Lo más importante son los comienzos.
«Cuántos viajes pueden hacerse en un solo día…»
La extraordinaria Come Prima fue un punto de inflexión en la carrera de
El autor
Lionel Papagalli, conocido en el cómic como
Senso
Senso es la historia de Germano y Elena, dos desconocidos cuyas vidas hace tiempo que avanzan sin rumbo que se encuentran por casualidad en medio de un calor asfixiante en una boda a la que él no está invitado y en la que ella no quiere estar. Una historia llena de encuentros inesperados y desencuentros en la que ambos conectan de una forma muy especial en una etapa de sus vidas en la que ninguno de los dos esperaba sentir esa conexión y deben decidir si ya toca dejar de lado los fantasmas y problemas del pasado para volver a vivir una aventura. Un trabajo lucido y lleno de sentido del humor, que huye de las historias de amor más almibaradas para ofrecernos el incierto comienzo de una historia que, tal vez, se convierta en un amor maduro y más sereno. Pero eso queda a nuestra imaginación, ya que Alfred nos ofrece solamente el comienzo ya que la obra transcurre durante un único día. Sin embargo, ¿qué hay más importante y excitante en la vida que los comienzos siempre repletos de esperanzas y posibilidades?
El peso de la obra cae en Germano, un hombre mediana edad, al que los últimos sucesos de su vida le han dejado totalmente desubicado y que trata de manera muy torpe de reconducir su vida. Elena por su parte también está desubicada, pero no ha perdido la esperanza como si le sucede a Germano. Dos personajes realmente bien construidos que exhalan verdad y realidad y por los que es imposible no sentir empatía. Pero no son los únicos personajes del cómic ya que el escenario del hotel les permite relacionarse con algunos variopintos empleados y huéspedes, una circunstancia que le posibilita a Alfred añadir más capas al relato entre las que vemos una crítica sutil de muchos aspectos de la sociedad actual como las prácticas empresariales más dudosas, los peligros de la redes sociales o la falta de conciencia de clase de algunos trabajadores que les hace situarse del lado de los patrones en lugar del de sus compañeros trabajadores.
No obstante, las partes más interesantes de la obra son las interacciones entre Germano y Elena que capturan esa magia tan especial que se produce cuando conoces a alguien y conectas al momento como si os conocierais desde hace décadas. El autor francés consigue esa atmosfera tan espacial gracias a un ritmo pausado que no lento que permite que las miradas y gestos digan mucho más que las palabras. Algo que dota a la obra de esa intimidad y naturalidad que sentimos en las obras de teatro, una sensación que experimentamos durante toda la lectura. La historia entre los dos que se convierte en una celebración de la vida y un canto a la esperanza que te dejan con una sonrisa durante varios días.
En cada una de las obras que hemos podido leer en España de Alfred hemos visto como su estilo ha estado en constante evolución hasta llegar al que emplea en Come Prima marcado por un color extraordinario y un trazo limpio y redondeado que otorga a sus obras una belleza muy particular. Esas mismas constantes vemos en Senso, que se podría decir que consolida y asienta esa evolución. Narrativamente es tan clara como brillante, en particular en las escenas sin diálogos resultas con una enorme efectividad gracias al sagaz uso de diferentes planos y encuadres. De la misma manera destacan las escenas en las que nos muestra el majestuoso entorno natural que rodea al hotel donde transcurre la mayor parte de la trama. Un trabajo que nos deja ver a un autor maduro que ha adquirido una gran domino de las herramientas narrativas y artísticas del medio.
Salamandra Graphic hace una edición de gran calidad muy similar a que hizo con el anterior trabajo del autor francés que editaron. Quizás el precio resulte algo elevado, esperemos que sea producto de la situación que vive el medio por los problemas con el papel y que con el tiempo se revierta.
En Senso Alfred firma una historia deliciosa llena de belleza y poesía que nos invita a reflexionar sobre la importancia de atreverse a disfrutar de cada pequeño momento de dicha que encontramos en la vida y también a permitirnos interactuar con quienes nos rodean sin miedo.
Lo mejor
• La belleza de la historia y los paisajes que dibuja Alfred.
• La valentía de contar una historia con un final totalmente abierto.
• La pausa con la que cuenta la historia que nos permite entrar de lleno en ella.
Lo peor
• Se hace muy corta.
Guión - 8.5
Dibujo - 8.5
Interés - 9.5
8.8
Deliciosa
Alfred nos trae una deliciosa comedia romántica que nos nuestra con enorme delicadeza la sutileza de las emociones humanas.