenden venir a dar soluciones, porque esas ya las sabemos aunque no las usemos, y quizás eso sea lo más oscuro de todo porque es como vernos caminar hacia el abismo sin querer parar. Por eso se agradece mucho que, aún en una obra con tantos temas, se vaya mucho a la historia de esa reportera y ese amor prohibido, con una sensación de intriga constante.
Sin embargo hay algo que me encanta de esta obra, que a pesar de ser todo muy desolador se deja una pizca de bondad, una luz hacia una forma moral mejor. Podemos ser mejores.
Como dato añadir que esta obra es de Berger Books, justo el otro día hablaba de Invisible Kingdom, del mismo sello de Dark Horse y publicada por Astiberri. Karen Berger es una editora sobresaliente, sabe escoger historias y darles a los autores el empujón que necesitan. Así las obras de este sello son muy recomendables en general, pero con Semillas van un paso más allá. ¿Obra maestra?, me da igual, léanla, porque merece la pena.
Lo mejor
• El inquietante y a la vez descriptivo dibujo.
• La historia de apariencia sencilla pero llena de detalles.
• El cuidado y la atención al detalle.
Lo peor
• La sensación de culpa que te deja, aunque igual eso nos sirve para cambiar.
Guión - 9.3
Dibujo - 9.5
Interés - 9.5
9.4
Especial
Semillas es un cómic muy cuidado, con una historia emocionante y una cantidad abrumadora de temas a tratar que da para muchas lecturas. Una gozada para los sentidos.
Tiene muy buena pinta. A Nocenti (de la que en su época en Marvel me gustaba todo lo que leía de ella y lo que dices de su Daredevil es totalmente cierto) la tenia perdida últimamente y pensaba que estaba quizá en ya baja forma, pero como también dice la entrada al final si viene editado por Berger pues ya no hacen falta más referencias.
Compra segura. Gracias por la reseña.
yo tambien adoro la etapa Nocenti en Daredevil, la pude conseguir en esos cuatro tomos que publicó Panini hace casi una década. Leer «the seeds» o Semillas me atrae tanto como me pasó con Trees de Warren Ellis
Perdonad la pregunta porque a lo mejor es algo completamente sabido pero ¿es serie abierta o limitada?
Le tenía muchas ganas a esta y a Kingdom y me alegro de leer esta crítica porque la de la otra serie estrella de Berger me dejó un poco frío.
Somos 2 que nos hacemos la misma pregunta entonces , y agrego otra, ¿a qué se deberá que comixology solo venda los numeros 1 y 2 y el integral … cada numero vale US$ 2.00 y el integral que son los 4 números de la serie vale US$ 16.00 ¡¡¡¡¡ .. el doble de lo que costaria comprar cada grapa por separado.
Buenas. Lo de Comixology ni idea, yo me pillé la edición de Astiberri que reseño aquí, pero sí os puedo decir que este tomo es autoconclusivo, la serie son 4 números y no hay más.
¡Buenas! Ese tema de que solo estén esos dos números se debe a que a mitad de publicación, Dark Horse canceló el lanzamiento del número 3 (¿quizás por las ventas?, el motivo creo que no se llegó a dejar claro) y finalmente optaron por sacar el TPB del tirón.
En lo de los precios, las cosas de Comixology ^^’ Las grapas suelen bajar casi sistemáticamente de 4 a 2 dólares después de uno o dos meses, pero los recopilatorios oscilan constantemente siguiendo la lógica de Dios sabe qué. De todas maneras Dark Horse suele tener descuentos casi todos los meses, seguro que si esperas un poco puedes pillar en alguna oferta el tomo por 6 pavetes.