MARCHANDO UNA DE ZOMBIES Y NAZIS
Es innegable que el género de cómic bélico está completamente olvidado, ya no solo por las ‘majors’ Marvel y DC. Sino también por editoriales de corte independiente que podrían – con los autores apropiados – encontrar un nicho que aprovechar. Es por ese motivo que un producto como Sgto. Rock contra el ejército de los muertos destacó desde que fue anunciado en Estados Unidos, y lo hizo por varios motivos, en primer lugar por el hecho de recuperar a un personaje histórico como el Sargento Rock. En segundo lugar, por los autores involucrados en el proyecto: Bruce Campbell y Eduardo Risso, el primero creo que es importante recalcar que aunque es quien se encarga del guión de la historia no es guionista, su profesión es la de actor de películas y series B siendo uno de sus papeles más importantes el de Ash Williamson en la película Posesión infernal. No es la primera vez que gente relacionada con el mundo del cine hace sus pinitos en el mundo del cómic, algunos han funcionado francamente bien como puede ser Kevin Smith, y otros con más pena que gloria y evidenciándose que ser guionista, director, productor o actor no le convierte en alguien que tenga claro las ‘normas’ del cómic. Acompañando a Bruce Campbell tenemos a uno de los grandes autores de la industria, el argentino Eduardo Risso quien se erige por méritos propios en el protagonista absoluto de la miniserie.
Volviendo sobre el personaje principal de la historia, apuntar que el Sargento Rock es un personaje ‘veterano’ que debutaría en la cabecera Our Army at Work en 1959 de la mano de Robert Kanigher y Joe Kubert. También debutaría en dicho número la compañía Easy, unidad de combate que lideraba, y que obviamente también forma parte de nueva historia.Una cabecera que publicaría hasta el verano de 1988 previo a un cambio de nombre por Sgto. Rock años atrás aunque respetando su numeración. Desde su finalización hasta el presente podemos contar con los dedos de las manos las veces que se ha recuperado el personaje, a finales de los noventa una aparición breve y un par de proyectos ya en este nuevo siglo de la mano de William Tucci o quizás el más recordado, la obra: Sgt Rock: Entre el Infierno y algo peor con guiones de Brian Azzarello y dibujos de Joe Kubert en el que sería el regreso a uno de sus personajes fetiche. Poco bagaje en los últimos veinte años para un tipo de historias centradas en la segunda guerra mundial que a buen seguro encontrarán su target.
Pero… ¿cumple esa función Sgto. Rock contra el ejército de los muertos? Es complicado afirmarlo al mezclar en ella dos géneros tan antagónicos como el realismo que suelen transmitir las historias enmarcadas en la segunda guerra mundial con el terror protagonizado por muertos vivientes. Y es que la premisa sobre la que se sostiene la trama consiste en que el equipo de científicos de Adolf Hitler, y en los últimos años de la segunda gran guerra descubren la forma de revivir a sus soldados muertos para convertirlas en máquinas de matar perfectas, a fin de cuentas, ¿como matas a un soldado que ya lo está? Es ahí donde entra en juego la unidad del Sargento Rock para tratar de dar con los científicos de esta macabra idea para concluir con el proyecto y evitar que este afecte en un desenlace de la guerra que cada vez parece más cercano.
Como premisa hay que reconocerle su originalidad, por desgracia son varios los problemas que nos encontramos una vez comenzamos la inmersión en la historia. Por un lado, el carisma del Sargento Rock es inexistente, y esto resulta peligroso en cuanto a que es un proyecto para intentar poner de nuevo el foco en un personaje como él. Por otro lado, Bruce Campbell no es guionista, y tener una buena idea no te convierte en un buen ejecutor de la misma, no digo que no tenga potencial para destacar en próximos proyectos pero en este que es su debut se le ven las costuras, ejecuta bien los textos de apoyo pero le cuesta hilvanar los diálogos entre viñetas y convierte conversaciones en versos sueltos sin un hilo conductor. Con ello no quiero decir que sea una mala historia, ni que se haga pesado ir pasando las páginas, al contrario, estamos ante una lectura ligera, un blockbuster que se lee y disfruta como tal y que a buen seguro será del agrado de los que gusten por ejemplo de las historias del Garth Ennis más gamberro – no precisamente el que vemos en el género bélico que curiosamente opta por su lado más serio -.
El dibujo de Eduardo Risso merece mención aparte, estamos sin lugar a dudas ante uno de los mejores autores que han pisado el mercado americano en los últimos veinte años. Dio una auténtica lección con 100 Balas, y nos dejó con ganas de mucho más en su corta etapa en Batman, demostró con Logan que al final esto no iba de destacar en los juegos de luces y sombras tan propios del género noir en el que estaba encasillando, sino de ser un buen narrador, y ahí es de los mejores. Y aquí, como no, lo vuelve a hacer, consigue una caracterización más que notable de los personajes, destaca en las escenas de acción y se desata en cuanto toca desmembrar a zombies. El color plano que le aporta Kristian Rossi es una auténtica maravilla, la historia transcurre principalmente en momentos oscuros y ahí es capaz de escoger una paleta de colores que destaca a la perfección el trabajo de Eduardo a la par que se convierte en un importante elemento narrativo. En el apartado gráfico el proyecto se completa con portadas a cargo de Gary Frank quien nos tiene acostumbrados a un nivel soberbio, una vez más es el caso.
ECC Ediciones ha optado por recopilar esta miniserie en cartoné enmarcada dentro de su línea Universo Oscuro en la que, por ejemplo, ha publicado recientemente la última miniserie de la Cosa del Pantano o también, la última miniserie de Demon. Cada capítulo viene precedido de su correspondiente portada, lo cual es de agradecer, y a modo de extras se incluyen varias portadas alternativas de entre las que destacan las de Francesco Francavilla, la edición no incluye ningún texto introductorio y francamente habría sido de agradecer para contextualizar al lector, más si tenemos en cuenta de la forma en que culmina esta miniserie dejando al Sargento Rock en una posición interesante y con la puerta abierta a un hipotético retorno.
Lo mejor
• El maravilloso dibujo de Eduardo Risso.
• El espectacular color de Kristian Rossi.
• Lo cafre de algunas escenas que consiguen sacarte una sonrisa.
Lo peor
• Me habría gustado una apuesta bélica de corte más ‘seria’.
• Bruce Campbell aun tiene margen de mejora en los guiones.
Guión - 6
Dibujo - 8.5
Interés - 6
6.8
Interesante ejercicio de mezcla de géneros, bélico y zombies con el Sargent Rock como protagonista. Inmenso trabajo de Eduardo Risso como es habitual.
